País Ministerio de Salud confirma que decisión de aplicarla es vinculante

Vacuna contra el papiloma humano espera informe técnico de la CCSS

La CCSS dice que “aún no hay posición al respecto”

La Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) está obligada a proporcionar a las niñas de 10 años de edad las dos dosis de la vacuna contra el papiloma humano -preventiva del cáncer de cérvix-, que la Comisión Nacional de Vacunas del Ministerio de Salud acordó incorporar al esquema nacional de vacunación en agosto pasado (ver: “¿Qué es el Virus del Papiloma Humano?”).

 

Así lo confirmó el médico Roberto Castro, jefe de la Unidad de Análisis de Situación de Salud, de ese ministerio, quien confirmó que el acuerdo es vinculante para la CCSS.

“El acuerdo se remitió a la CCSS, quien lo implementará. Es un acuerdo vinculante. El inicio de su aplicación dependerá del presupuesto de la CCSS”, dijo Castro.

La vacuna se aplica en dos dosis, la primera a los 10 años y la segunda seis meses después. Es una vacuna cuadrivalente, lo que significa que tiene cuatro serotipos del virus.

Esa comisión también acordó incluir en el cuadro nacional la vacuna contra el rotavirus causante de diarreas infantiles, la cual se aplicará a la infancia menor de 8 meses, y ampliar de tres a cuatro cepas aquella contra el virus de la influenza.

“Falta un estudio”

La médica Leandra Abarca, de la Sub-área de Vigilancia Epidemiológica de la CCSS, afirmó que “en vacunas nuevas, se están realizando las gestiones logísticas para su próxima inclusión en el 2018”. Sin embargo, agregó que “la fecha definitiva depende de cuánto duren los aspectos técnicos en análisis en este momento”.

En cuanto a la vacuna contra papiloma humano, afirmó que “el estudio de costo-efectividad aún no ha sido presentado a la Junta Directiva de la CCSS, por lo que aún no hay posición al respecto”.

Ante la hipótesis de si creencias religiosas del personal con poder de decisión al interior de la CCSS pudieran influir en retardar decisiones en materia de derechos sexuales y reproductivos, por ejemplo, como resultado de la censura pública expresada por la Conferencia Episcopal católica contra la oferta de un anticonceptivo intradérmico por la propia CCSS, el médico Allan Varela Rodríguez, Jefe de la Unidad Servicios de Salud de Atención Directa a las Personas, de esa institución, respondió que “no se tiene conocimiento de que las manifestaciones de la Conferencia Episcopal hayan incidido de alguna manera en la atención que brindan los servicios de salud”.

Por su parte, la psicóloga Edda Quirós, de la Dirección de Planificación Estratégica y Evaluación de las Acciones en Salud, del Ministerio de Salud, aclaró que “según sus competencias rectoras, el Ministerio registró ese producto de acuerdo con los criterios establecidos por la normativa nacional”.

“También coordina el proceso interinstitucional que contribuye al abordaje en la prevención del embarazo adolescente, según lo indica la “Norma Nacional para la atención integral de la salud de adolescentes: componente salud sexual y reproductivo”. Esta norma claramente da indicaciones de que el abordaje de la salud integral de adolescentes va más allá de solo la indicación de un método anticonceptivo, ya que se hace desde un enfoque de derechos humanos, igualdad de género y derechos de la niñez y adolescentes. Esto incluye derecho a la educación, servicios de apoyo social y económico y de habilidades para la vida desde una mirada intersectorial. En el caso de la atención a la salud sexual y reproductiva de las mujeres adultas, se siguen los lineamientos específicos de la CCSS en este tema”, agregó.

Además, informó que el Ministerio de Salud “no ha hecho ninguna respuesta específica a la Conferencia Episcopal”.

UNIVERSIDAD consultó sobre este tema a Marisa Victoria, joven microbióloga y activista feminista, quien trabaja con la CCSS en la Región Brunca, ella dio más detalles sobre el funcionamiento y acogida que tiene este servicio de salud entre las mujeres jóvenes y resaltó su importancia (ver: “Hay una buena acogida de este método anticonceptivo”).

