País Abogado y empresario nacionalizado tico creó sociedad con exfiscala cuestionada en su país

Rumano que recibió a compatriota condenada por corrupción tiene denuncias por agresiones aquí

Mihai Radulescu ha recibido a otros rumanos que tienen conflictos con la justicia

Agresiones y amenazas a sus vecinos, denuncias por injurias y difamación, demandas a la administración del condominio y desobediencia a la autoridad, son parte de los hechos conflictivos que rodean al rumano que funcionó como contacto en Costa Rica para la exfiscala de crimen organizado de Rumanía, quien fue condenada por corrupción en su país y ahora pide refugio aquí.

Se trata del rumano Mihai Radulescu, de 51 años, quien obtuvo la nacionalidad costarricense tras casarse -en el 2012- con una joven nacional quien para ese momento acababa de cumplir la mayoría de edad y de quien se divorció tres años más tarde.

La casa de Mihai Radulescu, ubicada en el condominio Lomas de Granadilla, aparece en documentos notariales como la dirección de la sociedad ASP Centroamérica, creada por este rumano junto con Alina Bica y otros allegados. Foto: Hulda Miranda.

En enero de este año, Radulescu fundó en Costa Rica la sociedad anónima ASP Centroamérica S. A., en la que también figura la exfiscala contra el crimen organizado de Rumanía, Alina Bica, quien actualmente afronta en su país dos condenas por corrupción.

Bica vive en Costa Rica desde el 1º de diciembre del año pasado y ya solicitóla condición de refugiada, al igual que su amiga, la exministra de Turismo de Rumanía, Elena Udrea, quien también fue condenada por corrupción en su país.

Tras la publicación que realizó UNIVERSIDAD, junto con la organización OrganizedCrime and CorruptionReporting Project (OCCRP) y el colectivo de investigación rumano Proyecto RISE –el pasado 20 de junio-, varios vecinos de Radulescu en el condominio Lomas de Granadilla, en Curridabat (de quien se reservan los nombres por seguridad), manifestaron alarma y temor por las reiteradas conductas agresivas del rumano, a quien le atribuyen amenazas.

Los vecinos reportaron además que observaron a Alina Bica viviendo en la casa número 175 en la que reside Radulescu a pesar de que en entrevista con UNIVERSIDAD el rumano indicó que no tenía conexión con ella.

En su país natal, Radulescu tuvo un pasado lleno de conflictos con la justicia, pues fue detenido por robo, evasión fiscal y falsificación.

Después de pisar suelo costarricense, el hombre inició algunos negocios, como un restaurante en el mall San Pedro. Pero también empezó a tener nuevos conflictos que generaron varios procesos penales.

Uno de esos procesos penales fue iniciado por una Organización No Gubernamental que realiza obras humanitarias y a la cual -según el expediente- el rumano intentó extorsionar.

En mayo del 2015, algunos medios de comunicación dieron cuenta de la detención de Radulescu junto con el abogado, Askenaz Javier Calvo Marcos (quien fue detenido en el 2014 por atropellar a un oficial de Tránsito y tiene antecedentes por simulación de delito), debido a que eran sospechosos del delito de coacción mediante amenazas, informó entonces el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).

En ese momento el OIJ indicóque, a finales del 2014, Radulescu y Calvo enviaron varios correos a la ONG exigiendo el despido de uno de los empleados pues, de lo contrario afectarían a la organización. Al parecer, los hombres pretendían difundir información falsa sobre esta ONG.

A quien buscaban perjudicar con su despido de la ONG era un vecino del condominio Lomas de Granadilla, con quien el rumano y su abogado habían tenido conflictos debido a que Radulescu realizó construcciones en su vivienda sin las autorizaciones que se requieren en este tipo de residencias.

UNIVERSIDAD revisó parte de la documentación de este caso, en la cual constan videos con claros montajes en los que se relaciona al vecino del condominio con supuestas “desviaciones sexuales”, según dice la denuncia. En uno de ellos, incluso aparece el abogado Calvo entrevistando a una persona que se presenta como un travesti.

Los hechos generaron dos denuncias penales. En una de ellas se presentó como afectada la ONG y finalizó por conciliación, según confirmó Rodolfo Brenes, abogado de la demandante.

En el otro caso, por delitos de injurias y difamación contra el residente del condominio que se vio afectado, el litigio está en curso de conciliación.

