País Entrevista

Epsy Campbell: Las provincias costeras siempre han sido nuestro talón de Aquiles

A una semana de resultar electa vicepresidenta de la República, Epsy Campbell destacó el aporte de las mujeres en la forma de ejercer el poder.

Es una de las fundadoras del Partido Acción Ciudadana (PAC), fue diputada durante dos períodos (2002-2006 y 2014-2018) y defiende los derechos de la mujer y la política de paridad de género en los puestos de poder. Se llama Epsy Campbell Barr y es la primera mujer afrocaribeña en el país y Latinoamérica que llega a ser vicepresidenta.

Campbell piensa que su designación como vicepresidenta es un “pasito” más en materia democrática, pues contribuye a que empiecen a normalizarse rostros femeninos y afrocaribeños en puestos de poder a nivel regional.

Sin embargo, también es realista y acepta que en las pasadas elecciones el PAC no logró generar empatía en Limón, la provincia con mayor concentración afrocaribeña del país, donde solo obtuvo –en la segunda ronda electoral– 36,61% del apoyo de los ciudadanos.

La vicepresidenta electa atribuyó esos malos resultados a deficiencias en el diálogo con las zonas costeras.

Enseguida un extracto de la entrevista que la vicepresidenta electa sostuvo con UNIVERSIDAD.

¿Cómo llega a la fórmula presidencial de Carlos Alvarado?

– Carlos Alvarado me propuso a mí en el mes de octubre –directamente– que quería que le acompañase en la fórmula presidencial que presentaría al partido preliminarmente, y luego para enfrentar esta campaña electoral. Creí que era un espacio donde se podía aportar y así se lo hice saber a Carlos. A él le pareció bien y presentó mi nombre ante la Asamblea del partido.

Se enfatiza que usted será la primera mujer afrodescendiente que se convierta en vicepresidenta en América Latina. ¿Cómo se siente?

– Es parte de un proceso largo de la vida política de una, en donde yo valoro mi vida política como mujer afrodescendiente que soy; pero, principalmente, como una persona que tiene una trayectoria que es posible de entregar al electorado. Pienso que es un pasito en términos de construcción de nuevos imaginarios, tanto para las mujeres como para las niñas afrodescendientes, como en toda la región donde hay un debate sobre la representación de sectores que históricamente han sido excluidos. Yo sí creo que mi nominación contribuye a que empiecen a normalizarse caras de mujeres afrodescendientes en los puestos de poder a nivel regional y nacional, y eso ayuda a la democracia de los propios países.

¿Existe un aporte de lo femenino en la forma de gobernar? ¿Hace alguna diferencia que una mujer ocupe la vicepresidencia?

–Yo pienso que sí. Creo que hay una diferencia positiva en términos de que la socialización de las mujeres –en general– desde que somos niñas nos hace tener una visión no solo centrada en una misma sino centrada en el resto. El poder político del Gobierno implica que usted renuncie un poco a usted mismo para pensar en el bienestar del resto y a mí me parece que las mujeres lo hacen de forma más automática, porque lo hacen desde la casa, desde todos los espacios.
Creo –desde hace muchísimos años– que feminizar la política permitiría tener una visión y un compromiso mayor con los diferentes sectores de la población, pero principalmente con aquellos que están más excluidos. Hace años, incluso habíamos conceptualizado un tema de una lógica del gobierno de las madres, porque era como esa idea de que cuando usted es madre y padre de la patria debería comportarse de esa forma más femenina aunque sea un hombre.

¿Qué aportes ofrece la paridad de género al país?

–El país se ha perdido de grandes capacidades porque las mujeres no han participado en igualdad de condiciones con los hombres. Cuando una ya asume y Carlos Alvarado como presidente asume el compromiso de nombrar el 50% de los puestos para las mujeres, se ejerce también el compromiso de buscar las mejores mentes en las mujeres y también las mejores mentes de los hombres. Siento que hacer un cambio cualitativo en términos de ejercicio del poder le genera a Costa Rica abrirle las puertas a una gran cantidad de mujeres que habían hecho un esfuerzo personal para prepararse, para que puedan aportar en el desarrollo nacional.

