Ricardo Murillo es un entomólogo que inició su obsesión con los insectos desde los cinco años. A los 13 años había afianzado su interés en mariposas con varios miles en su colección personal y un vasto conocimiento en su taxonomía.
Su prematuro camino en el mundo de las mariposas lo motivó a tocar el timbre del Museo de Insectos de la Universidad de Costa Rica (UCR) en el año 1994, en los inicios de su adolescencia, para ofrecerse como voluntario.
Actualmente, 25 años después de llegar a la UCR, trabaja como coordinador del mariposario y la Reserva Leonedo Oviedo. Y como académico especializado en mariposas es un punto de enlace entre los actores involucrados en su comercialización en el país.
¿Cómo se llegó a criar mariposas para exportación?
-Las mariposas son altamente comercializadas de un montón de maneras distintas. La más antigua es para coleccionistas, eso se hace desde 1700 con Carlos Linneo, que mandaba a gente pagada a que atrapara mariposas al trópico. En la edad media era conocido que una persona con grandes colecciones de mariposas era una persona de clase alta. Muchas de las colecciones de la realeza terminaron en museos de historia natural en Europa.
Esto sigue hasta hoy y no está bien, las mariposas que compran muchos de los coleccionistas las capturan de forma ilegal, porque buscan mariposas raras que no están permitidas para comercialización al estar en peligro de extinción. Aunque es importante aclarar que los coleccionistas nunca han extinguido una especie, lo que las pone en peligro es la destrucción de su hábitat, mientras ese espacio exista ellas mantienen poblaciones saludables. Por ejemplo, hay una finca de siete hectáreas que sostiene una población de 110 individuos de morpho.
Otra forma de comercialización es la venta de pupas vivas que inició como a finales de los setenta en Ásia y se copió en Costa Rica en los ochenta. Este tipo de comercio consiste en criar las mariposas vivas y exportarlas en su etapa de pupa a exhibiciones de otros países.
¿Qué ha acabado con los hábitats de la mariposa?
-Los monocultivos. Las piñeras, las bananeras, la ganadería y la urbanización. Si usted corta un bosque eso daña a la población de las mariposas.
¿Por qué es importante que la mariposa se mantenga en el ecosistema?
-Las mariposas son de las principales polinizadoras de las flores, también son parte de la cadena alimenticia. A ellas se las comen las arañas, las mantis religiosas, un montón de insectos. Sin las mariposas se moriría una cantidad importante de la biodiversidad del mundo. También son controladoras de las plantas, ellas evitan que crezcan desproporcionadamente y evitan que se vuelvan invasivas.
En ese contexto, ¿qué hace sostenible a la comercialización de mariposas?
-Hay dos elementos que hay que tomar en cuenta. Primero, cuando usted pone a las mariposas en un mariposario las está aislando del resto y eso aumenta la consanguinidad, osea que se reproduzcan entre hermanos. Esto genera problemas genéticos, entonces los mariposarios necesitan seguir atrapando mariposas de afuera, nuevas, para que entre ADN fresco a la población. Si destruyen el bosque alrededor del mariposario van a desaparecer la población y su variación genética. Esto imposibilita al mariposario a seguir reproduciendo y los obliga a proteger el bosque que los rodea.
Segundo, para producir se necesita una planta específica, una planta hospedera, y si usted quiere tener diez mariposas diferentes necesita esas diez plantas distintas y esas plantas no tienen ninguna utilidad para el ser humano. Entonces la gente las corta como maleza, pero en los mariposarios más bien las reproducen, las propagan y las siembran más adentro y afuera para aumentar la población silvestre también.
Los productores también se pueden compartir especies…
-Es muy importante el trabajo en equipo, principalmente si no tiene un bosque para poder agarrar de afuera. Lo que pasa es que para poder sacar del bosque también se necesita un permiso del Sinac, si usted quiere evitarse esos trámites simplemente las compra. Por otro lado, en todo mariposario siempre se escapan mariposas; eso los hace siempre donadores de mariposas a la naturaleza porque es imposible que no se escapen.
¿Qué fue lo que alteró el orden en este tipo de comercio?
