En declaraciones ofrecidas a la prensa a las afueras de la Casa Blanca, el mandatario costarricense Rodrigo Chaves reconoció que en su reunión con el presidente estadounidense Joe Biden se habló de “inmigración” y en primera persona plural aseveró que “tenemos que administrar los flujos excesivos, en particular los que están pasando por el tapón de Darién, hacia el norte”.
Chaves informó que con Biden “discutimos el interés común que tenemos Costa Rica y Estados Unidos en nuestras relaciones bilaterales en temas de seguridad, en temas migratorios, en temas de inversión extranjera directa, en temas de asegurar las cadenas de suministro en el mundo”.
De manera notoria añadió que “también discutimos una visión hemisférica, que es que todos los latinoamericanos, todos los ciudadanos de Estados Unidos y Canadá tenemos un destino común”.
Ante pregunta de la prensa, reconoció que se habló de “inmigración”, de “la importancia de entender la naturaleza del fenómeno y de administrarlo mientras se encuentran soluciones a los problemas estructurales que generan esa inmigración, como pobreza, falta de oportunidades, etc.”.
Esas declaraciones de Chaves calzan al dedillo con la posición planteada recién el pasado jueves en Panamá por la subsecretaria adjunta principal de la Oficina de Población, Refugiados y Migración del Departamento de Estado estadounidense, Marta Youth.
La funcionaria visitó Panamá con motivo de una conferencia internacional sobre migración, que calificó como “una oportunidad bien importante para que Estados Unidos y más de 20 países del hemisferio se unieran para promover una gestión migratoria, segura, ordenada, humana y regulada”.
En esa oportunidad, Youth aseveró “nos enfrentamos a niveles sin precedentes de migración irregular y desplazamiento en el continente”, ante lo cual “como ha dicho varias veces el secretario [de Estado, Antony] Blinken, este es un desafío que un solo país no puede afrontar solo. La única manera de enfrentarlo es una manera colaborativa” entre todos los países, según reportó la agencia AFP.
Según ese medio, en lo que va de año, más de 307.000 migrantes que se dirigen hacia Estados Unidos han ingresado a Panamá por la inhóspita selva del Darién, en la frontera con Colombia, una cifra superior a la de todo el año 2022, cuando 248.00 personas hicieron esa travesía, de acuerdo con cifras oficiales panameñas.
Youth además se refirió a que parte del trabajo debe enfocarse en “enfrentar algunas de las causas estructurales que se pueden enfrentar con ayuda humanitaria, con programas de desarrollo para que haya oportunidades”.
