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La resistencia poética

He participado como invitada a esta espléndida Feria Internacional dedicada al país de Argelia.

He participado como invitada a esta espléndida Feria Internacional dedicada al país de Argelia. Presenté un libro de poesía, fui integrante de mesas de conversatorios sobre poesía, difusión, promoción y varios recitales junto a poetas de distintos países de América Central, Estados Unidos, México, Sudamérica, España, Portugal, Croacia, Rusia, Turquía, Túnez, Siria, Argelia, Francia, entre muchos. Las actividades se realizan principalmente en la Fortaleza San Carlos de la Cabaña, con sus distintas Salas, y en el Pabellón de Cuba del Vedado, donde asistimos a dos recitales importantes con poetas cubanos y extranjeros. Luego están otros salones de eventos cada día, como Sala Villena, de la Uneac (Unión de

Escritores y Artistas de Cuba), El Hurón Azul, el Centro Cultural Dulce María Loynaz, la

Casona Teatral Vicente Revuelta, Casa de las Américas, Casa Alba Cultural, Teatro de la

Biblioteca Nacional de Cuba José Martí, La Universidad de la Habana, Casa Estudiantil

Universitaria, Casa África y otras más. Es impresionante la cantidad de posibilidades y actividades en estos días, para todos los gustos y aficiones. Para los poetas es sorprendente la importancia y el relieve que la poesía ocupa en todas las plataformas de las artes y la literatura. La poesía es considerada la esencia de las artes, con ese aprecio es promovida para que los jóvenes desde muy niños la aprecien, la escriban y la difundan.

Participe del III Encuentro Internacional de Promotores de la Poesía, dedicado a la poetisa cubana Carilda Oliver Labra y al 500 aniversario de la fundación de la Villa San Cristóbal de La Habana, realizado por la Casa de la Poesía en el Liceo Artístico y Literario de la Habana y en el IX Encuentro de Jóvenes escritores de Iberoamérica y el Caribe.

Ambos eventos nos hicieron partícipes de la vida urbana de la ciudad de La Habana, participamos en recitales y conciertos al aire libre en las emblemáticas plazas de la Calle de la Madera y el Centro Hispanoamericano de Cultura. Compartimos con el Ministro de Cultura Alpidio Alonso Grau, con Edel Morales, director del Centro Dulce María Loynaz y director del programa cultural de la Feria Internacional del Libro, con la directora de los encuentros, Yanelis Encinosa Cabrera, con la coordinación de Sinecio Verdecia Díaz y de Alejandra Ferrer Cairo y de Eudris Planche Savón. Escritores, académicos y promotores crearon el ambiente y la organización para lecturas de poesía, narrativa, foros desde la comunidad y las redes digitales, y la producción editorial alternativa, como los grupos diversos de talleres y de novísimos métodos de difusión poética. Hubo más de 80 poetas invitados internacionales más otros tantos de cubanos de diferentes provincias. Una maratónica de fiesta poética, donde el espíritu libre del arte se impuso, la tolerancia y el respeto de todos con todos fue el pulso cotidiano de estos días. Intervenciones poéticas en las rutas de transporte, en las ciclovías convertidas en ciclo-versos, conjuntamente con el proyecto Ululayu de México.

Los participantes fuimos partícipes de un espíritu habanero, de puertas abiertas, antiguas calles, plazas, iglesias, palacios, convertidos por la magia de la poesía y el trabajo de sus promotores y directores de las diversas entidades en un concepto nuevo del arte poético. Todo en una filosofía de un ars de verso, para callejear esta Habana de breves 500 años y abrir el corazón a nuestro origen de cara al mar, y a la tierra americana, un ars de música y crítica, una estética de piedra y aire salino, pletórica de memoria histórica, patrimonial y de la imaginación y la magia irreverente y seria de la juventud, mezclada con la profundidad de alma del poeta Roberto Manzano con el que compartí una mesa (con Óscar Saavedra, de Chile, Balam Rodríguez de México y Víctor Fowler de Cuba) sobre “Miradas Críticas a la poesía del siglo XXI” y donde el maestro Manzano nos compartió magistralmente sus conceptos de belleza como el estado natural del arte que debe buscar y encontrar los espacios para la plenitud de las formas y las conexiones con los principales desafíos contemporáneos. Más allá del arte mercantilizada que vivimos, el poder poético que se respira y las vocaciones personales que son propuestas espirituales rompen nuestros estereotipos del canon de mercado y complacencia frívola del gusto imperante. Escuchar a un poeta como Roberto Manzano fue una lección de humildad, nos devolvió el amor por el verso innato de lo más hondo de lo humano, “el problema de la vida y la muerte se resuelve en las entrañas, la poesía es de los asesinados, el asesinato viene de afuera, el genocidio espiritual”, lo que vivimos en este siglo de resistencia.

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