Elecciones 2022 Análisis del Observatorio de Política Nacional

Villalta, Vega y Díaz subieron perfil en redes con debates, Saborío y Ramos desperdiciaron oportunidad

El Observatorio de Política Nacional analizó el comportamiento de las personas usuarias de Facebok y Twitter durante la semana de debates, para identificar las tendencias políticas que dominaron la conversación

El candidato frenteamplista José María Villalta, Jhonn Vega del Partido de los Trabajadores y Natalia Díaz de Unidos Podemos fueron quienes mejor aprovecharon los debates organizados por el Tribunal Supremo de Elecciones, pues mejoraron su visibilidad de manera positiva en redes sociales, aunque a los dos últimos este empuje no les ha alcanzado para mejorar su posición en las encuestas.

Mientras tanto, la socialcristiana Lineth Saborío y el oficialista Welmer Ramos desaprovecharon la oportunidad de mejorar sus posiciones en la contienda electoral, pues ambos aumentaron su visibilidad pero de manera negativa.

Esto concluyó el análisis de tendencias políticas en redes sociales que realiza semanalmente el Observatorio de Política Nacional (OPNA), proyecto de investigación académica de la Escuela de Ciencias Políticas de la Universidad de Costa Rica.

El OPNA analizó el comportamiento de las personas usuarias de Facebok y Twitter durante la semana de debates, para identificar las tendencias políticas que dominaron la conversación. Jorge Gamboa, investigador del proyecto, explicó que para entender este comportamiento es necesario considerar que los debates no se “ganan”, sino que se aprovechan.

“La cosa no es tan sencilla, un debate es una ventana que se abre y que los candidatos intentan aprovechar, además el debate no es racional, porque las audiencias no necesariamente escuchan el fondo si no que se quedan en la forma. Por eso, decimos que un debate no se gana, se aprovecha; decir que alguien aprovechó más el espacio no significa que todo el debate fue mejor o que sus propuestas sean mejores, sino que analizamos si tuvo mayor o menor visibilidad, y si esta fue positiva o negativa”, dijo.

Este espacio, eso sí, explicó, era de gran importancia especialmente para las candidaturas con menor apoyo pues es de las pocas opotunidades que tienen para mostrarse, aunque reconoció que a estas alturas de la contienda, “es muy difícil que las tendencias cambien”.

El especialista explicó que se analizaron los cuatro debates como eventos aparte. Durante el primer espacio, del 9 de enero, los candidatos que más interacción y reacciones generaron fueron Fabricio Alvarado (PNR) quien aumentó su visibilidad pero no logró aprovechar para impulsarse positivamente, y Welmer Ramos (PAC), que aumentó su visibilidad pero de forma negativa. A la vez Greivin Moya (PFD) generó la mayor parte de comentarios negativos debido a su estilo de debate.

En el segundo debate, del 10 de enero, Lineth Saborío (PUSC) estaba “obligada” a aprovechar pues figura de segunda en las encuestas, pero salió perjudicada porque durante el evento su nombre se convirtió en tendencia asociado a la “falta de definición” de sus propuestas. Su estrategia de debate “pasivo y tranquilo”, explicó Gamboa, tuvo mala recepción y eso permitió que Eliécer Feinzaig (PLP) y Rodrigo Chaves (PPSD) generaran más reacciones positivas, acompañadas de algunas respuestas negativas.

El debate del 11 fue el que menos reacción generó en redes sociales evidenciando que esa edición fue la que menos interés generó. Durante el mismo Óscar López (PASE) tuvo alguna visibilidad aunque mayormente críticas y Rolando Araya (PCRJ), logró un aumento mínimo en su visibilidad.

En total contraposición al día anterior, el debate del miércoles generó mucha más interacción y reacciones. El liberacionista José María Figueres, líder en las encuestas, así como el frenteamplista José María Villalta, Natalia Díaz (PUP) y John Vega (PT) aumentaron su visibilidad tanto durante y tras el debate. No obstante, Figueres no logró maximizar la oportunidad para posicionarse positivamente y el espacio fue aprovechado por Díaz, Vega y Villalta.

A Díaz le favoreció su “estilo balanceado y sereno” y generó mensajes positivos especialmente sobre su oratoria, mientras que el tono autocontenido pero con mensajes de ataque a otros candidatos a cargo de Vega le generó mucha visibilidad durante y después del debate. Mientras tanto, Piza (PNP) y Campos (PEN) obtuvieron alguna visibilidad centrada en la forma de sus mensajes y no el fondo y Muñoz (PIN) pasó desapercibido en las tendencias digitales.

Además de los debates, una tendencia residual fue la violencia política que viven las mujeres en la campaña política, que surgió a raíz de un spot de Sofía Guillén, que despertó un debate sobre si era “posible” ser economista y de izquierda a la vez; así como una acusación por parte de Lineth Saborío, que dijo estar siendo víctima de violencia política porque circularon críticas y chistes sobre su “cantinfleo”.

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