-Hay muchas opiniones con respecto a eso. Lo que sucede es que a pesar de que muchos de los mariposarios han trabajado bien desde los ochenta, otros han incurrido en prácticas no sostenibles. Por ejemplo, en vez de cultivar sus plantas hospederas agarraban plantas del bosque. Lo que pasa es que la población del bosque no es tan grande como para la crianza comercial, entonces voy disminuyendo la cantidad de plantas y las mariposas de afuera ya no encuentran dónde poner huevos. La segunda práctica mala es que algunos empezaron a atrapar más mariposas de afuera para aumentar sus poblaciones más rápido. A la larga son prácticas en las que incurrieron porque los biólogos regentes no supieron asesorar bien a los mariposarios.
Por esta razón el Sinac modificó la Ley de Conservación de Vida Silvestre y la hizo más estricta. El problema con la ley es que se hizo de forma genérica para todos los centros de manejo de vida silvestre. Otros centros de manejo no relacionados con mariposas se vieron afectados, centros muy poderosos económicamente, no como los mariposarios. Tenían la capacidad de contratar abogados y poner un recurso de inconstitucionalidad al reglamento. Esto generó una ola de presión muy grande sobre los mariposarios, quienes al final fueron los que se vieron afectados por el recurso porque lo paralizó la salida de permisos que muchos ya tienen que renovar para continuar su actividad.
¿Cuál es el papel del regente dentro de este conflicto?
-La figura del regente es la de un fiscalizador del Estado. Las mariposas son patrimoniales; la vida silvestre no tiene dueño; la doméstica sí tiene. El perro y la vaca pueden ser suyos, mientras no los maltrate; pero las mariposas no pueden ser suyas, es como una concesión que se hace a manos privadas para un uso sostenible de ellas. Para que el Estado se asegure de que este patrimonio se usa de forma adecuada le dice al productor que tiene que contratar a un regente que me informe de cómo lo está haciendo y que se asegure de que está cumpliendo la ley. La regencia implica hacer un plan de manejo que establece los procedimientos a seguir y que se aprueba por Sinac, y también realiza visitas periódicas para cada tres meses hacer un informe.
Es un conflicto que el regente fiscalice a quien le da su salario…
-Claro, un productor tiene el poder sobre el regente. Si el regente lo acusa con el Estado podría ser despedido y me busco a otro, es un defecto grandísimo del sistema.
¿Hay otras especies con las que se comercialice?
-Ninguna.
¿Qué hace a las mariposas diferente?
-El mercado es muy grande; por ejemplo, está creciendo muy lentamente el de grillos para alimentación, pero eso no es popular. Las mariposas se han universalizado como vehículos en la educación ambiental en todo el mundo; por medio de las exhibiciones de mariposas se sensibiliza sobre la biodiversidad en los trópicos. La mariposa es carismática, es un vehículo que conecta la naturaleza con el ser humano alrededor del mundo.
¿En dónde hay mariposarios en Costa Rica?
-En todo el país; sin embargo, la capital de los mariposarios de Costa Rica es la zona Caribe, porque es donde hay más y donde están las mejores condiciones para criaderos. El pacífico sur también tiene muy buenas condiciones pero como el país inició en el Caribe por su cercanía con el valle central, que facilita el transporte de las pupas, al final se desarrolló ahí principalmente.
¿Cómo se trasladan las pupas?
-Muchas veces las mandan por encomienda en bus, que es un sistema muy peligroso, porque a veces se calienta o golpea y eso genera muchas pérdidas. Se usa ese sistema por falta de colaboración, porque si los productores se pusieran de acuerdo podrían trasladar en un transporte adecuado. Pero el sector productor es muy celoso con su información porque les ha costado mucho y no quieren más competencia.
¿Por qué les ha costado?
-Porque muchos han tenido que convertirse en biólogos de forma empírica porque los regentes no saben de mariposas, no están capacitados. Quienes han llamado a formar regentes especializados en un área han sido las universidades, la primer universidad en dar un curso de regencia es la UCR y empezamos en el 2010; osea, 30 años después de que inició esta actividad productiva. Durante ese tiempo ellos no han estado capacitados y se volvieron solo un requisito.
¿Qué se esperaba conseguir al reunir a todos los actores en el congreso de mariposarios?
-El congreso fue un hecho histórico. Es la actividad más grande que ha ocurrido en Latinoamérica en relación con la producción de mariposas. El gobierno, los productores, exportadores y la academia se reunieron en el mismo lugar. En ese diálogo se encontraron las debilidades del sector, el Gobierno se da cuenta de las necesidades de acompañamiento, la academia de la falta de formación y le demuestra a los productores que los problemas son generalizados y no particulares.
Al final demuestra que Costa Rica ha salido adelante porque el recurso es bondadoso, pero no porque lo manejemos bien.