La aspirante al Consejo Universitario por el Área de Artes y Letras, Patricia Fumero, considera que ese órgano de la jerarquía universitaria sí tiene un deber ético de llamar la atención sobre las situaciones que no estén bien en la Universidad de Costa Rica.
En la entrevista de cara a la elección del próximo 10 de noviembre en el que se elegirán cuatro nuevas personas para integrar el Consejo Universitario, Fumero valoró la medida de la vacunación obligatoria contra el COVID-19, los efectos de la Regla Fiscal y la virtualidad en la docencia.
Como candidata, Fumero ofrece su experiencia en diferentes áreas del quehacer universitario, que la han llevado a colaborar en sedes universitarias como la de Occidente y el Pacífico, ha sido directora del Doctorado en Sociedad y Cultura y actualmente dirige el Instituto de Investigaciones en Arte.
“La docencia que yo imparto, que básicamente es desde los Estudios Generales y desde dos diferentes posgrados, también me han permitido ver de cerca cuál es la vulnerabilidad, no solo el área en que estamos, sino de las sedes”, aseguró Fumero.
Sobre una reciente resolución en que un tribunal contencioso administrativo calificó al Consejo Universitario como un órgano “administrativo” que no puede ejercer votos de censura ni control político, Fumero comentó que esto puede ser cierto en lo legal, pero no en la responsabilidad ética que tiene el Consejo.
“Si bien el Consejo Universitario no es un controlador o fiscal político, yo creo que sí tiene la responsabilidad de llamar la atención sobre ciertos temas que son pertinentes para la gestión universitaria”, aseguró.
Para la candidata, de llegar al Consejo Universitario será fundamental abordar el tema del interinazgo y el poder garantizar a las futuras generaciones una educación universitaria de calidad que vaya de la mano con que se garantice la sostenibilidad financiera de la institución.
“Lo que está de fondo es garantizar al país los profesionales capacitados de primer orden y eso se logra solo con una educación de calidad, en la cual eso supone una inversión también en sus docentes, en sus administrativos, como en sus instalaciones”, agregó.
En el tema financiero, a Fumero le preocupan las limitaciones que vienen unidas a la aplicación de la Regla Fiscal, pues aunque se aumenten los recursos asignados a la Universidad de Costa Rica, esta norma impide ejecutarlos.
“Yo creo que la regla fiscal va a tener que discutirse no solo a lo interno de la Universidad, sino dentro aquellas instituciones sociales, porque la regla fiscal lo que está frenando es que las instituciones sociales del Estado costarricense puedan cumplir su función”, criticó.
Fumero opinó que las personas que se sienten “violentadas” en sus derechos individuales por la medida que obliga a la vacunación contra el COVID-19, no lo están, pues este es un asunto de bienestar social en el que “como sociedad nos estamos cuidando”.
Sobre la virtualidad a la que ha obligado la pandemia, Fumero reconoce que se ha hecho un esfuerzo por mantener la actividad desde la virtualidad, pero considera que la institución debe avanzar hacia verdaderas metodologías y pedagogías que faciliten la docencia a distancia.
