Universitarias

Docentes de la Escuela de Psicología buscan crear un observatorio de la Salud Mental en el país

Indicaron que sería una instancia independiente de la Escuela de Psicología, de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Universidad de Costa Rica. “Estamos cercanos a la Escuela, pero no pretendemos ser la voz oficial”, dijo Andrés Dinartes Bogantes.

Con una invitación virtual que circuló especialmente entre grupos de docentes y estudiantes de Psicología y la Universidad de Costa Rica, José Manuel Salas Calvo, Lucía Molina Fallas, Ignacio Dobles Oropeza y Andrés Dinartes Bogantes, profesores de la Escuela de Psicología de la Universidad de Costa Rica (UCR), invitaron a la ciudadanía “a una reunión para discutir la conformación de una instancia para la reflexión y acción crítica en el ámbito de la Salud Mental en el país”, que podría transformarse en un observatorio.

“Consideramos que este campo sostiene hasta hoy deudas históricas y no existe un espacio amplio y crítico para el análisis y la incidencia. Tenemos ideas que queremos compartir, realimentación y generar un colectivo de trabajo en las intenciones antes planteadas”, decía la convocatoria.

La primera reunión tuvo lugar el pasado miércoles 10 de abril a las 6 p.m., en la Sala de Sesiones de la Escuela de Psicología de la UCR, en el sexto piso de la Facultad de Ciencias Sociales, en la Ciudad de la Investigación. Llegaron 26 personas, entre personas psicólogas, docentes, investigadores y estudiantes de Psicología, una docente de Sociología y un terapeuta ocupacional.

“Queremos realizar acciones que nos permitan llamar la atención y poner en discusión, y ojalá hacer incidencia en los diferentes espacios, tanto universitarios como de la política nacional”, Andrés Dinartes Bogantes.

Explicaron que el detonante fue la Ley Nacional de Salud Mental, que fue discutida el año anterior en la Asamblea Legislativa y entró a regir tras su publicación en La Gaceta el 19 de diciembre de 2023. Aseguraron que varios sectores, incluyéndose, quedaron insatisfechos, pues consideran que la Ley tiene una visión médico centrada (mayor énfasis en la atención clínica y medicamentos) y no corresponde con los lineamientos más avanzados en salud mental. Otras personas en la sesión también criticaron que solo contempla internamiento y diagnóstico en hospitales.

En palabras de Andrés Dinartes: “La idea surge el año pasado cuando José Manuel (Salas, docente) presenta a la Asamblea de la Escuela de Psicología la necesidad de que haya una mayor discusión de diferentes temas, en ese momento muy motivado por justamente esta deuda que estaba señalando Manuel en el plano de la Ley de Salud Mental. No hubo mayor repercusión, no hubo mayor presencia o incidencia de diferentes espacios”.

Plantearon como propósitos generales para comenzar a valorar dentro de la eventual creación de un observatorio:

  • Difundir y trabajar el pensamiento crítico en la salud mental.
  • Dar seguimiento a políticas y eventos que tienen que ver con la salud mental en el país.
  • Estimular la elaboración de diagnósticos e investigaciones críticas sobre salud mental.
  • Promover acciones de formación y discusión desde una perspectiva crítica de la salud mental.
  • Pronunciarse sobre diversas acciones, situaciones y discusiones relacionadas a la salud mental en el país.
  • Articular, como otros grupos, instituciones o comunidades, en torno a una perspectiva crítica de la salud mental.

Sin embargo, clarificaron que todo está en “borrador”: “No es que lo que estamos señalando aquí se tiene que hacer. Se pueden proponer cosas, pero ante todo queremos formar una especie de tejido militante”, comunicó Dinartes.

Asimismo, esbozaron tres ejes iniciales, como son el poder médico, lo institucional y la socialización.

Según Lucía Molina, “estos serían los grandes muros con los que chocamos”, no obstante, también están para ser pensados y modificados. Molina ahondó en que el eje del poder médico tiene que ver con un movimiento hacia lo más psicosocial, “lo institucional termina siendo la forma en que nos deshacemos de aquello que nuestras sociedades no pueden hacerse cargo”, y para el último eje pensaban “en algo que tenía que ver con socializar, interactuar o poder llevar discusiones a ámbitos fuera de los académicos”.

En el espacio para la participación de las personas que atendieron la convocatoria, se discutieron muchos asuntos sobre salud mental, tanto en el país como en la Universidad. Por ejemplo, se propuso hacer reformas a la Ley Nacional sobre Salud Mental en aspectos específicos. Se sugirió hacer discusión política o epistemológica (validez del conocimiento científico) desde el Observatorio, para formarse en diversos temas, así como hacer psicoeducación.

Se tocaron temas como los problemas de salud mental en la comunidad trans, la venta y consumo de Clonazepam como una droga recreativa y lo que denunciaron como el “silencio institucional por parte de la Escuela de Psicología en situaciones de suicidio”.

Consultado por UNIVERSIDAD, Jorge Sanabria, director de la Escuela de Psicología de la UCR, rechazó esa aseveración expresada en la reunión y afirmó que “no hay silencio institucional”, pues el Decanato de la Facultad de Ciencias Sociales lidera desde hace “muchos meses” una iniciativa para la atención integral de la salud y la salud mental de la población estudiantil, docente y administrativa.

Añadió que en ese contexto también se han sostenido reuniones y planteado propuestas ante la Rectoría, Vicerrectoría de Vida Estudiantil y la Oficina de Bienestar y Salud.

Explicó que varias escuelas de la Facultad de Ciencias Sociales se han sumado a esa iniciativa y destacó que Priscilla Echeverría es la profesional a cargo de organizar este proceso y reunir propuestas, al tiempo que destacó que “han sido bienvenidas” todas las personas abiertas a colaborar con el tema.

El director recordó que cuando se dio la discusión sobre la Ley de Salud Mental, la Escuela de Psicología envió “la síntesis de los aportes de diferentes especialistas de nuestra unidad académica” al Consejo Universitario.

Sanabria recalcó que tanto la Facultad como la Escuela han sido pioneras en alertar a las autoridades universitarias para que las acciones provengan de estudios “concienzudos y se constituyan en políticas universitarias”.

Otros temas del estudiantado

Igualmente, se mencionaron detalles del día a día en la UCR que pueden afectar la salud mental del estudiantado, como que los horarios no consideren la hora de almuerzo, o que al interpretar los créditos que implica llevar bloque completo en horas, en muchos casos suman más que una jornada laboral.

“Queremos realizar acciones que nos permitan llamar la atención y poner en discusión, y ojalá hacer incidencia en los diferentes espacios, tanto universitarios como de la política nacional. Que este espacio nos sirva para articularnos”, comentó Dinartes.

Por su parte, José Manuel Salas confesó que para él “es muy importante que, a corto plazo, podamos tener algún tipo de incidencia mínimo en el Colegio, en la Escuela de Psicología y en la Universidad, y tirar líneas hacia la opinión pública”.

Por tanto, dijeron que cualquier persona puede formar parte de este espacio, no solo personas relacionadas con el área de la Psicología o estudiantes de la Universidad de Costa Rica.

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