País Presidente del Banco Central comenta el menor optimismo del FMI

Suben las tasas externas y habría presiones hacia la fuga de capitales

Panorama externo más pesimista haría menos atractivos a los “eurobonos”, dice director de la Bolsa Nacional de Valores.

El Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), del Banco Central de Costa Rica (BCCR), correspondiente a agosto, indica que la economía costarricense se reactiva de un modo “robusto”. Sin embargo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió recientemente que las complicaciones vienen desde afuera.

El 12 de octubre, al dar a conocer su “Informe sobre la Estabilidad Financiera Mundial”, el organismo dijo que, como consecuencia de un aumento en la preocupación sobre las perspectivas de la economía mundial, los mercados ya están encareciendo los precios del crédito para los países emergentes.

Esto fue confirmado por Rodrigo Cubero, presidente del BCCR, quien dijo a UNIVERSIDAD que la recuperación económica de los principales socios comerciales del país se ve afectada por la evolución de la pandemia de la COVID-19 y por incrementos en los precios de las materias primas y de las tasas internacionales de interés por presiones inflacionarias, lo cual “encarecería el costo de la deuda y podría generar incentivos para la salida de capitales desde mercados emergentes como el nuestro” (ver el recuadro).

Ricardo Hernández, director de la BNV. (Foto cortesía de la BNV).

Por su parte, Ricardo Hernández, director General a.i. de la Bolsa Nacional de Valores (BNV), recordó que el precio de los bonos de deuda que el país coloca en el exterior —o “eurobonos”— “responde principalmente a la percepción de riesgo que los inversionistas internacionales tienen sobre todo el bloque de países en desarrollo y sobre la región. Si bien es cierto el precio de estos títulos se ha incrementado en comparación con el inicio de año, en el último mes han mostrado una tendencia a ir disminuyendo, lo cual obedece a condiciones de mayor incertidumbre sobre la región asociadas al impacto de la pandemia en el crecimiento de las economías”.

Sobre el menor optimismo en el crecimiento de la economía mundial reportado por el FMI, Hernández dijo que “esto podría generar mayor incertidumbre en los mercados internacionales, lo cual podría reflejar mayor volatilidad en los mercados accionarios y en los precios de los bonos privados o de países emergentes”.

Sin embargo, recordó que el mercado de capitales local “es ampliamente dominado por las operaciones de bonos públicos, por lo que depende más de aspectos como el déficit fiscal y la reactivación económica”.

“Durante este año se ha observado que los precios han tendido al alza producto de una mayor confianza del inversionista en las condiciones económicas locales, tales como la mejora en la recaudación tributaria, baja en el déficit fiscal, acceso a créditos internacionales y el acuerdo con el FMI”, agregó.

“Una calificación positiva por parte de la misión del FMI podría implicar la confirmación de la confianza a lo interno de la economía, lo que podría implicar mayores reducciones en los rendimientos exigidos a los bonos que emite el Ministerio Hacienda”, agregó.

Durante el 2021, el Ministerio de Hacienda canjeó en el mercado interno ¢564 mil millones en bonos tanto en dólares como en colones, informó en un comunicado de prensa.

Rodrigo Cubero, presidente del BCCR.

Rodrigo Cubero, presidente del BCCR

“Mercados han incorporado una posibilidad de aumento en la tasa de interés de referencia”

Aunque la economía nacional mejora, la situación externa puede complicar las cosas.

¿Cuáles son los principales riesgos aquí, dado que hasta el momento la inflación no es considerada como uno de ellos?

—Entre los riesgos externos que enfrenta la economía costarricense destacan la elevada incertidumbre sobre el ritmo de recuperación económica de los principales socios comerciales del país ante la evolución de la pandemia de la COVID-19, el incremento en el precio de las materias primas y un aumento súbito de las tasas internacionales de interés por presiones inflacionarias, que encarecería el costo de la deuda y podría generar incentivos para la salida de capitales desde mercados emergentes como el nuestro.

A estos riesgos externos se aúnan otros de índole interno como el deterioro en la situación macroeconómica que podría resultar en caso de que las medidas de ajuste fiscal adicional sean rechazadas por la Asamblea Legislativa o aprobadas con excesivo retraso o erosión. Otro riesgo fundamental en el ámbito interno es el marcado por la evolución de la pandemia por la COVID-19.

El BCCR ha reiterado que, con base en la mejor información disponible a la fecha de cada informe, sus modelos de proyección ubican a la inflación en niveles bajos en los siguientes dos años. No obstante, el balance de riesgos está sesgado al alza como consecuencia de las presiones inflacionarias externas. Por ello, el Banco Central dará un seguimiento continuo a los determinantes macroeconómicos de la inflación y, en caso de requerirse, tomará las acciones de política monetaria que corresponda.

¿Han percibido aumentos en el costo de los créditos a los países emergentes?

—En semanas recientes se ha observado una cierta tendencia ascendente en el costo de financiamiento en los mercados internacionales para economías emergentes. Los diferenciales EMBIG, que son un indicador de la percepción de riesgo sobre los títulos de deuda emitidos por mercados emergentes, presentan un incremento desde inicios de setiembre.

Este aumento refleja una combinación de factores externos e internos como la preocupación sobre la velocidad de la recuperación ante el surgimiento de nuevas variantes del COVID-19 y el lento progreso de la vacunación en algunos países; el aumento en las tasas de política monetaria en muchos mercados emergentes como consecuencia del incremento sostenido en la inflación en esos países; y temores ante un posible aumento en tasas de interés internacionales y el impacto que ello tendría sobre los flujos de capital y la recuperación económica mundial.

Si bien los bancos centrales sistémicos del mundo —como el Sistema de la Reserva Federal de Estados Unidos, Banco de Inglaterra y Banco Central Europeo— han anunciado o analizan un retiro gradual del estímulo monetario que comportan sus programas de compra de activos, hasta el momento esos bancos mantienen sus tasas de política en niveles históricamente bajos y no planean aumentarlas en el futuro cercano. Sin embargo, los mercados financieros internacionales sí han incorporado una cierta posibilidad de aumento en la tasa de interés de referencia de las economías desarrolladas, en caso de que las presiones inflacionarias originadas en el alza de los precios de las materias primas y disrupciones en los procesos de producción resulten más duraderas de lo esperado actualmente.

Esta nueva preocupación del FMI ¿puede influir en la decisión que tomará el Directorio del Fondo sobre la entrega de un nuevo desembolso?

—No. La decisión de autorizar los siguientes desembolsos del programa acordado entre el Gobierno de Costa Rica y el FMI depende del cumplimiento por parte del país de las metas definidas en este programa y de las acciones que esté tomando para seguir cumpliendo con esas metas a futuro.

Claro está que la materialización de los riesgos para la recuperación de la economía mundial señalados por el FMI podría afectar la evolución de la economía costarricense y de esa forma dificultar, indirectamente, el cumplimiento de las metas trazadas en el convenio.

Los riesgos que advierte el FMI ¿afectarán a esta o a la siguiente administración?

—La materialización de los riesgos señalados por el FMI tendría efectos de corto y mediano plazo, por lo que su impacto trascendería la presente administración.

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