País

Renato Alvarado: País debe producir al menos el 50% de lo que consume

Alvarado considera que, a pesar de las afectaciones, la pandemia ha permitido que se reconozca la importancia de este sector productivo, al tiempo que abre la necesidad de cuestionar el esquema de producción que ha debilitado al agro.

Mientras exportadores de flores y frutas cuentan las toneladas de producto que han desechado desde que comenzó la crisis por la pandemia de COVID-19, los agricultores de hortalizas venden cada vez más productos a domicilio y los arroceros piden al Gobierno decretar desabasto para facilitar la importación del grano.

El país continúa importando buena parte de la comida que llega a las mesas costarricenses, al tiempo que el sector agropecuario enfrenta pérdidas de entre un 20% y un 30% y urge medidas para reactivar y fortalecer a la gente que nos da de comer.

Renato Alvarado es el ministro de Agricultura y Ganadería, el encargado de esta tarea. Porcicultor y filósofo, Alvarado considera que, a pesar de las afectaciones, la pandemia ha permitido que se reconozca la importancia de este sector productivo, al tiempo que abre la necesidad de cuestionar el esquema de producción que ha debilitado al agro.

El ministro comentó a UNIVERSIDAD que las exportaciones se han reducido, las ventas internas de frutas, carne de cerdo y pollo han bajado por el cierre de hoteles, restaurantes y bares, y que las hortalizas son las que menos afectación tienen, tanto en exportaciones como en consumo interno, aunque las ventas han bajado un poco. A continuación un extracto de la conversación sobre el futuro del sector.

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“…a quienes hemos dicho históricamente que es indispensable generar las capacidades productivas del país para responder a situaciones como estas nos van a tener que dar la razón”.

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¿Hay oportunidades de crecimiento en algunos sectores?

–Sí, vemos oportunidad de fomentar y hacer crecer la producción de arroz y frijoles porque hay una demanda importante, la gente está acumulando más de la cuenta y eso hace que haya un flujo continuo de la producción; entonces, hay oportunidades incentivar la producción.

La comida nunca ha sido en exceso puesta en el mercado. Hay una demanda importante de comida, pero históricamente se ha desarticulado el sector productivo con políticas de apertura; se empezó a desconocer la importancia del sector, se trasladó a mucha gente hacia el sector servicios y se les dijo que dejaran de preocuparse por la producción agrícola.

Entonces, ¿es hora de volver a la tierra?

–Hay un replanteamiento que hay que hacer en este país sobre las políticas públicas del desarrollo de la agricultura y la visión de exportaciones, porque –si bien es cierto las exportaciones han sido exitosas y el sector ha logrado salir adelante– hay un gran sector de los agricultores que se dedica a productos no necesariamente exportables y que definitivamente el país necesita producirlos.

Si no lo hacemos, en situaciones como estas empieza a haber una alta demanda, hay una oportunidad para generar riqueza, distribuir riqueza, generar empleo, pero se desaprovecha porque se ha ido desarticulando todo el esquema el esquema productivo.

Desde el Ministerio de Agricultura, hemos venido impulsando la renovación del sector, la incorporación de tecnología y el financiamiento del sector en aras de garantizar la seguridad alimentaria para este país.

¿Y la soberanía alimentaria?

–Cualquiera que quiera hablar en este momento de que el sector agroalimentario no es importante y que no hay que incentivarlo y garantizar que al menos la mitad de lo que consume el país se produzca en el país, o tiene otras intenciones o tiene una visión del mundo totalmente equivocada.

La discusión mundial es el retorno del sector agrícola para garantizar la alimentación de las poblaciones en situaciones de pandemia.

Aquí el esquema capitalista y neoliberal de producción está siendo cuestionado y a quienes hemos dicho históricamente que es indispensable generar las capacidades productivas del país para responder a situaciones como estas nos van a tener que dar la razón.

¿Qué medidas se implementarán para fortalecer al sector, cuya importancia vuelve a reconocerse en el contexto de la pandemia?

–Estamos haciendo el esfuerzo de arrancar con innovación, inversión en el sector, productos financieros más acordes con el sistema productivo. Ya estábamos trabajando en eso, lo que ahora nos permite la situación es fortalecer esta campaña.

En agroexportación quienes han tenido más dificultad son los productores de melón y sandía. Estamos viendo si logramos trasladar a esos productores a sembrar arroz y estamos desarrollando un esquema para financiar la siembra de 5.000 o 6.000 hectáreas más de arroz.

Los agricultores han solicitado condonar las deudas, ¿es una posibilidad?

–Eso es una posibilidad y en este momento ya hay una serie de disposiciones. El Banco Popular y los bancos privados han suspendido el cobro de los intereses y del principal por lo menos por tres y cuatro meses a los agricultores, para que puedan seguir produciendo y tener flujo de caja. Estamos buscando que los Bancos Nacional y Costa Rica hagan lo mismo.

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