Las objeciones, críticas y señalamientos financieros sobre la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) no han logrado sacar al presidente Rodrigo Chaves de su idea de que la institución “está quebrada” en su función de atención de la salud y de pensiones.
Después de una semana en que inauguró nueva infraestructura de la CCSS, por tercera vez el mandatario aseguró que la CCSS está en bancarrota, basado en las dificultades financieras proyectadas para atender pensiones y servicios hospitalarios en el futuro. Incluso dijo que las listas de espera son una muestra de esa ruina económica.
Las declaraciones las dio en una entrevista con el director de noticias de radio Monumental, Paul Ulloa, en la misma línea en que habló a mitad de mes y en la semana anterior, durante su gira a Puntarenas.
“Quiebra es cuando el patrimonio debe más plata de la que tiene en activos. Si se liquida la empresa hoy, queda debiendo. Actuarialmente está quebrada porque no tiene plata en términos de las pensiones que deberá pagar”, afirmó Chaves.
Sin embargo, eso es un escenario futuro que se debe corregir, pero no es real aún, contestó Lenín Hernández, dirigente del Sindicato Nacional de Enfermería (Sinae): “es irresponsable decir que está quebrada sin argumentos técnicos, porque no hay insuficiencia financiera ¿A cuál pensionado del IVM se le ha dejado de pagar su pensión?”.
Hernández mencionó que incluso en el servicio de salud la solvencia institucional permitió afrontar la pandemia con resultados mejores que países desarrollados. Además catalogó como “perverso” ligar la situación financiera de la CCSS a las “listas de espera”, pues estas podrían solucionarse permitiendo la llegada de médicos especialistas extranjeros, dijo, a pesar de la oposición de gremios médicos.
La discusión sobre la situación financiera de la CCSS ocurre en el marco del aumento salarial a 63.000 funcionarios descongelado semanas atrás y objetado por el mandatario Chaves, quien incluso despidió al economista Álvaro Ramos como presidente de la entidad y lo sustituyó con Marta Esquivel, quien ahora intenta frenar el incremento.