¿Cuáles son los cambios que se deben hacer en materia educativa para que las mujeres tengan mayores oportunidades?

–Las niñas y los niños tienen que tener mayores y más referentes para que sepan que el poder está dividido y debe ser ejercido por hombres y mujeres. Desde pequeñitos, los juegos que hacen para aprender tienen que generar relaciones igualitarias entre los niños y las niñas. También tiene que haber una orientación vocacional mayor porque nosotras nos graduamos más de las universidades, pero nos graduamos de las carreras más tradicionales. El 80% de los graduados en ciencias, ingenierías, matemáticas y otros son hombres, y solo el 20% son mujeres. Creo que también hay que hacer un esfuerzo de orientación vocacional científica para que más mujeres rompan esos moldes, en donde lo estamos haciendo muy bien, pero lo podemos hacer excelente en otras áreas del conocimiento.

¿Por qué es inconveniente que la agenda de las mujeres esté apartada de los retos del desarrollo nacional?

–Totalmente. Pienso por eso que nosotras tenemos que tener metas en el sector económico, productivo, financiero, etc. Me parece que en todas las carteras se debe tener una visión que pueda tener una diferenciación entre aquello que queremos alcanzar para la sociedad y lo que queremos alcanzar para las mujeres y para los hombres. A mí me parece que es importante tener el Instituto Nacional de la Mujer (Inamu), pero como una entidad rectora; porque al final cuando estamos gobernando, lo estamos haciendo para las mujeres y los hombres de este país. El trabajo para las mujeres y para los hombres, y con visión de disminución de brechas, tiene que estar en todos los sectores del desarrollo nacional.

En Costa Rica, la mayor parte de población afrodescendiente reside en Limón. Sin embargo, los resultados de las últimas elecciones no fueron positivos para el PAC. ¿Tiene usted alguna propuesta específica para la provincia caribeña?

–Efectivamente, las provincias costeras en este país tienen un comportamiento electoral en el cual nosotros como partido no fuimos lo suficientemente eficientes. No es algo de ahora, en realidad siempre han sido nuestro talón de Aquiles. Solamente hemos tenido una vez un diputado por Guanacaste, tuvimos durante cuatro períodos diputado por Puntarenas y ya lo perdimos. Ya durante el período anterior perdimos el de Limón. Hemos tenido debilidades importantes en el mensaje nuestro, en ese diálogo con las provincias costeras, incluida Limón. Yo le planteaba al presidente que tenemos que hacer una especie de coordinación interinstitucional a través de los consejos territoriales para impulsar una serie de metas bien articuladas, para disminuir las brechas de desigualdad en esas regiones del país. Creo que, con esas respuestas más concretas, vamos a tener una respuesta más positiva a nivel electoral.

¿Tiene algún proyecto específico para Limón?

–No, no tengo proyectos puntuales. Hay una serie de proyectos que hemos planteado que tienen que ver con zona económica especial, con la consolidación de la Ruta 32, con el tren de carga, con el desarrollo turístico, etc. Pero es más bien como un paquete de propuestas que le permitan a la provincia de Limón dar un salto cualitativio.

¿Cuál es el legado que aspira dejar luego de que finalice su gestión?

–Nosotros estamos comprometidos para que terminemos esta gestión y dejemos el país en términos de distribución de la riqueza, brechas de desigualdad, oportunidades, para un gran sector de la población que no tiene oportunidades y de desarrollo económico, bastante mejor de lo que lo recibimos. Me parece que estamos tratando de trazar esta ruta desde este primer momento y aprovechando los primeros meses para llegar a los acuerdos necesarios para hacer esa transformación.

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