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La nueva reina mundial del fútbol es España

España se lleva el primer título mundial de la historia, mientras que ninguna de las anteriores selecciones campeonas pasaron de cuartos de final.

Tras un mes de mundial de fútbol femenino que se realizó en Australia y Nueva Zelanda, el título a la mejor selección de fútbol femenino del mundo se fue para Europa, específicamente, para España, luego de ganar la gran final frente a su similar de Inglaterra 1-0, y así, de este modo, dejarse todos los mundiales femeninos de fútbol desde el sub 17 hasta el mayor. Un logro que solo las selecciones masculinas de Brasil obtuvieron entre 2002 y 2003.

Pero la solidez de las deportistas dirigidas por Jorge Vilda no data solo de este juego definitivo. Viene desde el inicio del torneo y, fuera de la derrota 0-4 frente a Japón al cierre de la fase de grupos, ganaron todo lo demás para culminar el proceso mundialista por primera vez con el trofeo y las medallas más apetecidas.

Ni siquiera la protesta de 15 jugadoras contra Vilda afectó al grupo, pues con la solución propuesta por la Federación se alcanzó un acuerdo entre 12 de ellas y él, quien terminó llevando a tres: Ona Batlle, María Francesca Mariona Caldentey y Aitana Bonmatí.

“Es difícil de describir, estoy muy orgulloso de este equipo, hemos demostrado que sabemos sufrir, nos alegra que ahora mismo estemos dando alegría a mucha gente y que celebren (la afición)”, comentó el seleccionador ibérico.

“Ha sido un partido muy sufrido, sabíamos que iba a ser muy complicado, Inglaterra tiene un auténtico equipazo, pero yo creo que esto estaba para nosotras, teníamos la vibra de que lo íbamos a conseguir”, Olga Carmona, futbolista de España.

“Primero que todo quiero dedicarle el título a la madre de una de mis mejores amigas que ha fallecido (…), ha sido un partido muy sufrido,  sabíamos que iba a ser muy complicado, Inglaterra tiene un auténtico equipazo, pero yo creo que esto estaba para nosotras, teníamos la vibra de que lo íbamos a conseguir, y estoy sin palabras. La verdad no sé qué decirte”, complementó la lateral izquierda Olga Carmona, autora del gol que le permitió a su equipo pasar de debutar en mundiales de esta categoría a campeonas en solo ocho años en un proceso de progreso sostenido.

Sin embargo, este no fue un mundial en absoluto deficitario para el seleccionado inglés. Tampoco, ellas habían tenido la oportunidad de jugar en una final hasta ahora con la entrenadora neerlandesa Sarina Wiegmann.

Wiegmann dirigió su segunda final consecutiva, tras llevar a su país al último partido en Francia 2019 frente a Estados Unidos, pero igual que entonces tuvo que atestiguar un festejo ajeno.

Al final de cuentas, Europa hizo el 1-2-3, luego de que la representación de Suecia se impusiera 2-0 frente a Australia en el juego por el tercer lugar. Aunque su mejor resultado sigue siendo el subcampeonato de 2003, abundó el sentimiento de orgullo de afición y prensa por sus jugadoras y ni siquiera la derrota in extremis frente a las españolas en las semifinales desató el menor reproche. Más bien, sus jugadoras y cuerpo técnico dejaron atrás el dolor de las primeras horas de esa derrota y celebraron con todo su nuevo bronce. Especialmente, porque sacaron a dos ex campeonas mundiales: Estados Unidos y Japón.

Para Australia, la principal coanfitriona de la cita, esta es una copa del Mundo que jamás olvidará, porque, a pesar de que al final se quedaron con las ganas de tan siquiera colgarse una medalla ante su gente, por lo menos firmaron su mejor participación de la historia al llegar a semifinales. Además, siempre tuvieron respaldo de su afición, con asistencias entre las 27 mil y las 80 mil personas.

Excampeonas mundiales fallan

En este mundial, se dio también la particularidad de que ninguna de las cuatro selecciones que habían sido campeonas pudo quedarse hasta el final. La que más lejos llegó fue la selección japonesa, pero se tuvo que contentar con regresar a casa en la quinta posición luego de que tras haber hilvanado cuatro triunfos consecutivos sucumbieron ante Suecia en los cuartos de final, 1-2.

