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Las cuatro versiones de Paul Auster

Paul Auster acabó con un silencio literario de siete años con su novela titulada 4 3 2 1 (Seix Barral, 2017.

Paul Auster acabó con un silencio literario de siete años con su novela titulada 4 3 2 1 (Seix Barral, 2017. Traducción de Benito Gómez Ibáñez), un enigmático título que dice poco de la trama del relato si no se avanza lo suficiente para tener claro de qué se trata. El denso texto narra cuatro versiones de la historia del joven Archie Isaac Ferguson, un apasionado y precoz lector, descendiente de un judío proveniente de Misk (Bielorrusia), el abuelo que arribó al puerto de Nueva York, en el 1900.

La voluminosa obra (957 páginas), de largos y farragosos párrafos, da seguimiento a la saga familiar de ese inmigrante, Isaac Reznikoff, quien al llegar a Estados Unidos a los 19 años,  olvidó un nombre más familiar que le habían sugerido para que se presentara en aquel mundo inexplorado, Rockefeller y, en yidis, solo acertó a decir: Ikh hob fargessen (se me ha olvidado). El agente de migración lo interpretó como Ichabod Ferguson y así empezó su aventura en tierras desconocidas.

El nieto de Ichabod, Archie, es el personaje principal de la obra. En la novela generalmente es llamado por su apellido Ferguson, un joven que sueña, desde muy temprano edad, con la fama y eso lo conduce a recorrer sus diversas facetas: un destacado deportista, un periodista o un escritor, como lo logra en alguna de sus muchas versiones.

El protagonista es una especie de alter ego desfigurado del autor, como algunos críticos lo han interpretado. Como suele suceder con bastante frecuencia en la narrativa de ficción, el narrador, el autor y los personajes principales se confunden en algunas ocasiones. Ferguson nació en Newark, Nueva Jersey (EEUU), el 3 de marzo en 1947, exactamente un mes después que el autor (3 de febrero de 1947). Ambos son obsesivos lectores desde temprana edad, el de ficción, alimentado por una tía con amplia formación académica, y el escritor por su propia voluntad, en un hogar alejado de los libros.

Paralelamente a la historia familiar y, particularmente, a la Ferguson, la novela recrea acontecimientos que agitaron el ambiente político y social estadounidense por aquellos años, sobre todo en la convulsa década de los sesenta, como fue el ascenso al poder del presidente John Kennedy (1960), del que fue ferviente seguidor siendo aún muy joven, y su posterior asesinato, en 1963, que tuvo repercusiones mundiales y estremeció los cimientos políticos de Estados Unidos.

Junto a las crisis familiares en los Ferguson y en otras ramas del linaje, descritos con sorprendente realismo, y sus amoríos (heterosexuales, gay y bisexuales), felices o caóticos, el relato da seguimiento a los conflictos políticos y sociales de aquellos años, como el surgimiento de movimientos contraculturales, y las masivas jornadas de protesta contra la participación estadounidense en la guerra en Vietnam y la lucha por los derechos civiles que acabó con el asesinato de Martin Luther King (1968).

El relato abandona el personaje apenas recién ingresado a la edad adulta. “Ferguson era a la vez un genio y un idiota, a la vez un chico superdotado y un zopenco altanero, simultáneamente lo mejor y lo peor del año, rebosante de talento al tiempo que enteramente desprovisto de cualidades”, lo describe el narrador ya muy avanzado el texto.

La novela  ha sido aclamada por buena parte de la crítica literaria, como corresponde a uno de los autores contemporáneos de más reconocimiento internacional. Pero para un lector común, es un reto recorrer completo el pesado volumen con supone 4 3 2 1. Me considero un persistente lector, reacio a dejar un libro a medio camino, excepto casos del todo inevitables, pero debo aceptar que en algunos momentos caí en esa tentación a la que a no dudarlo sucumbirán muchos y consumados lectores.

Auster, autor de 17 novelas, obras de poesía, ensayo y guiones para cine, premio Príncipe de Asturias de las letras 2006, ha afirmado que 4 3 2 1  es su más ambiciosa novela. Y, por mucho, la más extensa, cuya escritura lo dejó exhausto. “No estoy seguro de tener la fuerza necesaria para escribir otra novela”, ha dicho en su presentación de la obra en España, donde la calificó como la “más realista” de cuantas ha escrito.

 

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