Suplementos Internet de la cosas

A un paso de transformar nuestra vida cotidiana

El mundo tecnológico está en constante actualización. Lo “nuevo” en lo referente a tecnología es efímero debido a los rápidos avances en el campo.

¿Qué le parecería que su refrigeradora le indique cuando no hay leche o que el reloj que usa a diario le ayude a controlar su ritmo cardiaco?

A finales de los años 90, el investigador estadounidense Kevin Ashton creó el concepto de Internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés), que se refiere a la conexión de objetos cotidianos a la red y que pueden comunicarse entre sí con el objetivo de facilitar la vida de las personas.

Dicho de otro modo, los investigadores se dieron cuenta de que ya no hay solamente usuarios conectados, sino que ahora es posible conectar a la red objetos como relojes, electrodomésticos o prendas de vestir.

Uno de los principales fines de esta tecnología es cambiar la manera en la que interactuamos con el entorno y así ampliar nuestra capacidad de controlar y monitorear lo que nos rodea en tiempo real. Así por ejemplo, podríamos verificar, desde el carro, si dejamos la cocina apagada cuando salimos de la casa o  apagar las luces de manera automática desde un smartphone o dispositivo móvil.

La IoT es vaticinada por muchos investigadores como una revolución tecnológica y si bien es considerada el próximo paso en el campo de la internet, hoy podemos afirmar que ya forma parte de nuestra diario vivir.

El profesor de la Escuela de Informática y Ciencias de la Computación de la Universidad de Costa Rica (UCR), Dr. Luis Guerrero Blanco, explicó que los objetos conectados a la red funcionan a través de sensores o chips que les permite enviar y recibir instrucciones de otros dispositivos tecnológicos.

“Así es como las cosas comienzan a funcionar de una manera más o menos automática, sin la mediación directa de una persona”, expresó. Cada uno de los objetos conectados posee una serie de números específica, conocida como dirección IP, con la cual la red identifica los objetos y accesa a estos para dar instrucciones.

Sin embargo, por el gran crecimiento en internet y la cantidad de aparatos conectados, las direcciones de la versión IPv4 se agotaron hace unos años. Por esto se diseñó un nuevo protocolo (IPv6) de internet para ampliar el número de direcciones de red admisibles.

La rápida penetración del Internet de las cosas propicia que los usuarios se vayan invisibilizando, lo que hace posible lo que se conoce como M2M (machine to machine), lo cual implica que la comunicación es cada vez más entre máquinas y no entre personas. Esta tecnología se va incorporando cada vez más en nuestras vidas trae consigo grandes beneficios para todos los ámbitos de la vida en sociedad.


Beneficios y riesgos de la IoT

Saber en tiempo real las condiciones del tráfico o ahorrar energía al monitorear las luces desde nuestro dispositivo móvil son algunos ejemplos de lo que se puede lograr con la interconexión de los objetos gracias al desarrollo de Internet de las cosas.

Ámbitos como la salud, el transporte, el entretenimiento o el laboral pueden verse muy beneficiados por la comunicación entre dispositivos. La Internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés) ha penetrado con fuerza el área de la salud con accesorios vestibles, como pulseras o relojes que ayudan a medir y controlar el ritmo cardiaco, el nivel del colesterol y la temperatura corporal, entre otros. O bien, aplicaciones que permiten a los médicos monitorear los índices de salud de sus pacientes desde sus oficinas.

En el hogar, Internet de las cosas posibilita activar o desactivar las funciones de los electrodomésticos desde un dispositivo móvil. Además, hay electrodomésticos que pueden comunicarse no solo por medio del teléfono, sino también con el resto de objetos conectados e informar sobre averías o escasez de productos. Es el caso de las refrigeradoras inteligentes, que están en capacidad de enviar la información sobre el faltante de alimentos a los supermercados.

Mejorar la seguridad en el transporte público, reducir congestionamientos en las carreteras u optimizar los procesos de producción en las industrias son también algunas de las ventajas que podría traernos la nueva tecnología.

En Costa Rica, por ejemplo, ya se ofrecen a instituciones y empresas servicios de monitoreo para el control de la flotilla vehicular a muy bajo precio, con aplicaciones de IoT.

