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“La ocupación de Israel tiene que terminar y tiene que terminar rápidamente”

El observador de Palestina ante la ONU, Riyad Mansour, aseguró que el conflicto palestino-israelí puede extremarse de nuevo si continúa.

“La ocupación israelí en el territorio palestino debe concluir y debe hacerlo rápidamente”, este fue el llamado que hizo el embajador del Estado de Palestina ante las Naciones Unidas (ONU), Riyad Mansour, durante su reciente conferencia dictada en la Universidad de Costa Rica (UCR).

El diplomático palestino explicó que el conflicto palestino-israelí debe solucionarse como una forma de justicia internacional, y con el objetivo de evitar el inicio de nuevas disputas entre los sectores radicales de la zona.

Mansour fue parte de una conferencia que se realizó el pasado lunes 6 de junio, organizada por el Posgrado en Filosofía y la Escuela de Estudios Generales de la UCR.

“El próximo año se estarán cumpliendo 50 años de la ocupación israelí, es la más larga ocupación de la historia y no se puede permitir que continúe, tiene que terminar inmediatamente”, dijo Mansour.

Desde 1967, Israel se expande de manera militar, política y civil en Cisjordania, el este de Jerusalén y la Franja de Gaza, a pesar de que esas tierras fueron reconocidas internacionalmente como territorio palestino.

El diplomático señaló que su país propone la llamada “solución de los dos estados”, mediante la que busca la separación territorial definitiva entre Israel y Palestina para el reconocimiento pleno de ambas naciones.

Al día de hoy, Palestina cuenta con un reconocimiento limitado en la política internacional y la ONU lo define como “estado observador no miembro” desde noviembre de 2012.

El Consejo de Seguridad de la ONU es el único escollo que aún evita la membresía  plena palestina ante la Organización, en vista de la negativa de los Estados Unidos: principal aliado político de Israel.

“Creemos que la solución de fraccionar al territorio en dos estados es la mejor solución y desde ese pensamiento extendemos nuestra mano para trabajar con el objetivo de poner fin a la ocupación”, explicó Mansour.

No obstante, esta propuesta no cuenta con el aval de todos los sectores, puesto que distintas corrientes proisraelíes se amparan en deliberaciones de la ONU y en argumentos religiosos para asegurar que el territorio palestino les pertenece. Estos sectores definen el territorio palestino como “zonas en disputa”.

La solución de los dos estados

Según Mansour, su país está dispuesto a dividir las tierras de manera que existan delimitaciones reales entre Palestina e Israel, lo que incidiría en el fortalecimiento de sus soberanías y en el trato igualitario de las poblaciones en cada nación.

“Nosotros aceptamos instaurar dos estados: uno con el 78% de la tierra para Israel y otro con el 22% para el Estado de Palestina”, indicó Mansour.

“Palestina abarcaría el territorio de Cisjordania, el este de Jerusalén y el de la Franja de Gaza (los territorios reconocidos internacionalmente como palestinos, pero ocupados por Israel)”, añadió.

No obstante, para el diplomático la flexibilización en el diálogo y la negociación para repartir el territorio no son  del todo compartidas por los líderes de Israel, puesto que existen corrientes que pretenden apoderarse de la totalidad del territorio palestino.

“No vemos una transformación del lado israelí para favorecer la convivencia; están deseosos de quedarse con toda la tierra y utilizan explicaciones religiosas para asegurar que les pertenece”, explicó.

“No vemos reciprocidad del otro lado, vemos que quieren todo y que desean crear condiciones para que nuestra población sea expulsada o forzada a vivir en un sistema de discriminación en su propia tierra, como pasó en Sudáfrica”, agregó.

Una solución es prioritaria

Para Mansour, la búsqueda de una solución al conflicto es algo que debe tratarse con cautela, pero reconociendo que debe lograrse rápidamente.

Mansour señala que una solución al conflicto es prioritaria no solo desde el punto de vista de la justicia internacional, sino que además es necesaria para evitar el estallido de nuevos conflictos entre ramas radicales.

“Si esto se extrema, no habrá esperanza alguna de que prevalezca la paz y de que podamos ponerle fin a esta tragedia”, dijo.

 Para Mansour, el hecho de que se utilicen argumentos religiosos para explicar que una tierra debe pertenecer a una población es un error que puede generar conflictos que “nada tienen que ver con la religión”.

“Si esto se convierte en una guerra religiosa, podría suceder lo que vemos en países como Irak, Siria, Yemen o Libia; será el mayor regalo que les podríamos dar a grupos como el Estado Islámico (ISIS)”

“Ellos quieren que inicien guerras religiosas en los ‘lugares santos’ para expandir sus proyectos de extremismo y justificar las cosas horribles que hacen”, explicó.

Sobre la tendencia de una parte del pueblo israelí de reclamar el territorio palestino por motivos relacionados con la religión judía, Mansour señaló que “Dios no contribuiría a la miseria de algunos para el beneficio de otros”.

“Dios nos ama a todos, somos sus hijos y estas ideas extremistas nada tienen que ver con la religión”, añadió.

Un llamado a Costa Rica

Antes de abandonar el Auditorio de Estudios Generales, Mansour destacó que todas las naciones del mundo – incluida Costa Rica – deben atender la situación desde un punto de vista humanitario, al tratarse de un conflicto con implicaciones internacionales.

Desde su punto de vista, si bien se pueden encontrar cada vez más síntomas de un mayor apoyo y reconocimiento al Estado de Palestina, es necesario que exista “más gente moviéndose en la dirección adecuada”.

“Costa Rica puede hacer más. Su Gobierno es un amigo cercano de Israel y también de Palestina, pero no puede jugar un rol de complicidad”, argumentó Mansour.

“Debemos ver la situación desde un punto de vista global, los países no pueden ver la situación y no hacer nada, todos tenemos algo que hacer”, concluyó.

En la organización de la visita de Mansour a la UCR también colaboraron la Cátedra Ibn Khaldun; el Programa de Radio 870, Edutopía; la Federación de Estudiantes de la UCR (Feucr); la Asociación de Estudiantes de Historia; las escuelas de Estudios Sociales y de Archivística; y la Red de Solidaridad con Palestina.

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