Otra denuncia contra el rumano proviene de un abogado que brindaba servicios de asesoría al condominio, a quien Radulescu y Calvo agredieron en más de una oportunidad, según se indica en el expediente.

En la denuncia se indica que, durante una de esas agresiones, Radulescu y Calvo utilizaron un vehículo para golpear por detrás, en repetidas ocasiones,el carro del abogado con el fin de agredirlo.

El rumano también fue denunciado desde el 2015 por una familia a la cual -según la queja y las fotografías que constan en un expediente que se tramita en la Fiscalía de Goicoechea-, Radulescu les inundó la casa –en más de diez ocasiones- creando una tubería escondida en las paredes, con el fin de llenar la vivienda con agua.

Además, el rumano les lanzó vidrios y aceite hirviendo y los amenazó en reiteradas ocasiones, dice el expediente en el que el rumano es acusado por agresión, daños y usurpación.

En el 2015, el rumano también afrontó una causa penal interpuesta por la Municipalidad de Curridabat por los delitos de desobediencia y violación de sellos, pues se le previno que debía detener una construcción para la que no tenía permiso, pero él arrancó los sellos que se habían colocado y continúo con los trabajos.

Radulescu también ha sido denunciado por la administración del condominio por los diversos conflictos que se han presentado. A su vez, él ha interpuesto nueve denuncias contra la administración del lugar en las que reclama hechos como corte de electricidad o que no le entregaban el control de acceso, pero en todos estos procesos él ha perdido.

Además, en el 2017 se abrió un expediente en el Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa), debido a que los vecinos denunciaron el ingreso y aparente destace de entre tres y cuatro cerdos enteros por semana. Los residentes del condominio aseguran que perciben un fuerte olor y profuso humo que relacionan con alguna elaboración de productos dentro de la vivienda. No obstante, Senasa indicó a los denunciantes que no logró inspeccionar porque el dueño no autorizó el ingreso a la vivienda.

UNIVERSIDAD ha intentado reiteradamente conversar con Radulescu, sin embargo, la semana anterior solo accedió a una breve entrevista a través del intercomunicador de la caseta de seguridad de su condominio, en la cual admitió conocer a Alina Bica y a Elena Udrea, pero sostuvo que no tiene “conexión” con ninguna actividad de ellas.

Radulescu afirmó que él solo le presentó a Bica al abogado Dámaso Ruiz Carrión y que desconoce por qué aparece en la sociedad ASP Centroamérica, creada en el protocolo de este notario.

UNIVERSIDAD accedió a videos en los que se observa a este rumano y al abogado Calvo retar a golpes a un vecino y aRadulescuzarandear y golpear los portones del condominio para abrirlos a la fuerza.

Este medio ha intentado localizar a los abogados Ruiz y Calvo, pero no responden a los mensajes enviados a sus celulares.

También se pidió al Ministerio Público verificar el estado de los expedientes con causas penales contra el rumano y la institución indicó que reuniría la información.

Una esposa poco conocida

Mihai Radulescu llegó a Costa Rica el 13 de julio del 2012 y un mes después se casó con una muchacha de origen nicaragüense y nacionalizada costarricense, según consta en el protocolo del notario Dámaso Ruiz Carrión. Esa unión legal le permitió a Radulescu tramitar la naturalización y convertirse en tico en abril del 2016.

Sin embargo, el 10 julio del 2015, cuando el rumano fue llamado a una indagatoria a la Fiscalía de Goicoechea, como parte de un expediente en el que se incorporaron varias denuncias en su contra, Radulescu no pudo identificar correctamente el nombre de su cónyuge.

A Radulescu se le tomaron los datos de identificación, en los que dijo ser doctor en Derecho, comerciante y que su esposa se llamaba Jaqueline Auxiliadora. “No sé su apellido, ya que es de nacionalidad nicaragüense”, dijo en la Fiscalía.

No obstante, lo cierto es que la joven con la que se casó y de la cual se divorció tres años después, se llama Josselyn Auxiliadora (no Jaqueline) Granizo García.

Además, otros vecinos del rumano aseguraron a UNIVERSIDAD que la muchacha nunca ha vivido con Radulescu.

Mihai Radulescu se casó con una muchacha de origen nicaragüense y nacionalizada costarricense, de quien desconoce el nombre y los apellidos.