Sin embargo, a pesar de los indudables beneficios que la tecnología trae a nuestras vidas, la seguridad y la privacidad no dejan de preocupar a investigadores y usuarios.

Riesgos

La principal crítica que los expertos en tecnología hacen a la Internet de las cosas es el riesgo que los usuarios corren debido a que la información es compartida por los objetos conectados. Esto podría traer consecuencias porque la información puede ser mal utilizada o bien la privacidad de las personas es fácilmente invadida.

El investigador del Centro de Investigaciones en Tecnologías de la Información y Comunicación (Citic) de la UCR, M.Sc. Gustavo López Herrera, explicó que “al estar tantos objetos conectados, la información generada es fácilmente agregable y separable para encontrar patrones de comportamiento de las personas o incluso encontrar información sensible”, como datos personales, lugar de residencia, etc.

Según López, es importante hacer la distinción entre los términos seguridad y privacidad, ya que seguridad implica que la información pueda ser usada en contra del usuario y los riesgos de privacidad se refieren a que la información personal se vuelve pública.

“Tenemos que llegar a un equilibrio entre los beneficios que nos da la tecnología y los riesgos que estamos creando al utilizarla. A pesar de que Internet de las cosas facilita la vida, tiene sus costos de privacidad y seguridad”, concluyó el investigador del Citic.


 

UCR innova en IoT

En la Universidad de Costa Rica (UCR) la creatividad y la innovación han generado una serie de ideas y proyectos que se enmarcan en el campo de la Internet de las cosas, y que buscan resolver alguna necesidad de la vida diaria.

“Estamos intelectualmente al mismo nivel que los países más avanzados. Lo que nos falta son recursos económicos porque las tecnologías que están detrás de cada invento son muy costosas”, expresó Gustavo López Herrera, investigador del Centro de Investigaciones en Tecnologías de la Información y Comunicación (Citic).

Las investigaciones desarrolladas se relacionan con los ámbitos de la educación, la salud, la discapacidad y el trabajo y algunas de ellas se encuentran en la Unidad de Gestión y Transferencia del Conocimiento para la Innovación (Proinnova) de la Vicerrectoría de Investigación de la UCR con el propósito de servir de puente para su aplicación en el mercado.

Así por ejemplo, se diseñó un sistema tecnológico para prevenir la muerte súbita de bebés, que consiste en un chaleco con un microchip que se le coloca al bebé para monitorear los factores de riesgo y comunicar a la persona encargada si hay una emergencia.

“El sistema fue probado en un entorno real con las familias de los investigadores del Citic, aunque la prueba principal se hizo con un muñeco. Además, hicimos una encuesta entre papás y mamás para saber si estaban dispuestos a utilizar ese producto y la respuesta fue muy positiva”, indicó López.

Otro de los proyectos es una contestadora automática para oficinas, que funciona mediante un sensor colocado en una puerta que detecta si dentro hay gente. Cuando la oficina está vacía y alguien toca la puerta se activa una cámara que le permite a la persona dejar un mensaje grabado que es enviado al dispositivo móvil del ocupante de la oficina.

Asimismo, un estudiante del doctorado en Computación creó una aplicación dirigida a niños con Síndrome de Down para aprender a leer y escribir, aunque puede ser utilizada en cualquier entorno escolar.

“Este proyecto da conectividad a objetos con juguetes, los cuales son conectados a una plataforma en internet mediante la cual se enseña a los niños en cualquier dispositivo: teléfono móvil, tableta o computadora”, dijo el investigador del Citic.

Destacan también otras innovaciones como un juego instalado en el teléfono para realizar terapia física de manera lúdica, un dispositivo de realidad virtual para personas con ceguera nocturna y un contestador automático que deja un mensaje impreso cuando hay un mensaje importante en el correo electrónico.

“Costa Rica tiene un gran potencial para innovar en temas tecnológicos y de convertirnos en la cuna para la experimentación de la innovación tecnológica, sobre todo porque vendemos servicios tecnológicos y gran cantidad de empresas desarrolladoras se encuentran en el país”, concluyó López.


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