En el primer semestre del Gobierno actual, la diputada Vanessa Castro ya había visto el estilo de choque del presidente Rodrigo Chaves y la manera en que trata a opositores políticos o críticos, pero ella seguía creyendo en el respeto a la investidura presidencial y pidió una cita con él para explicarle “cada detalle” sobre temas que, según le habían contado, él andaba consultando por ahí sobre los antecedentes de ella como abogada.
La diputada del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), que tomó el cargo como opositora 20 años después de dejar ese mismo puesto como oficialista en el período 1998-2002, dedicó casi dos horas a contarle a Chaves que se había especializado como abogada en asuntos de telecomunicaciones y tecnología, con múltiples clientes y, entre ellos, la televisora Repretel. Castro asegura haberle hablado de la relación con la empresa que aloja uno de los dos principales noticiarios del país y que es parte del conglomerado mediático y de telecomunicaciones fundado por el poderoso empresario mexicano Ángel González.
Para ese momento, mediante su bufete, ella daba asesoría jurídica a la televisora, pues los legisladores no tienen prohibición de ejercicio profesional y, además, para curarse en salud, el 29 de noviembre de 2022 ella envió al Directorio Legislativo una nota en la que advertía que se inhibiría de participar en cualquier debate o votación relacionada con asuntos vinculados a esa empresa televisiva. Ya se olía que la criticarían por ese flanco.
Aquella nota que apenas ocupó unas pocas líneas en medios de comunicación se puede entender ahora como un preludio de lo que estaba por ocurrir: en diciembre de 2022, después de la explicación que Castro dio al presidente, este conversó directamente con los mandos superiores de la televisora y poco después Repretel rompió la relación de 18 años con la abogada. Ese finiquito se lo confirmó a ella el propio Fernando Contreras, presidente de la televisora tica, según el relato que dio la diputada a este periódico cuatro días después de que contó a otros medios esta historia de “persecución”, como lo concibe ahora.
Así, perdía un cliente la diputada que, desde un principio, generaba incomodidad al Gobierno y que, desde noviembre del 2022, había lanzado una serie de críticas por el manejo del proyecto de eurobonos, un tema que, en ese momento, el Ejecutivo presentaba como crítico para la estabilidad financiera del país.
La Presidencia dijo a varios medios, este martes, que sí hubo un contacto con la matriz de una multinacional en México, pero no mencionó que haya sido Ángel González y dio la justificación de que el motivo era solo evitar un posible conflicto de interés y un eventual daño a políticas públicas. Este martes, al mediodía, este periódico envió consultas a Fernando Contreras, presidente de Repretel, las cuales respondió al filo del cierre de esta edición.
“En el Departamento de Relaciones Públicas de nuestra Casa Matriz se recibió una llamada del embajador Abarca, indicando que de Presidencia querían contactarme. Coincidió que, precisamente, para esa época yo estaba intentando conseguir una audiencia con el señor presidente”, se lee en la respuesta. Contreras indicó que él pidió la reunión con Chaves, quien, al final del encuentro, le comentó el tema de Vanessa Castro. “Le aclaré que ella formaba parte de un grupo de abogados externos que nos prestan servicios profesionales según su especialidad y que, desde que la señora Castro asumió su cargo como diputada, no habíamos utilizado sus servicios, por lo que la empresa estaba valorando la continuidad de la relación, a lo que respondió que la decisión era nuestra”.
“La única conversación que se dio fue entre el presidente y este servidor, a instancia mía”, aseguró Contreras, como descartando contacto alguno entre Rodrigo Chaves y el empresario Ángel González, lo cual sí confirman tres fuentes consultadas por UNIVERSIDAD.
Para Vanessa Castro, esa acción del presidente fue desconcertante y abrumadora. No sabía bien cómo procesarlo. Primero trató de verlo como una acción específica contra una abogada y ello implicaba discreción por el secreto profesional, por respeto al cliente y la regla de no atenderse en caso propio, pero pronto lo dimensionó diferente: una persecución política desde el Jefe de Estado contra una diputada de la República en razón de su cargo. Algo grave.
