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Seguridad, salud e infraestructura aún no se asoman en el debate sobre 5G en el país

Discusión sobre futuro de tecnología móvil de quinta generación se concentró en pulso sobre frecuencias atractivas del espectro, pero otros temas fundamentales deben ponerse sobre la mesa.

El debate público sobre el desarrollo de la tecnología móvil de quinta generación (5G) en Costa Rica se ha concentrado en el uso de las frecuencias del espectro más atractivas para los operadores (2.600 y 3.500 MHz), pero existen otros temas relevantes que, si no se definen con claridad, podrían ser una fuerte interferencia en el proceso.

Desarrollar los servicios de 5G requerirá de más aspectos que la definición de la propiedad de las frecuencias, que empezó a dilucidarse cuando el presidente Rodrigo Chaves anunció la devolución de los segmentos de 3.400 a 3.500 y 3.600 a 3.625 MHz.

Aspectos claves como un crecimiento exponencial de riesgos en ciberseguridad, la necesidad de adaptar la infraestructura del país y considerar discusiones que internacionalmente ya han generado polémica como la salud y el riesgo de un incremento de la brecha digital deben considerarse.

No es que sean discusiones inexistentes. Pero el país debe tomar decisiones que, de momento, no se perciben sobre la mesa de la opinión pública.

En ese sentido, el Plan Nacional de Telecomunicaciones 2022-2027 se ha presentado dos veces a consulta pública, proceso del que todavía no sale. En el último borrador, el concepto de 5G solo aparecía 12 veces, relacionado precisamente con temas de salud y de infraestructura. Además, se hacía referencia al desarrollo de la ruta 5G.

Teodoro Willick, ex viceministro de Telecomunicaciones, resaltó que para el desarrollo de 5G se deben habilitar muchos factores, no solo los temas de infraestructura relacionados con las frecuencias. “Hay avances también en pasar del sistema de 4G al 5G, pasaríamos de torres de alrededor de 30 metros, a postes más pequeños. Hay proveedores y tecnología, pero la regulación en Costa Rica está un poco rezagada en este campo”, dijo. También citó que en temas de salud se cumple con las disposiciones de la OMS, aunque en brecha digital consideró que se avanza de manera menos coordinada de los deseable.

Sebastián Fournier, de la red de Medios e Iniciativas de Comunicación Alternativa (MICA), por su parte, destacó que hay varios aspectos que se deben considerar como el hecho de que se requerirán aparatos transmisores más pequeños, pero más cercanos, para transmitir grandes cantidades de información.

“Uno se pregunta, si ya el modelo actual tiene zonas con poca cobertura, especialmente las rurales, que pasará con las nuevas redes. La brecha digital puede ampliarse entre una zona urbana con 5G y zonas rurales que ni siquiera tienen 4G, 3G”, manifestó.

Son temas que internacionalmente generan discusiones que ilustran cómo estos ángulos pueden llamar a la polémica: en Suiza, las discusiones sobre la salud dividieron a la población durante los últimos dos años (42% de población en contra dificultó instalación de infraestructura).

Y aunque no hay evidencia de riesgos a la salud, existen advertencias de que estos temas deben ser considerados “dado que la tecnología 5G se encuentra en una etapa temprana de implementación, los estudios sobre la exposición a los campos de radiofrecuencia aún está bajo investigación”, ha dicho la OMS, citó National Geographic de España.

También se ha discutido internacionalmente sobre el aumento de la vulnerabilidad cibernética ligada a 5G, con redes que transmiten mucha mayor información, más puntos de transmisión y una creciente hiperconectividad. No solo se trata de redes más atractivas para la ciberdelincuencia, sino de sistemas que cada vez dependen más de sus conexiones digitales. Y Costa Rica tiene eventos recientes, con los ataques a los sistemas informáticos de la CCSS y el Ministerio de Hacienda, de lo problemático de estos procesos.

En este aspecto, se consultó al Micitt sobre lo que organizaciones como la Unión Europea advierten, es decir, que los problemas de ciberseguridad son mayores con 5G que con 3G o 4G porque ofrece mayor superficie de ataque y hay situaciones relacionadas con la privacidad de datos que también generan preocupación.

¿Se tiene definida una estrategia para garantizar la atención de estos problemas vinculados con la adopción de tecnologías 5G? “El modelo de negocio para ofrecer servicios de telecomunicaciones disponibles al público es una determinación que realiza cada concesionario, de forma que son éstos los que definirán para sus redes el tipo de acciones a desarrollar en materia de ciberseguridad, incluyendo las relativas a los posibles nuevos servicios y aplicaciones que surjan como producto del ecosistema de las redes de 5G”, fue la respuesta del Micitt.

Aún hay tiempo, porque todavía no se tiene el panorama totalmente definido para iniciar con 5G, pero estas situaciones, que requieren definiciones nacionales de alta claridad, deben resolverse para evitar distorsiones.

Los otros debates

Además del tema de la distribución de frecuencias del espectro radioeléctrico, hay varios aspectos que se deben considerar para el desarrollo de los servicios de 5G.

Infraestructura: A diferencia de las torres de telecomunicaciones de 4G, se requieren de antenas más pequeñas, pero más cercanas, lo que implicará pasar de torres con predios a postes y células. Hay infraestructura que se prepara para implementar 5G, pero mayormente en el área metropolitana.

Adicionalmente, la ley 10.216 aprobada en 2022 procura reducir los obstáculos para desarrollar infraestructura de telecomunicaciones. Y la Comisión de Coordinación para instalación de infraestructura de telecomunicaciones del Micitt encontró mejoras en el entorno habilitador de gobiernos locales, pero hay mucho por avanzar: el promedio fue de 31 puntos de 50, y 10 estaban debajo de 7 o menos.

Dato: la inversión total del sector telecomunicaciones en los últimos cuatro años se ha mantenido sin crecimiento, según datos de la SUTEL, apenas alcanza el 0,6% del PIB en Costa Rica.

Salud: Las frecuencias de 5G son similares a las de 4G, pero son más altas, por lo que no son idénticas. La Comisión Internacional de Protección contra la Radiación no Ionizante (ICNIRP) no las considera una amenaza, pero la OMS declaró las tecnologías inalámbricas (en general) como cancerígeno nivel 2B, una categoría que también tiene el café.

Dato: OMS recalca que no hay evidencia científica o médica que vincule 5G con problemas de salud, pero también especifica que se han realizado pocos estudios de las frecuencias de 5G y prepara una evaluación más detallada.

Ciberseguridad: La naturaleza de la tecnología 5G aumenta los riesgos en materia de ciberseguridad, por ser redes más basadas en programas informáticos, potenciar una mayor transmisión de datos (lo que aumentará la información que se transmitirá entre mayores dispositivos y antenas) y por el posible aumento de la dependencia digital. La Comisión Europea advirtió que el creciente riesgo obliga a una revisión integral de las políticas de telecomunicaciones desde el 2019.

Dato: La Unión Europea estimó que los ataques de ciberdelincuencia tuvieron una repercusión por más de un 6% del PIB mundial en el 2020.

Brecha digital: El 5G es una tecnología poco viable para muchas zonas rurales, por la alta densificación de antenas que requiere y la alta velocidad y latencia, que lo hacen más apto para zonas urbanas. En América Latina, solo el 47% de la población rural tiene acceso a internet.

Dato: En Costa Rica, un 71% de la población urbana tenía conexión a internet, mientras en la zona rural el porcentaje era 43%, según datos de IICA.

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