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Una novela para los desposeídos

La aclamada escritora india Arundhati Roy, que en 1997 ganó el premio Booker por su única novela El dios de las pequeñas cosas,

 

El ministerio de la
felicidad suprema
Arundhati Roy
Novela
Anagrama
Barcelona
2017
512 páginas.

A veces las utopías se materializan en los lugares más insólitos. Un cementerio suele representar el triste desenlace de infinidad de sueños e ilusiones, pero en El ministerio de la felicidad suprema es un surtidor de vida y esperanza. Arundhati Roy (Shillong, India, 1961) debutó como novelista en 1997 con El dios de las pequeñas cosas, con la que obtuvo el Premio Booker, no sin despertar cierta polémica entre la crítica, que cuestionó una prosa excesiva y desbocada, con preferencia por lo sórdido y truculento. El idilio maldito entre dos gemelos escandalizó en la India, donde se acusó a la autora de obscenidad.

La novela se convirtió en un best seller mundial, pero Roy decidió interrumpir su carrera literaria para dedicarse al activismo político y social. Participó en los movimientos antiglobalización. Se ha mostrado muy crítica con el bloqueo israelí de Gaza y la política exterior de Estados Unidos, particularmente con la invasión de Afganistán e Irak, que describió como simple venganza por el atentado contra las Torres Gemelas. El Gobierno de la India acusó a la escritora de sedición por su apoyo a la independencia de Cachemira y su contacto con la guerrilla maoísta, que se plasmó en un libro titulado Caminando con los Camaradas. Su beligerancia evoca el activismo político de Saramago y las opiniones intempestivas de Handke.

El ministerio de la felicidad suprema es su segunda novela y ha disfrutado de una enorme campaña publicitaria que augura un nuevo éxito de ventas. Arundhati Roy repite la fórmula que empleó en su debut literario: una trama compleja y ambiciosa, impulsada por una prosa barroca y exuberante. Aunque se advierte la influencia del realismo mágico, las concesiones a lo puramente imaginario se circunscriben al terreno de los sueños, las leyendas y las visiones, sin alterar la realidad objetiva con hechos fantásticos. Dedicada a “los Desconsolados”, la novela prolonga el activismo político de Roy, reivindicando la independencia de Cachemira, la defensa del medio ambiente, el derecho de resistencia de los pueblos y la abolición del sistema de castas, que arroja a la marginalidad a millones de presuntos parias. Ambientada en Delhi, el protagonismo descansa sobre dos figuras femeninas: Anyum y Tilo. Los personajes masculinos no son meras comparsas, pero sí seres complementarios, cuya peripecia solo cobra sentido al contacto con el universo femenino. Anyum es un hijra, una mujer atrapada en el cuerpo de un hombre, que recurre a la medicina para suprimir sus rasgos masculinos. La cirugía le ayudará a configurar una nueva identidad sexual, pero no logrará revertir el curso de la naturaleza. Su vagina artificial no le proporcionará placer; solo le hará sentir que está más cerca de sí misma, de sus sentimientos y anhelos. Durante un tiempo, trabajará en un burdel, al que llamará “la Casa de los Sueños”. Sin embargo, ese espacio mágico acabará transformándose en una pesadilla, de la que huirá para instalarse en un cementerio. Lejos de caer en la desidia y el descuido, acumulará lo necesario para levantar una vivienda con ciertas comodidades, como un televisor y un aseo. Con los años, se reunirá con ella Tilo, una joven estudiante de arquitectura, desengañada del amor y la sociedad. Ambas convertirán la improvisada casa en un “ministerio de la felicidad suprema”. Tilo impartirá clases de música y Anyum, que ha desarrollado conciencia política gracias a la televisión, confortará a los intocables, ayudándoles a recobrar su autoestima.

El libro de Roy posee virtudes y defectos. Su visión de la India es amplia y enriquecedora. Puede ser sesgada en algunos temas, pero el carácter humanista prevalece sobre las posiciones partidistas, señalando que la violencia es uno de los grandes males de la India. Ninguna facción política o religiosa puede presumir de no haber recurrido a ella, cometiendo horribles crímenes. La trama está bien concebida y ejecutada, administra los hechos con fluidez y precisión. En cuanto a los personajes, hay aspectos especialmente emotivos, como el frustrado sentimiento de maternidad de Anyum, pero en otras ocasiones predomina lo estereotipado y previsible. En cuanto a la prosa, la voluntad de estilo resulta abrumadora, y los apuntes filosóficos son dignos de Paulo Coelho. Arundhati Roy ha escrito un nuevo best seller. Apasionará a muchos, pero los que aún creen en la alta cultura, se sentirán defraudados.

 

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