Universitarias

Consejo Universitario adaptó el Estatuto Orgánico de la UCR al lenguaje inclusivo de género

La actualización del estatuto quedó en firme desde el 17 de octubre de 2023.

Luego de un amplio y cuidadoso proceso de análisis de dos años, el Consejo Universitario (CU) dejó en firme la modificación del Estatuto Orgánico de la Universidad de Costa Rica, con la incorporación del lenguaje inclusivo de género. 

El ajuste se aprobó el pasado 17 de octubre, en la sesión N.° 6746, y el órgano colegiado dejó claro que la iniciativa no constituye una reforma en sentido estricto, pues se trata de una simple adaptación lingüística, acorde con los principios de igualdad y no discriminación ya incorporados en el Estatuto Orgánico.

Revisión integral

La necesidad de realizar esa revisión integral fue planteada por el Consejo Universitario en la sesión N.° 6464 del 11 de febrero de 2021, siendo una iniciativa de la directora del Consejo, Carmela Velázquez Carrillo, quien a través de la Comisión del CU, estableció una subcomisión evaluadora del documento. 

Este trabajo estuvo a cargo de la Comisión de Estatuto Orgánico con el apoyo de una subcomisión de especialistas en lingüística, bajo la coordinación de Velázquez, y en la que participaron Nicole Cisneros Vargas, filóloga del Consejo Universitario; Antonio Leoni de León, director del Instituto de Investigaciones Lingüísticas; Gabriela Cruz Volio, investigadora del Instituto de Investigaciones Lingüísticas; Annette Calvo Shadid, profesora de la Escuela de Filología, Lingüística y Literatura; y Fabián Augusto Porras Matamoros, representante de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica (FEUCR).

El órgano revisó uno a uno los artículos del Estatuto en una primera lectura. En la segunda revisión se distribuyó el texto en parejas para su evaluación. De esta segunda revisión se establecieron ajustes adicionales al texto. Además, se marcaron los artículos que podían representar alguna duda legal para los miembros del órgano evaluador. Esto conllevó la realización de consultas a la asesoría legal del CU y de la Oficina Jurídica de la UCR.

Una vez concluídas las consultas legales, se procedió a la tercera revisión del Estatuto, donde, con el acompañamiento del asesor legal del Consejo, se evaluó por última vez el texto. Esto permitió a los expertos la aclaración de dudas durante el proceso. Por último, se realizó un plenario con el órgano colegiado para una cuarta revisión, en conjunto, de cada artículo, en sesiones extraordinarias, a la cual Velázquez define como una etapa “importante por la participación de todos los miembros en el proceso”.

“Una revisión que nos hizo la Oficina Jurídica determinó que como esta era una rectificación de forma y no de fondo, la aprobación que se requería para hacerlo era únicamente a través del órgano colegiado del Consejo Universitario. Es decir, no es necesario someterla a la Asamblea Colegiada Representativa, dado que se aplicó la política institucional de no discriminación y la del uso del lenguaje inclusivo”, aclaró la directora del Consejo. 

Grandes cambios 

Pese a la política universitaria de disponer del lenguaje inclusivo en toda documentación oficial, esto no era una realidad en el Estatuto Orgánico de la UCR previo al 2021, dado que cada vez que se presentaba una modificación se solicitaba esta regla sobre el nuevo texto. Esto conllevó a un documento desfasado y heterogéneo, con parte de sus artículos que contemplaban el lenguaje inclusivo, mientras que el resto no presentaban este lenguaje, al no haber sido sujetos de revisión ni modificación.

“Previo a este ajuste, podíamos encontrar dentro del Estatuto un artículo con lenguaje inclusivo, el siguiente no, el que venía después sí lo incluía. Entonces, resultaba un poco confuso y hasta chocante, debido a que se le atribuían algunas funciones a un vicerrector de Acción Social, por ejemplo, y en este momento tenemos una Vicerrectora. De modo que no era amigable en este sentido”, señaló la directora del CU. 

Desafíos en la homologación del texto

“Esto era un proceso muy delicado, debido a que lo que nosotros teníamos como mandato era la modificación de forma, pero no podía modificarse nada de fondo del Estatuto. Así fue como lo hicimos, con sumo cuidado, con el debido acompañamiento, para asegurarnos de que esos ajustes que se hicieron no cambiaran nada en el fondo. Sin este trabajo de las personas expertas y el trabajo en conjunto, no hubiera sido posible estas modificaciones”, comentó.

La académica asegura que este proceso debe realizarse bajo las estrategias adecuadas, para que el lenguaje inclusivo a lo interno del documento no se tornase pesado, por sus propias reglas e interpretaciones, evitando, así, que el documento presentase repeticiones constantes en el texto, tales como: “el vicerrector y la vicerrectora”.

“Si usted empieza a desdoblar o citar a todas las personas, se hace muy pesado el texto. Entonces, se implementaron diferentes estrategias lingüísticas para asegurar que fuera amigable, de que fuera un documento de lectura para la comunidad universitaria”, afirmó.

“Como Comisión quedamos muy satisfechos con el ajuste que se le hizo al texto, porque lo hizo homogéneo, uniforme. Quedó un documento que, en este momento, tiene el lenguaje inclusivo de género, aplicando lo que la universidad tiene establecido. Es decir, cumple con todo lo establecido en el uso del lenguaje con perspectiva de género”, añadió la académica. 

Importancia de la perspectiva del género en el Estatuto

“Como directora del CU me siento muy contenta de la coherencia con que cuenta el documento en cuanto a la lectura y la coherencia del lenguaje, es muy importante, como referencia de la institución a nivel nacional. Este es un documento que puede servir de ejemplo para muchas instancias nacionales”, manifestó.

“Desde el punto de vista de la inclusión del lenguaje con perspectiva de género se ha ido aprendiendo, dentro de la experiencia en la universidad, que esta forma de discusión es un reconocimiento al género. En términos generales, es totalmente inclusivo, tanto hombres como mujeres estamos contemplados en ese texto. Desde ese punto de vista, siento que este estatuto es un producto de mucho valor que está entregando el Consejo Universitario a la comunidad, como una forma de asegurarnos que todos estamos incluidos dentro de dicha comunidad”, concluyó.

 

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