Universitarias También se facilitan proyectos en acción social, docencia e innovación

Fundación UCR celebra 33 años siendo aliada de la investigación

La entidad se encarga de la gestión administrativa de los proyectos, apoya la capacitación y proyección del quehacer universitario a nivel nacional e internacional. Si bien la pandemia impactó sus finanzas, la fundación responde con una ruta estratégica trazada al 2024.

El altruismo universitario tiene, en los sueros antiofídicos producidos por el Instituto Clodomiro Picado, uno de sus mayores ejemplos. Gracias a la investigación, el instituto ha desarrollado no solo conocimiento sobre venenos de serpiente sino también tecnología para contrarrestarlos.

Anualmente, el Instituto Clodomiro Picado distribuye aproximadamente 100.000 frascos de suero antiofídico que salvan las vidas de entre 10.000 y 20.000 personas, no solo en Costa Rica, sino en 14 países de alta vulnerabilidad social. La mayoría de las mordeduras de serpientes ocurren en países pobres y afectan a personas de escasos recursos que viven en zonas rurales.

“El financiamiento, facilitado por la Fundación UCR, ha permitido que estos investigadores tan brillantes lleven ayuda a un continente que lo necesita como es África”, comentó María Laura Arias, vicerrectora de Investigación de la Universidad de Costa Rica (UCR).

La Fundación UCR se creó en agosto de 1988 bajo el mandato del rector Fernando Durán.

La fundación, creada hace 33 años, pone su estructura a disposición de los investigadores y académicos para que estos puedan dedicarse a generar conocimiento, despreocupandose así de los temas administrativos. “La fundación cumple muy bien siendo un ente privado, de utilidad pública, sin fines de lucro”, recalcó Arias.

Según la vicerrectora, eso permite un manejo ágil y transparente de los fondos, lo cual mejora la capacidad de respuesta ante convocatorias de financiamiento, lo que a su vez brinda competitividad a los proyectos universitarios.

Además, esta dinámica permite una vinculación remunerada con el sector externo que se traduce en ingresos. “No solo es poner los resultados de la actividad académica al servicio de la sociedad sino también generar ingresos para la Universidad”, destacó Jose Alberto Moya, delegado ejecutivo de Fundación UCR.

Arias recalcó que, a través de acuerdos y convenios, los investigadores y académicos han podido estrechar vínculos con instituciones públicas y privadas, dándole una proyección nacional e internacional a su quehacer.

“La fundación ha apoyado a nuestros investigadores para que vayan a presentar ponencias, obtengan becas y asistan a congresos no solo a aprender, sino también a llevar los proyectos que se desarrollan aquí a otros países. Gracias al apoyo que ha dado la fundación, hemos podido exportar todo ese conocimiento”, dijo la vicerrectora, y agregó: “esto es importante porque nos permite no solo crear redes de conocimiento sino también importar conocimiento y tecnologías novedosas”.

Más que investigación

Si bien la Fundación UCR es un aliado de la investigación, su apoyo también se refleja en proyectos de acción social, docencia e innovación y emprendimientos.

Por ejemplo, la fundación gestiona proyectos enfocados a la inclusión social, como es el caso del Programa Institucional de Inclusión de Personas con Discapacidad Cognitiva a la Educación Superior (Proin) y el Programa Institucional para la Persona Adulta mayor (PIAM).

En el sector cultura, Danza Universitaria y Teatro Girasol han suscritos proyectos con Fundación UCR; mientras que el programa de idiomas de la Escuela de Lenguas Modernas, que es abierto al público, cuenta con el apoyo de la entidad.

Actualmente, la Agencia Universitaria para la Gestión del Emprendimiento (Auge) optó por la fundación como mecanismo financiero del proyecto que suscribió con una universidad coreana en pro de la promoción de emprendimientos.

Fundación UCR también cuenta con el Protolab, un laboratorio dedicado a desarrollar prototipos, cuyos equipos —entre ellos, impresoras 3D y una cortadora láser— están a disposición de cualquier emprendedor a un bajo costo.

Facilitador

Los proyectos se inscriben ante la vicerrectoría correspondiente y el coordinador define el mecanismo de administración financiera, entre los que está la Fundación UCR. “Lo que hacemos es dar apoyo a la gestión administrativa de los proyectos. Manejamos toda la parte financiera, la parte de recursos humanos y todo lo que tiene que ver con logística como compra de insumos, pagos al exterior, etc.”, explicó Moya.

Si bien la fundación se creó por y para la UCR, esta es una entidad de derecho privado. “Tenemos una agilidad que tal vez la Universidad no tiene, somos más flexibles para contratar, pagar y hacer trámites bancarios”, dijo el delegado ejecutivo.

A la fecha, Fundación UCR ha acompañado a más de 4.000 proyectos, programas y actividades de vínculo externo remunerado (341 están activos), así como más de 300 convenios de gestión de proyectos a terceros.

“Como fundación no solo gestionamos proyectos que se generan a lo interno de la academia, sino que podemos gestionar proyectos de terceros, por ejemplo, los provenientes de organismos de cooperación internacional”, dijo Moya.

En este sentido, se cobra el 5% del presupuesto del proyecto por concepto de costo administrativo. Por tanto, la cantidad de proyectos incide en las finanzas de la entidad y, por supuesto, la pandemia afectó a la fundación en este sentido.

Comparando 2019 y 2020, la cantidad de proyectos disminuyó. “Antes de la pandemia, manejábamos más de 500 proyectos y, para junio de 2021, esa cifra fue de 341. Eso impactó los ingresos de la fundación y de la Universidad”, dijo Moya.

Aún así, del 2016 al 2020, la fundación trasladó a las arcas universitarias más de 14.000 millones de colones. Aumentar la cantidad de proyectos y, por ende, los ingresos universitarios es la meta para los próximos años. Para ello, se trazó un plan estratégico con plazo al 2024.

Aparte de asegurar la calidad de los servicios que se brindan, el plan visualiza acciones para que las plataformas tecnológicas estén integradas y sean más ágiles. También se implementarán ajustes internos en relación con la normativa vinculante para así “propiciar una sana ejecución de los recursos financieros de los proyectos”.

Una mayor promoción de los servicios será prioridad. Por esa razón, la fundación se acercará cada vez más a la comunidad universitaria.

Pero, más allá de esto, y según Moya, Fundación UCR aspira a ser reconocida como un modelo a seguir en cuanto al apoyo que se brinda al desarrollo de la ciencia, la tecnología, la innovación y la transferencia de conocimiento, los cuales contribuyen a mejorar la calidad de vida de las personas.

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