El Gobierno buscará recolectar fondos de las ventas de las gasolinas y el diésel para atender a las personas que han perdido sus empleos durante la crisis provocada por la emergencia del COVID-19.
En la exposición de motivos de la propuesta en manos de UNIVERSIDAD, se detalla que son muchos los sectores afectados por las medidas de restricción orientadas a prevenir la expansión sin control del nuevo coronavirus, pero por ejemplo, en el sector turismo, un 80% de sus colaboradores directos se podrían ver afectados, a lo que se suman las actividades relacionadas y los empleos indirectos.
Sin embargo, también se considera que la baja en la actividad económica mundial trae consigo una baja en la demanda y en el precio internacional del petróleo, lo cual puede ser aprovechado por el país para mantener los precios actuales y recolectar esa diferencia en los precios para crear un fondo de ayuda a las personas desempleadas.
“Las acciones de restricción global a la movilidad de las personas, han provocado el cierre de fábricas, oficinas y comercios, lo que ha deprimido el consumo y la producción de los países más seriamente afectados, pero también de los países que tienen relaciones comerciales con estos. Esto conduce a una reducción de la producción global y ello a una disminución de la demanda de petróleo”, dice el documento al que ha tenido acceso UNIVERSIDAD.
De esta forma se mantendrían los precios vigentes de la gasolina súper (₡606), Plus 91 (₡583) y Diésel (₡498) fijados desde el 4 de marzo, sin aplicarle las rebajas que se podrían dar por la disminución en los precios internacionales del crudo.
Según confirmó el presidente ejecutivo de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope), Alejandro Muñoz, la propuesta ya le fue consultada por el Ejecutivo y la entidad que él dirige sería la encargada de recolectar los fondos para trasladarlos al Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS).
El proyecto detalla que el IMAS solo podrá utilizar los recursos para la creación de ese fondo de desempleo y el mecanismo se mantendrá vigente mientras dure esta emergencia por el COVID-19.
“Nosotros revisamos que se cuidara el flujo financiero de Recope, entonces así como está (la propuesta) mientras se aplique la metodología de precios y el estudio de precios, para Recope estará bien”, comentó Muñoz.
El jerarca aseguró que desconoce aún la cifra que se podría recaudar por esta diferencia de precios, pues todo dependerá tanto del comportamiento de los precios internacionales del crudo, como de la demanda de los combustibles.
Muñoz detalló que en términos generales se ha visto una baja en el consumo de combustibles en el país, principalmente en el que utilizan las aeronaves que llegan al país, ante la paralización de la actividad.
Respecto a las gasolinas, aseguró que hay una baja pero no es “alarmante”, mientras el consumo de diésel se mantiene cercano al consumo normal, pues es el que utiliza en buena parte el transporte público y la industria.