Las bicampeonas anteriores, de Estados Unidos, también salieron por la puerta de atrás al ser víctimas desde el punto de penal frente a las suecas. De nada les sirvió que su guardameta Alyssa Naeher detuviera el lanzamiento de Rebecka Blomqvist y anotara el suyo, por culpa de los fallos de Sophia Smith, Megan Rapinoe y Kelley O’Hara. Mientras que la portera escandinava Zecira Musovic no necesitó tapar ningún penal, porque ya en los primeros 120 minutos había sido una baluarte fundamental para mantener el cero en su marco.

Así, las estadounidenses establecieron el récord de la peor defensa de un título mundial femenino al quedarse en los octavos de final. Ni irse invictas tras cuatro partidos (solo le ganaron al último lugar del mundial, Vietnam, y empataron los demás juegos), ni ser el equipo de Concacaf mejor posicionado, ni obtener la mejor posición entre las que se quedaron en los octavos de final les sirvió de consuelo. En tanto, Vlatko Andonovski renunció a su cargo como seleccionador días después de su regreso al país norteamericano.

Del equipo noruego que fue campeón en 1995 lo único que queda es su entonces jugadora y hoy entrenadora, Hege Riise. Pese al gran cartel con el que llegaba, el equipo nórdico apenas logró evitar regresar a casa con el primer lote de 16 selecciones gracias al 6-0 sobre Filipinas en el último juego, tras haber sido las primeras víctimas mundialistas históricas de Nueva Zelanda en el debut y no haber pasado de un empate sin goles contra Suiza. Pero eso solo le sirvió para alargar unos días más su estancia en Nueva Zelanda, ya que las japonesas las despacharon en seguida.

Finalmente, Alemania evidenció lo mal que la está pasando en todas las categorías de fútbol, y a pesar de haber iniciado con una goleada de 6-0 sobre Marruecos, cayó frente a Colombia 1-2 y, para rematar, fueron las únicas en ceder puntos ante Corea del Sur con un empate a un gol, suficiente para irse en las primeras de cambio. Ni siquiera en el mundial que acogieron en 2011 tras el bicampeonato mundial de 2003 y 2007 les había ido tan mal, porque entonces por lo menos llegaron a los cuartos de final.

Otros equipos, pese a nunca haber sido campeones, defraudaron al irse antes de lo esperado. Brasil, Canadá, China e Italia son algunos ejemplos que salieron por la puerta de atrás apenas en la primera fase.

Las gratas sorpresas

Algunos equipos como Colombia, Jamaica, Marruecos y Sudáfrica fueron el caso contrario y dejaron una grata impresión.

Las colombianas hicieron un mundial encomiable y fueron las únicas de todo el continente americano en llegar a jugar cinco compromisos tras derrotar a Corea del Sur, Alemania y a Jamaica, y solo ser derrotadas por Marruecos e Inglaterra.

Sus jugadoras fueron recibidas como heroínas a la llegada a su país, más allá de la ausencia de Linda Caicedo a los homenajes para ir de inmediato a España a entrenar y jugar con el Real Madrid, de Yorelín Carabalí por la muerte de un familiar, y de Daniela Caracas para acompañar a Carabalí a las honras fúnebres en Cali. No obstante, en medios de su país, jugadoras como Catalina Usme y Daniela Montoya enfatizaron en que este debe ser el inicio de todo, y que el fútbol femenino en Colombia tiene todo para ser potencia mundial con mejores condiciones.

Después de que el programa de fútbol femenino en Jamaica estuvo en peligro hasta su rescate por parte de Cendella Marley, y luego de que sus jugadoras tuvieron que hacer recolección de fondos para viajar a Australia, su segundo mundial fue mucho mejor que el primero. A diferencia del mundial Francia 2019 donde concluyeron en la penúltima posición entre 24 equipos solo por encima de Tailandia, en esta ocasión resistieron toda la fase de grupos frente a Francia, Panamá y Brasil sin recibir ni un solo gol, y solo necesitaron hacer uno contra las panameñas para clasificar a octavos de final por primera vez en su historia.

