Ingrid Salazar Picado, de la carrera de Matemática; Ernesto Delgado Páez, de Computación; y Maricruz Vásquez Sandí, de Ciencias Actuariales; junto con su entrenador, Kevin Rojas, se llevaron la mención honorífica en la competencia de programación que se realizó en el International Collegiate Programming Contest (ICPC) en Luxor, Egipto, entre el 14 al 19 de abril.
La mención honorífica se le otorga a los equipos que logren resolver de uno a cuatro problemas. Los costarricenses completaron uno y estuvieron muy cerca del segundo.
A pesar de que no consiguieron su meta de igualar o batir el récord centroamericano (dos problemas), Maricruz Vásquez está contenta con el resultado y motivada por retornar: “Todos quedamos ‘picados’ y queremos volver más preparados el próximo año, proponiendonos objetivos aún más altos”.
¿Cuáles objetivos? Ernesto Delgado ennumera dos: obtener un mejor puntaje y asegurarse de que Costa Rica no vuelva a quedar de último lugar. El país ha quedado en el último lugar del mundo en dos ocasiones, y no por falta de capacidad o esfuerzo. Simplemente, los otros equipos tienen mucho más recursos y recorrido.
Según Maricruz, la experiencia, el aprendizaje y el crecimiento valieron la pena: “Los mejores equipos del mundo en un solo lugar. Se aprende muchísimo solo de convivir con todos. Por ejemplo, nos invitaron a participar en campamentos de programación en otros países, completamente gratis”.
Describir a sus contrincantes como ‘los mejores del mundo’ no es una exageración. Ernesto ahondó al respecto: “El muchacho a mi izquierda trabajaba en Google, el de mi derecha trabajaba en Meta (Facebook), y casi todo el mundo programaba desde la primaria. La gente paga una entrada para ir a verlo a uno programar”.
No obstante, sus rivales no eran su única preocupación, pues la mañana que amanecieron en Luxor fue el día que Irán atacó a Israel: “Nos llegaban noticias de un posible cierre de vías áreas en Egipto debido al conflicto. Sin embargo, durante la semana no pasó a más y logramos salir sin complicaciones”, contó Maricruz.
Asimismo, a Maricruz la entristeció la poca participación de mujeres. “Es la más reducida que he experimentado hasta el momento en toda mi carrera olímpica”, afirmó. “Llegué a conocer a otras cuatro mujeres más, todas de Latinoamérica, en comparación a los cientos de hombres”.
