Desde el 28 de abril, la Universidad de Costa Rica (UCR) cuenta con unas novedosas máquinas de ejercicios al aire libre, en las que usted desarrolla actividad física al tiempo que carga su celular a partir del movimiento que realiza.
Las nuevas máquinas son resultado de un proyecto llamado “Circuitos Biosaludables”, el cual tiene como objetivo promover una vida universitaria saludable y menos sedentaria, además de que exista una apropiación de espacios poco utilizados en cada sede y recinto de la UCR.
El proyecto forma parte de todo un esfuerzo desarrollado por la Unidad de Promoción de la Salud (UPS-OBS), en coordinación con la Oficina de Servicios Generales (OSG).
“Los circuitos biosaludables son máquinas que tienen movimiento unísono, es decir, solo se mueven hacia una dirección, esto produce que la mecánica de uso sea muy fácil de entender”, explicó Juan Manuel Camacho, promotor del proyecto y experto en Recreación y Actividad Física, de la UPS.
Además, Camacho destacó que la meta de “Circuitos Biosaludables” es contar con espacios lúdicos y de ejercicio físico al aire libre en todas las sedes y recintos de la Universidad.
El proyecto logró ubicar un circuito con 5 o 6 máquinas en cada sede y recinto de la UCR. La Ciudad Universitaria Rodrigo Facio posee cuatro áreas disponibles, ya que es la sede con mayor población universitaria.
Un proyecto histórico
Desde el 2011, se venía desarrollando este proyecto en la UCR, pero la dificultad de financiamiento atrasó su ejecución. Para el 2014, la iniciativa llegó al Congreso Universitario y fue acogida por la OSG y la OBS.
Luego vino el financiamiento, que surgió de la Vicerrectoría de Administración y de las diversas sedes y recintos. Actualmente, el recinto de Golfito es el único que no cuenta con un Circuito Biosaludable.
“Parte de la promoción de la salud es fortalecer los espacios de la Universidad, a partir de ahí, empezamos a buscar lugares donde podríamos crear un proyecto que beneficiara a los estudiantes y que los funcionarios también pudieran aprovechar, no sólo como un espacio para actividad física, sino también para la recreación”, detalló Camacho.
Además, este funcionario destacó la labor del exestudiante Diego Mata, de Ingeniería Mecánica en la UCR, quien construye sus propias máquinas y en conjunto con el equipo de especialistas de Terapia Física, Ingeniería Mecánica y Educación Física adaptó sus máquinas a las características de los costarricenses y de los movimientos más recomendados.
“Se podría decir que nos apoderamos de lugares para el beneficio de la salud”, aseveró.
Camacho recordó que el primer circuito fue en la zona de la Facultad de Bellas Artes, en la sede Rodrigo Facio, y trajo grandes beneficios ya que esta área era donde más se consumía marihuana en toda la ciudad universitaria y hoy ha cambiado radicalmente.
“Quienes se acostumbraban a llegar con drogas, ahora se encuentran con un grupo de personas haciendo ejercicios, incluso visitan mamás con sus hijos en coche, sin duda alguna, ahora es un espacio que se ha aprovechado”, concluyó.
Cada circuito cuenta con bancas, tomaderos de agua para personas o para animales y, además, tienen instalados basureros.