Sin embargo, en aquel momento, la diputada prefirió comentarlo solo a unas pocas personas de confianza y no denunciarlo de manera pública, aunque, durante el 2023, hubo momentos en que sintió ganas de hacerlo o incluso lo insinuó en algunos mensajes en el plenario legislativo. Pasó todo el año y empezó el 2024; en círculos políticos se conocía la historia, pero Castro se contuvo hasta que vio que la animadversión del Ejecutivo contra ella se mantuvo al punto de vetarla para una posible candidatura para la Presidencia del Congreso 2024-2025, como expresó la oficialista Pilar Cisneros la semana pasada.
Entonces Castro vio que era el momento de contarlo a la prensa: Chaves pasó las fronteras para incidir en la relación privada de Vanessa Castro con la televisora privada Repretel y, para ello, utilizó al embajador en México, Pablo Heriberto Abarca (exdiputado del PUSC), como reconoció este mismo, en su propia casa, cuando la legisladora lo visitó en abril de 2023 en ocasión de un viaje para temas de ciberseguridad. Otros dos diputados lo escucharon también. “Seguí órdenes del presidente”, le dijo Abarca, según cuenta ahora ella, quien evita decir los nombres “Repretel” y “Ángel González” confirmados por otras fuentes.
Pasados cinco días desde que se reveló la conversación de Chaves con el empresario mexicano y las gestiones de Abarca, el mandatario ni el embajador habían dado explicación alguna de manera directa, a pesar de que la bancada del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) pidió explicaciones y de que en la comisión legislativa de Control de Ingreso y Gasto Público se anunció la intención de llamar a declarar al diplomático. Todo porque ahora Castro sí quiso contar la historia.
¿Por qué decidió no contarlo durante todo el año?
—Esperé demasiado, como que todo pasara… Soy humana y, por más que sea una abogada experimentada, soy humana y, de alguna manera…, es que esto es muy serio y me sentía sobrepasada.
¿Usted creía que no iba a pasar a más?
—Después de que yo fui a hablar con él, porque andaba preguntando por mi vida profesional, pensé que no se iba a meter más.
¿Por qué siente que él actuó contra usted?
—Siempre me había tenido en la mira, desde junio del 2022, pero el detonante fue la discusión de eurobonos. Después entendí que fui una de las primeras de muchas personas, porque es su modus operandi, porque lo ha hecho con otras personas, principalmente mujeres y con organizaciones, pero no tienen la libertad que tengo yo de hablar. Comprendo que uno tiene temor y por eso no cuentan.
¿Usted tenía miedo?
—Sí, yo tenía temor de mayores represalias y yo esperaba que ya no se metiera más conmigo.
¿Es personal?
—No. Bueno, yo decido hablar porque mucha gente ha sido dañada por el presidente y no hablan por miedo, porque están en un cargo o dependen de relaciones con el Gobierno y temen represalias.
¿Qué cree que pasará en adelante?
—No sé si soy ingenua, pero espero que el presidente entienda que no puede ejercer el poder de manera irresponsable ni usarlo sin límites. Eso es lo que nos hace diferentes como país. No puede ir como un ejecutivo corporativo dando órdenes sin aceptar criterios distintos… Es complicado.
Pero también es posible otro tipo de reacción
—Sí. Bueno, yo temo represalias, esos gritos… Espero esos ataques horribles que hace, ya me los imagino. Me preparo psicológicamente para recibirlos.
Castro, sin embargo, también se siente apoyada por numerosas personas políticas o no que le han expresado apoyo. Dice que le emociona. También reconoció una posición de Juan Carlos Hidalgo, presidente del PUSC. “Me puso una mano en el hombro”, dijo en sentido figurado sobre la declaración del partido emitida el fin de semana. Esto a pesar de que la Unidad tiene poco de unidad y más de variedad, como describe la diputada Castro. Algunos miembros de la fracción han dado señales de cercanía ocasional con el Gobierno, pero ella parece ahora tener más motivos para la distancia.
