Una joven vecina del cantón de Mora tuvo que soportar que le negaran tres veces la prueba del COVID-19, pagar casi ¢200.000 en una consulta privada y hasta escuchar cómo un médico en el Ebais de su comunidad le decía “ignorante” por manifestar que tenía los síntomas y pedir que le aplicaran el examen correspondiente. Ayer finalmente le confirmaron que está contagiada con el coronavirus.
A esta mujer, a quien llamaremos “Susana”para proteger su identidad y la de su familia, ni siquiera la dejaron ingresar al Hospital San Juan de Dios tras manifestar que tenía los síntomas del nuevo coronavirus y solicitar la prueba correspondiente.
Susana relató a UNIVERSIDAD que desde el 22 de marzo presentó síntomas como tos seca, dolor de garganta y fiebre, por lo que su novio se ofreció a llevarla al Hospital San Juan de Dios en San José.
“Fuimos al San Juan de Dios y le digo al guarda que tengo estos síntomas, pero me dice que esos no son síntomas de COVID y me mandó a la fila de casos normales. Estuvimos ahí un buen rato pero la fila ni se movía. Entonces decidimos irnos al Ebais de Ciudad Colón”, relató.
En el Ebais también le dijeron que no tenía nada y que no le iban a hacer la prueba porque se trataba de una “gripe común”, entonces le recetaron acetaminofén, jarabe para la tos y la mandaron para la casa.
Pero los síntomas se hicieron más fuertes y para el 31 de marzo Susana ya experimentaba fatiga, diarrea, problemas para respirar y pérdida del olfato. Recuerda que la psicóloga del Ebais la llamó porque tenían cita y al escucharla mal, le recomendó volver al centro de salud para que la revisaran.
“En el Ebais me hicieron el protocolo para atenderme, pero cuando me vio el doctor me dijo: “Es que la gente ahora cree que todo es COVID. ¿Usted es ignorante o qué?, vaya y se mete a la casa”, relata Susana sobre la tercera ocasión en que le negaron la prueba.
Ante la impotencia de haber recibido tres rechazos en la seguridad social, el 2 de abril Susana decidió acudir a un hospital privado, donde le dijeron que era la primera persona a la que le aplicarían la prueba y que no lo sabían hacer bien todavía. Allí entre la prueba, consulta médica y medicamentos pagó casi ¢200.000.
Aunque el resultado no era claro, tras el reporte del hospital privado, el Ministerio de Salud decidió tratar a Susana como un caso sospechoso, por lo que le emitieron una orden sanitaria para que se mantuviera aislada.
En su denuncia interpuesta ante la Contraloría de Servicios de la CCSS, Susana detalla que para su sorpresa el lunes 13 de abril se fue hacer la prueba de COVID-19 como parte del seguimiento que le pedía el Ministerio de Salud como caso sospechoso. Nuevamente en el Ebais de Mora se la negaron, por lo que tuvo que pedir a funcionarios del Ministerio que intercedieran y finalmente accedieron a aplicársela.
Un día después, este 14 de abril, le confirman que su prueba dio resultado positivo.
“Quiere decir que ya llevaba 15 días enferma y me da miedo pensar que soporté esta enfermedad sola, pero ahora también tengo el temor de haber contagiado a mi familia y a mi novio”, aseguró Susana.
Además de la denuncia ante la Contraloría, Susana llamó la línea del Ministerio de Salud, dónde le indicaron que pusiera la denuncia en el 911 por la falta de atención.
“Quiero tomar acciones legales por todo eso”, afirmó.
La mujer mostró a UNIVERSIDAD capturas de pantalla de la documentación relacionada con su caso, e incluso llamó la atención sobre el hecho de que en su expediente electrónico no aparece registrada la consulta médica en la que fue tratada como “ignorante”, pero sí aparecen los medicamentos que le fueron recetados ese día.
Sobre cómo se pudo haber contagiado, Susana asegura no tener claro, pues integrantes de su familia trabajan en contacto con otras personas, pero descarta haber tenido ella contacto directo con alguna persona confirmada o alguien que llegara del extranjero recientemente.
Las consultas a la CCSS por este caso serán realizadas en la conferencia de prensa de este miércoles.
