Autoridades nicaragüenses negaron el paso a un grupo de estudiantes de la carrera de Administración Aduanera de la Universidad Autónoma de Honduras (UAH), que se encontraban en el paso fronterizo entre ese país y Nicaragua y cuyo objetivo era participar en una gira académica de la Escuela de Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica (UCR).
El impedimento de ingreso a territorio nicaragüense se dio este lunes 15 de mayo, cuando el grupo estudiantil llegó desde las 6:00 a.m. a la frontera de la Aduana de las Manos y se mantuvo hasta las 6:20 p.m. sin obtener respuesta positiva por parte de las autoridades migratorias de Nicaragua, según alertó la UAH a través de un comunicado dirigido a la Universidad de Costa Rica.
Las giras académicas se realizan cada año y en ellas se reciben las visitas de estudiantes de Honduras y Panamá en las diversas escuelas de la Facultad de Ciencias Económicas y otras instalaciones de la Sede Rodrigo Facio, a fin de lograr espacios de intercambio sociocultural y la promoción de procesos de enseñanza-aprendizaje.
El Rector de la Universidad de Costa Rica, Gustavo Gutiérrez Espeleta, rechazó categóricamente las acciones del gobierno del presidente, Daniel Ortega, afirmando que la movilidad estudiantil es un “elemento fundamental de la libertad académica, de conciencia crítica y de expresión”.
“Sin duda alguna, el régimen ha buscado socavar la educación superior que siempre ha sido un motor de transformación social, con el fin de retener el control de lo que las personas hacen, pero, sobre todo, de lo que las personas piensan. Esta ha sido la línea del gobierno en sus ataques a la academia, pero también a personas campesinas, a la prensa e incluso a la iglesia católica. Los hechos que hoy presenciamos son graves, injustificables y constituyen una verdadera violación a cualquier sistema democrático o que respete mínimamente los Derechos Humanos”, manifestó Gutiérrez.
“La libertad académica es un pilar fundamental de cualquier sistema democrático que le permite a las personas desarrollar su conciencia crítica en libertad, sin represalias ni miedo a lo que les pueda pasar. En Costa Rica, tenemos que mantenernos vigilantes de algunos grupos que buscan, en la misma línea que el resto de Centroamérica, desaparecer esta libertad”, enfatizó.
Esta no es la primera vez que el gobierno de Ortega actúan en contra de estudiantes universitarios, específicamente en 2018, cuando miles de jóvenes universitarios se alzaron en protestas contra el régimen. Esas manifestaciones culminaron con la cifra de 355 jóvenes fallecidos, de acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Tras la represión sufrida en ese año, jóvenes universitarios nicaragüenses han dejado su país de origen y han aprovechado oportunidades otorgadas por instituciones de educación superior como la Universidad de Costa Rica para culminar sus estudios.
La Universidad de Costa Rica ha reportado, desde 2018, un aumento en la matrícula de estudiantes nicaragüenses de primer ingreso, pasando de 62 alumnos ese año, a 118 nuevos ingresos en 2021; según datos de la misma institución de estudios superiores.
En el ámbito de las relaciones diplomáticas, el Presidente de la República, Rodrigo Chaves, indicó que mantendría las relaciones bilaterales sin embajadores entre ambos países, dado que la sede costarricense en Managua y la nicaragüense en San José, están dirigidas por un encargado de negocios, un rango menor.
El gobierno ha bajado el volumen de sus denuncias contra Nicaragua, y el Presidente Chaves apoyó al candidato orteguista para la secretaría general del Sistema de Integración Centroamericano (SICA); aunque el Ejecutivo mantiene su condena a las acciones del gobierno de Ortega contra disidentes y opositores políticos.
