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Vecinos de Playa Ballena se enfrentan al AyA por acceso al agua

Asada de Playa Ballena reclama ante Sala Constitucional derecho a un gestionar su propio acueducto, mientras instituciones del Estado le exigen que se disuelva y amenazan con denuncias penales.

La necesidad apremiante de acceder al recurso esencial del agua llevó a varias personas radicadas o propietarias en la localidad de Ballena de Osa a organizarse y fundar una Asociación Administradora de Sistemas de Acueductos y Alcantarillados Sanitarios (Asada) desde el 2006.

El objetivo de esa Asada es acceder al recurso de una naciente local y con ello proveer agua especialmente a la escuela pública de la comunidad, donde se han reportado casos de personas menores de edad que presentaron serios problemas de salud, casos de personas que han tenido que acudir al Hospital Tomás Casas de Ciudad Cortés y al Ebais de Uvita, por incidencia de leptospirosis, así como de coliformes y enfermedades asociadas.

Para ello, tras un esfuerzo comunitario de recolección de fondos, a inicios del año pasado lograron construir una tubería desde una naciente ubicada en un terreno denominado Finca El Tigre.

Sin embargo, las autoridades locales del Instituto de Acueductos y Alcantarillados (AyA) nunca accedieron a firmar el convenio de delegación, necesario para que cualquier asociación de este tipo pueda funcionar y ofrecer el recurso a la población.

Al contrario, en agosto la Asada recibió el oficio Sub-GSD-2018-01080, en el que el AyA le indicó que “deberá realizar una asamblea de asociados para acordar su disolución y posterior incorporación a la Asada de Ojochal”.

En noviembre del año pasado un funcionario de la Dirección de Agua del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) entregó a la Asada, a través de una notificación, la orden de “eliminar la estructura construida para la captación de la fuente”. Además, amenazó a los miembros de la Asada y de la comunidad de Ballena con una demanda penal por usar el agua generada por su propio Acueducto.

Todo ello es parte de una cadena de acontecimientos cuyo más reciente capítulo es que la Sala Constitucional admitió para estudio un recurso de amparo presentado por la Asada de Ballena, que califica ese acto como “un hecho autoritario y abusivo contra ciudadanos que no tiene justificación alguna”.

Maynor Santillán, fiscal de la Asada de Ballena, explicó que históricamente la comunidad se ha abastecido a través de “mangueritas” que captan el agua de varias quebradas locales, pero el recurso no es de buena calidad.

Relató que el acueducto creado abastece de agua también a ciertas áreas del Parque Marino Ballena -que cada año recibe a más de 150 mil visitantes-, además de a la mencionada escuela, a la plaza de fútbol y a varios vecinos, “pero tenemos el problema de que el AyA nos amenazó con destruir el acueducto que entre todos hicimos”. Añadió que se espera la construcción de un acueducto desde la localidad de Ojochal -que cuenta con su propia Asada-, pero que se encuentra a no menos de ocho kilómetros y los vecinos temen que puede tomar años.

En medio, un hotel

“No entendemos cómo el AyA puede amenazarnos penalmente, quieren que destruyamos el acueducto y sigamos con las mangueritas”, agregó Santillán.

Con suspicacia, observó que “nunca quisieron autorizarnos como Asada, decían que teníamos que pegarnos a la de Ojochal y a la vez le dieron una concesión de agua al Hotel Cristal Ballena, precisamente donde nosotros desde hace 20 años sabemos que está el agua de la comunidad, porque son las nacientes de quebrada Ballena; es excelente”.

Insistió en que “se la dieron en concesión al Hotel Cristal Ballena, se lo dieron a una persona que tiene un hotel de lujo y privado, pero a la comunidad no le dan el agua”.

Se trata de un hotel cuatro estrellas que según la información en línea consta de 19 suites, dos cabañas y una piscina de 400 metros cuadrados, propiedad de Waldemar Steiner.

Nayarith Acuña, gerente de operaciones del hotel, explicó que esa empresa explota la mencionada naciente gracias a “un derecho de uso por parte del Minae” con el que cuentan, “desde hace muchos años, tengo cinco años de estar aquí y desde antes ya estaba”. Informó que la empresa paga un canon trimestral por la concesión.

