Manuscritos, partituras y composiciones que recogen las creaciones de músicas y músicos de los siglos XIX, XX e incluso del XXI conforman una colección invaluable que resguarda el Archivo Histórico Musical (AHM) de la Universidad de Costa Rica.
Durante 25 años, bajo la coordinación de la Mag. Zamira Barquero, el propósito principal de la unidad ha sido recuperar, restaurar, catalogar y difundir el patrimonio histórico costarricense, una tarea que no ha sido fácil, pero que ha cosechado logros muy importantes.
El AHM es una entidad única no solo en Costa Rica, sino también en América Central. Se trata del único archivo especializado en materia musical de la región. Hasta ahora, solo en Guatemala se han realizado esfuerzos por contar con un organismo similar.
Todo lo que hoy existe en el Archivo se debe al aporte de numerosas personas que han contribuido con el proyecto. Se visita a autores o a sus familiares para promover la donación por medio de transferencia regular o depósito voluntario. Por medio de convenios también se han recuperado obras pertenecientes al Museo Nacional, a las Bandas Nacionales de Heredia y Alajuela, así como otras en poder del Colegio Superior de Señoritas y la Iglesia católica.
Mujeres compositoras
Dentro de todo el material que se conserva hay algunos que sobresalen. Entre ellos, la obra de la compositora Rocío Sanz, con la que se inició el proyecto del archivo. Sus manuscritos y su producción editada fueron donados a la Universidad de Costa Rica por su esposo, José Luis Franco, luego de la muerte de ella en 1993.
En el catálogo de sus obras se encuentran composiciones para diferentes agrupaciones instrumentales, canciones para voz y piano, música de cámara, obras corales y orquestales y música para puestas escénicas. Algunas de estas fueron editadas por la Sociedad de Autores de México.
El AHM también resguarda la obra de Dolores Castegnaro, quien nació en Costa Rica en 1900. Durante los años de 1933 a 1941, inició su carrera como compositora en París, Francia. En ese período, fueron editadas 11 de sus canciones, para luego ser grabadas e interpretadas por diferentes cantantes como Tono Rossi, Lucienne Dugartm, Vanni Marcoux y Montserrat Caballé.
La producción de Castegnaro estuvo en manos del musicólogo Carlos Rangel, quien la custodió por más de 17 años en la ciudad de Monterrey, México. Esta documentación la donó a Zamira Barquero en el año 1993, luego pasó a ser parte del Archivo Histórico Musical de la Escuela de Artes Musicales. De este modo, se rescató gran parte de su obra y de la de su padre, el compositor y maestro Alvise Castegnaro.
Curiosidades
La obra más antigua que conserva el Archivo Histórico Musical data de 1856 y es el Himno Patriótico del compositor Alejandro Cardona Llorens. Su particularidad es que se compuso para ser interpretado mientras las tropas del 56 salían a la guerra. Luego de eso se dejó de tocar y desapareció entre las vueltas de la historia; por esto, se conoce poco de ella y su creador.
Otro artículo peculiar que se guarda es la máscara mortuoria del músico Guillermo Aguilar Machado, quien fue un destacado pianista que formó a muchos de los músicos de la época. Además, fue uno de los fundadores del Conservatorio Nacional de Música, el antecedente de la actual Escuela de Artes Musicales. El objeto fue donado en el 2017 por la señora Silvia Chocano Gallegos.
Celebración de aniversario
Durante este mes de octubre, el AHM está celebrando su 25 aniversario con distintas actividades abiertas a todo el público.