En esta fase de muertes súbitas, las Reggae Girlz solo permitieron un único gol de Colombia. Aunque se devolvieron en un lugar inferior que las estadounidenses (13° lugar contra el 9°), su actuación fue motivo de orgullo para un país cuyos principales deportes son el cricket y el atletismo y para toda Concacaf.

La representación magrebí estaba debutando en este tipo de mundiales y, pese a su mal inicio contra las germanas, fueron otras maestras en sacar mucho de poco, y con sendos 1-0 sobre surcoreanas y colombianas ingresaron en la ronda de los octavos de final. Más allá de que allí fueron despachadas 0-4 por Francia, el equipo marroquí hizo gala de su buen momento futbolístico, y su afición no ocultó su orgullo. Incluso, el medio local Al Jazeera enfatizó en que esta es la primera representación del mundo árabe y musulmán que avanza de ronda en un mundial femenil.

El equipo sudafricano también rompió quinielas especialmente con el triunfo in extremis 3-2 sobre Italia, pero antes había sufrido la remontada de Suecia de un 1-0 a un 1-2 y que una Argentina aún limitada en esta categoría les empatara luego de ir ganando 2-0. Al final Países Bajos las despidió con un 0-2, pero en Sudáfrica también hubo orgullo por lo hecho por sus Banyana Banyana.

Sin embargo, el mejor resultado por África lo obtuvo Nigeria, quien venció 3-2 a Australia y empató sus otros tres juegos contra Canadá, Irlanda e Inglaterra, más allá de caer en los lanzamientos desde el punto de penal contra esta última selección, para regresar en un honroso décimo lugar. Aunque muchos sectores locales se muestran esperanzados en que ahora se le cancele a las involucradas el dinero adeudado por su propia federación y que aparezcan oportunidades para jugar en Europa o en Estados Unidos.

Final extra fútbol reprochable

Sin embargo, además de las hermosas estampas con que este mundial cerró como las celebraciones y la premiación, sucedieron dos noticias que empañaron eso.

“FIFA se tiene que dar cuenta. Hay muchos países que han estado más o menos tiempo con peleas que hacen las jugadoras y eso es un sobreesfuerzo. Ellas deberían estar simplemente cuidándose, entrenando, alimentándose bien y dándolo todo en el campo de juego”, Alexia Putellas, futbolista de España.

Una de ellas, durante la premiación de la selección española, se viralizó que el presidente Luis Rubiales se habría propasado con Jennifer Hermoso, al abrazarla y besarla directamente en la boca. La misma jugadora, en una transmisión en vivo de Instagram y en medio de risas, hizo saber su disconformidad: “¿Pero y qué hago yo? Mírame. No me ha gustado”. Pero en un intento por zanjar el tema, lo atribuyó a un gesto mutuo espontáneo de cariño y euforia por ganar el mundial.

Otra fue el discurso del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, en la conferencia de prensa previa a la final, en el cual delegó a las mujeres la responsabilidad de convencer a la FIFA el pago de premios iguales a los mundiales absolutos de fútbol femenino y masculino: “Elijan las batallas adecuadas. Ustedes tienen el poder de cambiar, de convencernos a los hombres de lo que tenemos que hacer y de lo que no. Háganlo. Solo háganlo”, comentó.

Esto desató la indignación de algunas de las jugadoras, como la noruega Ada Hederberg. “Trabajando en una pequeña presentación para convencer a los hombres. ¿Quién se apunta?”, escribió en sus redes sociales.

También, la inglesa Lucia Lucy Bronze sin externar una sola palabra le hizo saber su disconformidad a Infantino en la premiación, al darle un trato muy frío en el que evitó mirarlo, se mantuvo a una distancia prudencial y solo accedió a chocar las palmas con el mayor desdén antes de recoger su medalla plateada y retirarse.

E igual hizo la española Alexia Putellas, quien externó que la propia organización ya debería saber de las peripecias de las mujeres futbolistas alrededor del mundo y actuar al respecto. “Personalmente, me da rabia porque no es una cosa de solo un sitio, es muy repetitivo, FIFA se tiene que dar cuenta. Hay muchos países que han estado más o menos tiempo con peleas que hacen las jugadoras y eso es un sobreesfuerzo. Ellas deberían estar simplemente cuidándose, entrenando, alimentándose bien y dándolo todo en el campo de juego”.

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