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Directora del CIEM: Elecciones nacionales se caracterizaron por pactos patriarcales

La investigadora y profesora de la UCR expuso que las mujeres fueron la población más vulnerada durante la coyuntura electoral, dado que la pandemia agravó su contexto de exclusión y desigualdad.

Las elecciones nacionales estuvieron caracterizadas por los pactos patriarcales, según expuso Montserrat Sagot Rodríguez, socióloga especializada en género y política, profesora y directora del Centro de Investigación en Estudios de la Mujer de la Universidad de Costa Rica (CIEM-UCR), en el conversatorio Análisis de las elecciones desde la perspectiva de los pactos patriarcales celebrado el pasado jueves 31 de marzo.

De acuerdo con Sagot, un pacto patriarcal “es una complicidad histórica entre los hombres para mantener sus privilegios”. De esta manera, también son pactos silenciosos  y de interclase, que “llevan a mover las realidades políticas que ocurren entre varones que pertenecen a diferentes estratos sociales, pero que los une el ser varones y los une también el deseo de mantener ciertos privilegios. En este caso en particular, los privilegios que tienen que ver con el acceso a los cuerpos de las mujeres”, sentenció la directora del CIEM.

Bajo esa línea, y analizando la última disputa electoral, Sagot comentó que el presidente electo del Partido Progreso Social Democrático (PPSD), Rodrigo Chaves Robles, alcanzó su posición tras un engaño a la población, ya que los votantes creían que estaban votando por la diputada electa Pilar Cisneros en diferentes provincias.

“Ambos (candidatos presidenciales) están impulsados por los pactos patriarcales, por ese acuerdo implícito entre varones, pero por razones diferentes. Básicamente pasaron a la segunda ronda, y desde mi punto de vista, los candidatos que más pudieron recolectar y que más pudieron aprovecharse de los pactos patriarcales”, Montserrat Sagot Rodríguez.

Es así como a través de la figura de Cisneros se puede analizar el rol de las mujeres dentro de los pactos patriarcales, porque, en su opinión, “generalmente las mujeres que forman parte de los pactos patriarcales son porque terminan obteniendo ventajas, obteniendo beneficios”. En el caso de Cisneros, obtuvo la diputación y la retribución económica de los bonos electorales, explicó.

Sagot indicó que Chaves es el candidato de las personas “resentidas con el sistema, es el candidato de las personas que incluso empiezan a asociar democracia con corrupción […] Es un voto protesta en contra de las formas tradicionales de hacer política, pero no es cualquier voto protesta, es un voto protesta empujado por esos pactos patriarcales”.

Por el otro lado, según el argumento de la académica, la campaña del excandidato presidencial del Partido Liberación Nacional (PLN), José María Figueres, también fue producto de los pactos patriarcales, ya que el excandidato “está acusado de violencia intrafamilar, aunque no ha sido llevado a ninguna sanción”, y cuestionamientos por “evasor de la justicia”, el escándalo ICE-Alcatel, aunque nunca fue citado por el Ministerio Público.

Encima, para Sagot, “el asunto con Figueres es que representa lo peor de la política tradicional. Figueres de alguna forma recoge en sí, en su historia, lo que una gran parte de la ciudadanía rechaza de la política tradicional”. Por esto, los votantes que favorecieron a Figueres eran los seguidores históricos del PLN y las personas temerosas al gobierno de Chaves; de acuerdo con la investigadora y profesora.

 Mujeres en las propuestas políticas

 La directora del CIEM afirmó que las elecciones se dan durante la pandemia de la  COVID-19, la cual deja a las mujeres como la población más afectada, al experimentar expulsión del trabajo remunerado, redomesticación, y aumento de la violencia y de la mortalidad materna.

Esa realidad genera mayor exclusión y desigualdad, agravada por la pandemia; por lo que anhelaba que las propuestas de los partidos políticos apuntaran a resolver estos problemas. Pero Sagot notó la ausencia de la temática de mujeres y derechos humanos en todos los programas políticos en la primera ronda electoral.

“Las mujeres fueron las grandes olvidadas en los programas y en las propuestas. Y no solamente las mujeres, sino los efectos de la pandemia por sexo, por edad, por zonas geográficas, por grupos culturales, por orientación sexual; no fueron abordados directamente por las candidaturas”, añadió Sagot.

Uno de los pocos temas discutidos en la campaña electoral fue el acoso sexual, a raíz de “la sanción de Rodrigo Chaves por hostigamiento sexual”, destacó Sagot, quien estima que el tema fue utilizado como una instrumentalización para criticar al candidato, y no para proponer soluciones.

Ya para la segunda ronda, la investigadora dijo que se abordó el tema de la ideología de género, mencionado por los candidatos para atraer el voto evangélico. Así, Chaves firmó un acuerdo con los pastores evangélicos y se comprometió a revisar tanto la norma técnica para el aborto terapéutico como la fertilización in vitro, mientras que Figueres criticó la educación sexual en la educación primaria.

Para Sagot es necesario tratar de reconstruir el tejido social “que ha estado muy afectado y muy destruido por la creciente desigualdad y también por la pandemia”, junto al fortalecimiento de los grupos y organizaciones comunales.

“Defender la democracia, aunque para alguna gente la democracia ya no sea un concepto de valor, con todo lo que tengamos a nuestra mano. Defender la institucionalidad pública es defender lo que ha sido ganado a través de la historia de este país […] Y esperar a que la organización popular, la organización social, pueda de alguna forma convertirse en un elemento importante de resistencia”, culminó Sagot.

El conversatorio de Análisis de las elecciones desde la perspectiva de los pactos patriarcales fue organizado por la Cátedra de Realidad Nacional Yolanda Oreamuno del Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC), y se encuentra disponible en su página de Facebook.

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