Universitarias Colaboración Internacional

Científicos UCR participan en creación de variedad de frijol resistente al cambio climático

Variedad ayudará a 8.000 productores nacionales a reducir la pérdida de cosechas por sequía.

Una nueva variedad de frijol resistente al cambio  climático fue creada por  científicos de la Estación  Fabio Baudrit de la Universidad de  Costa Rica (UCR), en conjunto con el  Centro Internacional de Agricultura  Tropical (CIAT), en Colombia, y la  Escuela Agrícola Panamericana El  Zamorano, en Honduras.

La variedad “Nambí” fue el fruto  de un trabajo colaborativo de cinco  años y se caracteriza por ser toleran- te a la sequía terminal causada por  el cambio climático, la cual reduce  significativamente la producción de  la planta de frijol y puede llevar a la  pérdida de cosechas enteras.

En Costa Rica existen unos 8.000  agricultores que dependen de la  producción de frijol para su sustento anual. Además, este producto es  uno de los principales componentes  de la canasta básica.  Debido a esto, los científicos de  la sección de Leguminosas tuvieron  que adelantarse a las consecuencias  que podría tener el cambio climático  para desarrollar esta nueva variedad  y así evitar mayores pérdidas.

Los investigadores tomaron en  consideración que el frijol se cosecha  durante periodos secos para asegurar una buena calidad de grano. Sin  embargo, cuando ese periodo llega  antes de tiempo, el frijol empieza a  sufrir por sequía puesto que afecta  su etapa reproductiva.

Además, como el cambio climático  ocasiona altas temperaturas, tanto  diurnas como nocturnas, estas influyen en el rendimiento de la planta y se  da una penalidad para la producción  del cultivo.

Por ejemplo, en el 2015, el país  vivió una fuerte presencia del fenómeno El Niño que generó altas temperaturas nocturnas en la zona de  Buenos Aires.

Esto causó que el polen  de la planta perdiera habilidad, y por  ende fallara la fecundación y la producción de vainas. Como resultado  todo el sistema de la planta colapsó.  “Entonces, uno previene que estas  condiciones pueden darse, y con el  tiempo de respuesta de cinco a siete  años uno tiene que adelantarse un  poco. Previendo eso, de un tiempo  para acá se está introduciendo material con la finalidad de que ten- gan un poco de resistencia a sequías  extremas”, aseguró Néstor Chaves,  científico de la Estación.

Con la variedad Nambí se le  dio un vuelco a la forma de hacer  mejoramiento y ahora los materia- les se prueban tanto en condiciones  normales como de sequía.

VENTAJAS

Una de las ventajas que presenta  esta nueva variedad es la adaptabilidad, suficiente para producir, incluso, un poco más que las variedades  actuales en condiciones normales y  duplicar o triplicar el rendimiento  de las variedades anteriores en condiciones de sequía terminal.

Otra de las virtudes es que su pro- ceso de cosecha es exactamente igual  al de las variedades tradicionalmente  trabajadas por los agricultores nacionales; a la vez que mantiene las  características del mercado como color y sabor y resiste a enfermedades.

Además, desde el 2000 se trabaja  con la técnica de fitomejoramiento  participativo (sistema de mejora  genética), el cual siempre incluye  al agricultor desde las etapas tempranas de selección del fenotipo.

Incluso la mayor parte de los ensayos  se hacen en las zonas de producción  agrícola.  Como parte del proyecto y el desarrollo de nuevas variedades, se  trabaja con grupos organizados en  los que se seleccionan y capacitan  productores para formar comités  técnicos que velen por la siembra  de los ensayos y la producción de  la semilla.

En el proceso, el material llega  a la Estación, se hace una selección  previa y se realizan días de campo  en los que los productores nacionales, según su criterio, seleccionan  el material que quieren trabajar, lo  desarrollan y con el paso de los años  se llega a las líneas promisorias del  cultivo.

“Es un proceso en el que, cuando  la variedad se va a liberar, ya el pro- ductor la conoce. Incluso, ellos son  los que van seleccionando, entonces  cuando se da la liberación a veces  es porque ellos lo piden”, aseveró  Chaves.

Según Chaves, hace muchos años  casi no se involucraba a los agricultores en los procesos de mejoramiento  de los cultivos y, por eso, cuando el  producto era llevado al campo había  resistencia al cambio. Ahora, los agricultores manejan las nuevas variedades como parte de sus cosechas  anuales.

Por otro lado, el proyecto de mejoramiento de cultivos tiene una arista  social, puesto que en el país existen  8.000 productores que dependen de  estas cosechas para el sustento de su  familia de todo el año.  Además, en Costa Rica se produce  solo un 25% de los frijoles que se consumen en todo el territorio nacional,  por lo que preocupa que las sequías  disminuyan aun más la producción.

“Entonces, esto le pone un granito  de arena a un alimento básico para el  costarricense como lo es el frijol, y a  veces no hay que pensar solo en eso,  hay que pensar en el sustento de las  familias que se dedican a producir  frijol”, resaltó Chaves.

Finalmente, el trabajo realizado  por el Programa Leguminosas de la  Estación busca no solo seguridad  alimentaria para la población nacional, sino que tiene un componente  social que contempla las condiciones  económicas de los productores y qué  necesitan para tener sustento para  sus familias.

La semilla original fue donada  por el CIAT en Colombia, quienes  realizaron el cruzamiento del fenotipo con el apoyo de El Zamorano. Una  vez obtenida esta nueva variedad,  pasaron el material a Costa Rica en  el año 2011 para que esta fuera adaptada a las necesidades del mercado y  condiciones climáticas del país.

Dentro del Programa Leguminosas de la Fabio Baudrit se realiza  el mejoramiento genético de frijol y  poco a poco se van sacando nuevas  variedades para incorporar al mercado nacional.

Muchas veces, esto  se hace gracias al material aportado  por medio de convenios internacionales, puesto que realizar los cruzamientos en el país resulta demasiado  costoso.

Actualmente, los científicos de la  Estación están buscando localidades  con altas temperaturas nocturnas  para iniciar los ensayos y se espera  que de aquí a unos años se pueda  tener una variedad resistente a altas  temperaturas.

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