¿Qué es el Virus del Papiloma Humano?

El Virus del Papiloma Humano (VPH) es un microorganismo asociado al cáncer de cérvix, que infecta células del cuello uterino como resultado de las relaciones sexuales.

Por año, en Costa Rica alrededor de 400 mujeres se ven afectadas por esta enfermedad.

La compra de la vacuna se realiza por medio del fondo rotatorio de la Organización Panamericana de Salud (OPS), por un costo anual de $1 millón. Esta entidad es quien decide a cuáles casas farmacéuticas realiza la compra.

Fuentes: Ministerio de Salud y CCSS.



Microbióloga y feminista Marisa Victoria

 “Hay una buena acogida del anticonceptivo intra-dérmico”

UNIVERSIDAD conversó con Marisa Victoria, microbióloga y activista feminista, quien labora con la CCSS en la Región Brunca, acerca de la importancia y acogida que tiene el acceso de las mujeres al anticonceptivo intra-dérmico, dado el alto índice de embarazos adolescentes que se registran en el país.

¿En cuáles provincias está ofreciendo la CCSS el anticonceptivo intradérmico?

-En este momento se está ofreciendo en la Región Brunca, es decir en la zona sur del país, en donde estoy trabajando para la CCSS y en la Región Atlántica. Tengo entendido que el proyecto inició en estas regiones en el marco de un proyecto mesoamericano interinstitucional y que se planea ampliar paulatinamente hasta que esté disponible para mujeres adolescentes en todo el país. Es una excelente noticia que ya se encuentre en la Lista Oficial de Medicamentos ofrecidos por la CCSS.

Como mujer joven y feminista, ¿cuál es la importancia que atribuye a este servicio de la CCSS y por qué?

-Creo que es un proyecto muy importante, puesto que el embarazo en personas adolescentes alcanza cifras alarmantes en el país y me parece que en el marco de un acompañamiento integral, es decir, con el uso del dispositivo intradérmico y de consejería por parte del personal de salud sobre salud sexual y reproductiva, se puede lograr disminuir.

Este servicio le puede proveer la posibilidad a miles de mujeres de planificar su vida de una forma más segura, aunque insisto en la importancia de que este sea un servicio integral, en el que las adolescentes tengan información no solamente sobre métodos anticonceptivos, sino también sobre formas de protegerse contra infecciones de transmisión sexual y sobre cómo vivir una sexualidad sana y sin violencia.

¿Ha sabido de mujeres niñas o jóvenes que han recurrido a este servicio? ¿Cuál ha sido su reacción o la de sus padres y madres?

-En ocasiones he visto a mujeres adolescentes ser acompañadas por sus madres al servicio de salud para gestionar la colocación del implante. Me parece que hay una buena acogida de este método anticonceptivo en la población y que esta irá acrecentándose a medida que más mujeres lo adquieran, aunque todavía la sexualidad en la adolescencia es un tema tabú para muchas familias.

¿Qué opina de la reacción de la Conferencia Episcopal católica?

-No es sorprendente, esta institución mantiene y replica una postura retrógrada y completamente desconectada de la realidad que implica un embarazo no deseado en la vida de una mujer, más aún, de una adolescente o incluso una niña.

Las presiones que se enfrentan la mayoría de las veces sin las herramientas y la madurez necesaria para asumir la maternidad son inconmensurables, y una institución conformada por hombres adultos, que además se asumen célibes, es, tal vez, la menos capacitada para emitir criterio, sin embargo, no tienen reparo en hacerlo. El trabajo de las organizaciones feministas es contrarrestar estas voces doctrinarias con información científica para apoyar que las mujeres tengan la oportunidad de determinar su futuro, de elegir cómo y cuándo ser madres si es que desean hacerlo.


 

 

 

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