La ministra de Hacienda, Rocío Aguilar, renunció a su cargo este miércoles, así lo confirmó en conferencia de prensa desde el Ministerio de Hacienda.
La jerarca tomó la decisión luego de que la Controlaría recomendó al presidente sancionarla por un mes sin goce de salario por haber cancelado ¢182.000 millones de deuda del Estado con fondos que no tenían contenido presupuestario.
“Dentro de esa decisión, para el caso particular de la ministra de Hacienda, (la Contraloría) le recomienda al presidente de la República, una suspensión de 30 días sin goce de salario. Ante esa resolución de la Contraloría que por supuesto no comparto, he tomado la decisión de presentar mi renuncia, para que no sea el señor presidente quien tenga que proceder a una decisión de salida de 30 días del cargo o bien de permanencia”, indicó Aguilar.
La renuncia ocurre un día después de que el gobierno y los rectores de las cinco universidades públicas llegaron a un acuerdo por la polémica que desató las restricciones presupuestarias que demarcó el Ministerio de Hacienda con el uso del Fondo Especial de la Educación Superior (FEES); sin embargo, la ahora exjerarca descartó que su renuncia tuviese que ver con este hecho.
(La ministra se despidió del gobierno acompañada de una buena parte del gabinete. El presidente Carlos Alvarado no estuvo presente).
Aguilar destacó de su gestión la aprobación de la Reforma Fiscal, así como el que se concretara el acceso a diversos créditos internacionales para mejorar el perfil de la deuda pública.
“La semana pasada logramos cristalizar un desembolso por 350 millones del Banco Interamericano de Desarrollo, el primer presupuesto de la República con cumplimiento a la Regla Fiscal y también esperamos que se convierta en realidad el crédito de la CAF, como muy pronto se convierta en realidad la colocación de los eurobonos”, añadió.
La jerarca dijo que espera que el país no claudique en el esfuerzo de la “consolidación fiscal” y reconoció que los contribuyentes se han “sacrificado” en buena medida con las reformas de los últimos meses.
El encargo del presidente
Rocío Aguilar, quien fue Contralora General de la República, fue convocada por el presidente Alvarado para que formara parte de su gabinete con una de los encargos más fuertes: ocuparse de las finanzas y atacar el déficit fiscal.
El gobierno aprobó la reforma fiscal en parte por el trabajo y negociación que encabezó Aguilar. En junio del 2018, la jerarca acudió a una comparecencia en la Asamblea Legislativa para explicar el plan de contención del gasto público. Días antes, la ministra acompañó a Carlos Alvarado a firmar cuatro decretos, cinco directrices y un proyecto de ley entre los cuales se tomaba la determinación de poner tope a beneficios salariales de trabajadores públicos.
Las negociaciones del plan fiscal fueron jornadas intensas, así quedó reflejado el día en que la Sala Constitucional dio el visto bueno a la reforma fiscal y en una conferencia de prensa que brindó el gobierno el 23 de noviembre, el presidente abrazó la ministra, quien recostó su cabeza en el pecho del Presidente en señal de alivio.
Aguilar tuvo como adversarios a las dirigencias sindicales que organizaron una de la huelgas más extensas del país, por estar en contra de la reforma que ella impulsaba, pues consideraban que tendrían fuertes impactos en sus salarios y situación económica.
Una vez aprobado la reforma fiscal, Aguilar dijo que el gobierno se enfocaría en reactivar la economía. “Esperamos concluir el año 2018 con un esfuerzo que tiene muchísimos años, en otras oportunidades se ha intentado con mucho esfuerzo. Terminada esa etapa, nos adentramos en un importante proceso de reactivación económica que tiene como condición necesaria la consolidación fiscal. Lo que tenemos hoy es lo que nos va a permitir iniciar esa reactivación”.
Como parte de los compromisos con la contención del gasto, la ministra presentó el presupuesto de 2019 e indicó que era “el primero en la historia que reporta 0% de crecimiento como parte de un estricto control del gasto durante toda su administración”.
Ahora la ministra de Hacienda se despidió, con buena parte del gabinete del presidente Alvarado a sus espaldas y con el pleno reconocimiento del presidente Alvarado quien lo manifestó así en sus redes sociales:
“Ella ha servido con distinción al país. Su arduo trabajo fue clave para estabilizar y sanear las finanzas públicas. No comparto la resolución de la Contraloría, doña Rocío siempre ha actuado para proteger el interés superior del país. Respeto la decisión de ella, que entiendo también como un acto en resguardo de su honra, su imagen y su señorío. Mi mayor agradecimiento será mantener la ruta responsable en materia de la hacienda pública”, concluyó Alvarado.
Esta tarde en conferencia de prensa posterior a la renuncia de la ministra, Víctor Morales, el ministro de la Presidencia indicó que el gobierno tiene el propósito de continuar con la ruta de “responsabilidad fiscal” que ha venido trabajando.
“El presidente se tomará los días necesarios para designar a la personas que cumpla con los propósitos”, añadió.
Morales valoró que lo acontecido con el “hueco fiscal” no ameritaba una suspensión como la que planteó la Contraloría. “Lamentamos muchísimo la situación que se ha dado. La contribución de doña Rocío al Gobierno y al país es realmente muy valiosa y muy importante”, afirmó.