“No teníamos ni idea de que hubiera un problema de acceso por parte de la comunidad a la naciente, pues aquí nunca había venido nadie de la Asada ni del AyA hablar o indagar un poco”, añadió de manera insistente.

Al respecto, informó que “el que no quiere dar acceso el dueño de la finca, que no es el dueño de Cristal Ballena, es un español”.

Puntualizó, también, que desde el hotel no tenían absolutamente nada en contra de que la Asada también pueda aprovechar el agua de la misma naciente, pues ello sería “súper bueno”.

Unirse a Ojochal

En el amparo presentado, la Asada sostiene que se violentan los derechos a acceso al agua, a la salud, a la libre asociación y a que las personas se organicen para proteger el medio ambiente.

Entre los documentos aportados por la Asociación, una resolución de la presidenta ejecutiva del AyA, Yamileth Astorga, de enero de este año, en la que apunta que el acueducto construido por la Asada de Ballena, “presenta problemas técnicos de calidad del agua y eventuales problemas de salud, por lo que se requieren mejoras que deberán ser realizadas por la misma Asada, con apoyo técnico del AyA”.

Astorga recomendó la integración de esta Asada con la de Ojochal y consideró que el derecho humano al acceso al agua implica “que no se destruya el acueducto temporal existente, el cual es resultado de un esfuerzo comunitario, sino que más bien (…) se instruye a la Subgerencia de Acueductos Comunales para que la comunidad pueda seguir usando ese acueducto mientras se concreta un proyecto de macro-acueducto Ojochal-Ballena-Piñuelas”.

Sin embargo, la respuesta dada por la institución al amparo dista mucho de ese documento. El 21 de febrero el Instituto presentó un documento en el que insistió en que a la Asada de Ballena se le ha denegado el convenio de delegación “dada la falta de sostenibilidad económica y organizativa de la Asada” y de que no cuenta con permiso de funcionamiento del Ministerio de Salud, con permiso de aprovechamiento otorgado por la Dirección Nacional de Aguas ni posee planta de tratamiento.

Añade que el acueducto construido por la Asada de Playa Ballena, “no cuenta con el aval del AyA” y que, por ello, “fue construido en clandestinidad”. Además, cuestiona que las enfermedades de los niños de la escuela se relacionen a la falta de acueducto, sin existir evidencia.

El escrito del AyA afirma que “la institución ha realizado diversas gestiones con el fin de resolver la situación de la población de Playa Ballena, presentando como opción que la Asada de Ojochal amplíe su cobertura, dado que cuenta con el caudal hídrico requerido para brindar esta prestación del servicio, abarcando a los actuales y futuros usuarios de la Asada de Playa Ballena”, pero que la Asada de playa Ballena “se ha negado a esta propuesta”.

Santillán explicó que la comunidad de Ballena teme que ello implique del todo quedarse de nuevo sin agua, pues no conocen plan concreto a llevarse a cabo con prontitud para construir un acueducto de más de ocho kilómetros. Al acoger el recurso, la Sala Constitucional emitió medidas cautelares para evitar la destrucción del acueducto.

Además, el AyA añadió que la Oficina de Atención de Asadas de la Región Brunca (ORAC Brunca)  “corroboró que el propietario del inmueble colindante con la naciente conocida como ‘El Tigre’ no autoriza el ingreso ni construcción de las obras”. Destaca que, al ser colindante, “el proceso de expropiación no se justifica”.

Tras afirmar que “el AyA por medio de la ORAC Brunca no ha realizado actos abusivos ni irregulares”, el escrito se refiere a la resolución de Astorga y apunta que “la Lcda. Cecilia Martínez, Subgerente de Sistemas Comunales, solicitó a la Presidencia Ejecutiva reconsiderar su criterio y solicita en su lugar se validen desde es despacho las recomendaciones emitidas por la Subgerencia de Sistemas Comunales y las acciones que se han venido ejecutando hasta la fecha”.

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