El excandidato presidencial Rolando Araya, segundo lugar en la convención del partido Liberación Nacional (PLN) del 2 de junio, dijo que el actual candidato verdiblanco José María Figueres debía ser el más interesado en sumarlo a él a la campaña previa a las elecciones del 2022.
Ahora que se conoce la ruptura entre ambos por un desencuentro sobre puestos o responsabilidades que podría asumir Araya en la campaña de Figueres, después de que ambos recibieron 25% y 35% de los votos respectivamente, el primero aduce que su aporte era útil para fortalecer la candidatura.
“Con él no he tenido mala relación… pero era él el que me necesitaba, no yo a él. Era de pragmatismo político. Él está creyendo que gana fácil”, dijo a este semanario después publicar una carta en la que dice que quería ser diputado y presidir el PLN y que el equipo de Figueres solo le ofreció ser ministro de Educación o dinero para compensar lo que gastó en la precampaña. Afirmó incluso que uno de los hombres de confianza del candidato, Jorge Oller, le planteó financiarle una campaña para que busque ser diputado con un partido provincial, lo cual niega el equipo del candidato.
También señaló Araya presuntas anomalías en la jornada electoral del 2 de junio, en mesas del norte del país con papeletas de sectores, aunque él mismo indica que lazar dudas sobre los resultados de la candidatura presidencial serían “conjeturas”.
Ahora, casi un mes después de la convención, Araya se ve prácticamente fuera del PLN al que volvió dos años atrás después de haberse marchado por varios años y participado en otros partidos políticos y movimientos.
“Formalmente no he renunciado, pero esto me pone fuera. Ya no hay vuelta para atrás y parece que tendré que irme”, respondió el candidato presidencial del PLN en las elecciones del 2002, cuando perdió contra Abel Pacheco la segunda ronda electoral que por primera vez se realizaba en la historia del país.
¿Ir de candidato en otro partido? “En este momento estoy capoteando los ataques del PLN y prefiero ver esa opción cuando esté más tranquilo. No lo descarto, pero no estoy en eso.
Ha habido mucha presión, pero no me voy a pelear con actores pequeños que me atacan de Liberación; lo que están tratando de sacarme del ring como actor político”.
Araya sostiene que los votos que recibió obedecen a un respaldo genuino por lo que él representaba como precandidato y no necesariamente a una manera de rechazar a Figueres, aunque dijo desconocer qué opinan sobre él esos votantes. “Percibo que yo provoqué entusiasmo alrededor de mi candidatura y no solo es oposición anti Figueres. El móvil fue votar por mí”, sostiene Araya.
Sobre las palabras que él atribuyó a los otros precandidatos, los legisladores Carlos Ricardo Benavides y Roberto Thompson contra Figueres (“actitud prepotente y antidemocrática”), Araya dijo que fue un error mencionarlas en esa carta, pues por una equivocación distribuyó una versión no actualizada del documento. Esos calificativos fueron rechazados por ambos diputados, quienes aún negocian con Figueres la cuota de poder o funciones que tendrán en campaña y en caso de un un eventual triunfo en los comicios presidenciales.
