La Fiscalía no podrá abrir una investigación contra el sacerdote y exvocero de la Iglesia católica en temas de familia, Mauricio Víquez, quien fue acusado ante la Arquidiócesis de San José, por presuntamente abusar de tres menores de edad.
Esto, porque las víctimas superan la edad máxima que establece la ley para la prescripción de delitos de ese tipo contra menores de edad, es decir, diez años después de que la persona ofendida cumpla su mayoría de edad.
Según la Curia Metropolitana, los hechos se dieron hace más de 20 años, cuando las víctimas tenían entre 13 y 16 años. Para que este tipo de casos no prescriban, el máximo de edad de los denunciantes debe ser de 28 años, explicó la Fiscalía.
La primera acusación se planteó el pasado 15 de mayo, en donde los denunciantes afirmaron que Víquez abusó sexualmente de ellos en las comunidades donde ejercía como cura, de acuerdo con un comunicado de la Curia Metropolitana.
Tras la denuncia, José Rafael Quirós, arzobispo de San José, ordenó abrir la investigación. La Curia Metropolitana envió las pruebas recabadas a la Congregación de la Doctrina de la Fe, la instancia responsable de juzgar esos delitos dentro del Vaticano.
Víquez fue suspendido de toda actividad eclesiástica mientras se determina su responsabilidad de los hechos.
“Son situaciones que no deben suceder, nos hacen a todos sentirnos mal. Tenemos que trabajar para que no se den nunca más” dijo Rafael Sandí, sacerdote de la Curia Metropolitana. El cura afirmó que en los últimos cinco años se han dado casos de este tipo que llevaron a la expulsión de seis sacerdotes, y que todavía hay otros en proceso. “No son muchísimos casos, aunque no debería haber ni uno”, agregó.
Sandí invitó a todas las personas que hayan vivido experiencias similares a denunciar cualquier acto de este tipo ante la Iglesia católica.
Precedentes
Este no es el primer caso en el que un sacerdote tico es objeto de alguna investigación por abusos contra un menor de edad (ya sea a lo interno de la Iglesia o a nivel judicial). En 2007, el sacerdote Enrique Vásquez estuvo tres meses en prisión preventiva , en la cárcel de El Roble de Puntarenas, mientras se le investigaba por estos hechos, que ocurrieron en 1997.
El sacerdote escapó de Costa Rica en diciembre de 1998, un día después de que personeros del Patronato Nacional de la Infancia (PANI) lo denunciaron por abuso contra un menor de 11 años. Mientras era investigado, el obispo Ángel San Casimiro reconoció haberle financiado a Vásquez, en dos ocasiones, su estadía en un albergue para religiosos, en México.
Según reportó el diario La Nación, la defensa del niño alegó que el pago de un servicio de psiquiatría para Vásquez mientras estaba de fuga, de parte de las autoridades eclesiásticas, esto demuestra que la Iglesia católica sabía de su paradero.
Víquez
El sacerdote Mauricio Víquez fue vocero de la Iglesia católica y hasta hace dos años, una de sus caras más visibles en la lucha a favor de la familia tradicional y contra el matrimonio entre personas del mismo sexo. La Iglesia católica lo había separado de sus labores pastorales en marzo de 2016, luego de que un grupo de personas de los colectivos LGBTI publicaran chats que revelaban un doble discurso del cura.
Mientras fue vocero de la Iglesia, Víquez participó en programas de televisión y debates públicos. Uno de esas intervenciones la hizo en julio de 2015 en el programa Noche Sin Tregua
Víquez también fue crítico del otorgamiento del premio Óscar a Mejor Película a “Spotlight”, un filme sobre los hallazgos periodísticos del Boston Globe, que desenmascaró una serie de casos de abuso sexual de sacerdotes de la Iglesia católica de Massachusetts contra menores de edad. “Si esa película q ganó no fuera anti católica…habría ganado? Nooooo!”, tuiteó el sacerdote, en febrero de 2016.