A pesar de que UNIVERSIDAD ha intentado localizar a Granizo, ella no responde los contactos telefónicos a su nombre. Migración reportó que había salido del país desde el 11 de abril del 2017 sin registrar un reingreso.

Sobre su esposa tica, este hombre dijo la semana anterior a UNIVERSIDAD que era una muchacha “muy buena” pero que ya no están juntos.

La naturalización le permite a un extranjero convertirse en costarricense con todas las garantías constitucionales, como la imposibilidad de ser extraditado, si eventualmente otro país lo reclama por un delito.

De acuerdo con el testimonio de vecinos, en los últimos días se ha incrementado la presencia de personas que al parecer son extranjeras en la casa del rumano. Incluso, algunos sujetos muestran públicamente armas de fuego y simulan que van a disparar aunque después las guardan, afirman varios vecinos que no desean ser identificados porque temen por su seguridad.

¿Quién es Mihai Radulescu?

De acuerdo con una investigación de OCCRP y el Proyecto RISE (aliados de UNIVERSIDAD en Rumanía), MihaiRadulescu fue arrestado por primera vez en Rumanía en 1991 por complicidad en el robo de 36 botellas de whisky, 192 de chocolate y algunas bolsas de pimienta.

Unos años más tarde, en 1995, en Rumanía, fue nuevamente arrestado por evasión de impuestos.

En el 2000 se convirtió en el administrador de la antigua empresa estatal PostavAzuga S. A., que producía telas de lana para prendas de abrigo, mantas y frazadas.

Organized Crime and Corruption Reporting Project y el colectivo de investigación rumano Proyecto RISE investigaron el pasado de Mihai Radulescu en su país. (Foto de OCCRP y Proyecto RISE)

Cinco años más tarde, se convirtió en director de Eléctrica Serv S. A., empresa estatal relacionada con el mantenimiento de las líneas eléctricas en Rumanía.

De acuerdo con el expediente judicial recopilado por OCCRP y el Proyecto RISE, Radulescu fue investigado en el 2008 debido a que la empresa estatal que dirigía tramitó un préstamo de 332.000 euros para la compra de la máquina de perforación horizontal. Sin embargo, el equipo nunca llegó.

El vendedor era MiticomConstruct, empresa controlada por un empresario llamado John Christian, quien fue detenido en el 2012 por estar vinculado a un esquema de fraude bancario.

Miticom también tenía que entregar Eléctrica Serv una grúa industrial fabricada en Italia que nunca llegó porque fue robada en el camino. Interpol encontró la grúa en un puerto en Grecia y el caso se investiga.

En 2008 Radulescu renunció a ElectricaServ, aunque el fondo de inversiones National Leasing IFN, domiciliado en una de sus propiedades, en Bucarest, siguió haciendo negocios con la compañía de mantenimiento eléctrico.

La estructura societaria del fondo cambió numerosas veces. Para 2008 pertenecía a una compañía basada en Chipre, Obeliscus Trading Limited. El fondo National Leasing obtuvo varios créditos de bancos rumanos y en 2011, cuando acumulaba deudas por más de 11 millones de euros, se declaró insolvente. ElectricaServ SA asumió las deudas y supuestamente iba a recuperar el dinero de National Leasing, pero eso nunca pasó.

La casa donde estaba domiciliado el fondo tiene a su vez una historia oscura.

Radulescu quería comprar los 14 apartamentos del edificio del centro de Bucarest, pero uno de los propietarios sufría de esquizofrenia. Aunque firmó la promesa de venta con Radulescu, sus familiares trataron de anular la transacción en un tribunal. Sus esfuerzos fueron en vano y mientras el proceso seguía su curso en 2011, la abogada del dueño del apartamento fue violentamente golpeada y no pudo presentarse a la audiencia. Tras la golpiza, sufrió un edema cerebral, un hematoma craneano y heridas en las piernas.

Radulescu también recibió en Costa Rica en el 2014 al abogado Adrian Drăghici, quien vino al país mientras esperaba un veredicto definitivo por un caso de un fraude millonario.

Drăghici se casó en Costa Rica en julio de 2014 y creó una sociedad con Radulescu. Sin embargo, volvió a Rumanía un año después, apenas supo que no iba a ir a prisión tras recibir una condena excarcelable de tres años, pues el sistema judicial rumano permite la suspensión de penas de prisión si es la primera condena.

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