Walter Espinoza, Director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), clamó ante los diputados para que se modernicen las intervenciones telefónicas; particularmente para que cuando se autoricen, no se limiten a un número telefónico, a un aparato, sino que se puedan realizar a todas las comunicaciones de una persona.
Ante los diputados de la Comisión de Seguridad y Narcotráfico, afirmó que es urgente considerar los cambios tecnológicos y de las condiciones del país cuando se dictaron leyes como la que permite estas escuchas. “En los 90, las personas solo tenían un teléfono, ahora es normal que tengan dos o tres; en algunos allanamientos, hemos encontrado hasta 88 celulares en una casa, pero cuando solicitamos una intervención, debemos identificar cuál es el número telefónica que una persona usa, y la autorización que el juez otorga es solo para ese número. No podemos seguir así, hasta vergonzoso es”, expresó.
El Director del OIJ también solicitó que se revisen las reglas que se establecieron para estas actividades de investigación. “Hay una serie de delitos que admiten al OIJ la posibilidad de intervenciones telefónicas en varios delitos, pero tenemos problemas con los femicidios y con los homicidios, la dificultad de usarlos es enorme, convencer a un juez a veces es casi imposible. Recordemos que la ley es de 1994, la situación del país era muy diferente y creemos que debe revisarse”, dijo Espinoza.
También comentó que se debería valorar reformas en casos de corrupción, pero que en estos se debe demostrar que se está ante casos de criminalidad organizada, lo que dificulta las autorizaciones. “Es un camino difícil, debemos convencer a un juez de que estamos ante una condición de criminalidad organizada, entonces los legisladores deben pensar qué es lo que queremos proteger en Costa Rica”, dijo.
Ajustes para salir de edad de piedra
Espinoza también recomendó revisar aspectos en situaciones en las que la investigación se encuentra casi al nivel de “los Picapiedra”. Mencionó la legislación de temas de agentes encubiertos, especialmente en materia de ciberdelitos, . Advirtió que se están desarrollando una gran cantidad de delitos que no requieren de la presencia o contacto del delincuentes con las víctimas (como estafas en red o ciberdelitos).
Adicionó temas para el combate de la pornografía infantil, flagelo en el que, aseguró, Costa Rica se está convirtiendo en un foco internacional. “Investigar muchos de estos temas requieren de un trabajo virtual, una presencia virtual sobre la que debe legislarse para que sea válida, y se pueda incorporar a los procesos judiciales”, dijo, tras destacar que dentro de algunos años, “los delitos virtuales serán los del día a día”
El Director del OIJ incluyó en su carrito de solicitudes el que se legisle para que las desapariciones se consideren como delitos. “Cuando nos corresponde investigar una desaparición enfrentamos un probema, cuando pedimos información nos dicen que eso no es un delito, debe crearse normativa en ese sentido”.
Adicionalmente, citó dificultades con el acceso a informaciones que están restringidas, particularmente en declaraciones de bienes de funcionarios ante Contraloría General de la República y registro de beneficiarios finales, “Lo mas importante para una investigación no es el nombre de una sociedad anónima, sino quién se beneficia con el capital. En este tipo de leyes, es como construir una casa hermosa, y que no nos dejen entrar a ella”.
