País

Reducir instituciones del Estado incide en concentración privada

Históricamente, se ha demostrado que el sistema financiero está altamente concentrado, lo que implica que las entidades compiten poco y cobran muy caros los servicios, se afectan las tasas de interés de la población en general y se concentra la riqueza, frenando la inversión y encareciendo la deuda del Gobierno.

Así lo confirmó el economista y exdiputado Welmer Ramos, quien enfatizó en que una posible venta del Banco de Costa Rica podría generar un efecto dominó negativo para la economía.

“Está más que demostrado, a través de estudios académicos y económicos, que por cada nuevo banco que se pone en el país, las utilidades y costos de los servicios pueden bajar hasta un 14%, dado que los bancos privados tienen tasas de intermediación muy altas y su función es meramente de lucro.

Los bancos públicos todavía están conformados por juntas directivas y los regulan distintas leyes que han permitido la bancarización de todo el país, vaya donde vaya, hay agencias, cajeros y servicios; ganen o pierdan brindan un servicio social que facilita la vida de las personas; eso nunca lo hará la banca privada.

En los bancos privados se cobran tasas más bajas y aún así son eficientes, hacen que la competencia no se dispare a cobrar tarifas abusivas por servicios financieros.

La propuesta que realizó días atrás el presidente Rodrigo Chaves de vender el Banco Internacional de Costa Rica (Bicsa) y el Banco de Costa Rica (BCR), así como el 49% de las acciones del estatal Instituto Nacional de Seguros (INS) ha levantado alertas y hay quienes sostienen que traerán mucha más concentración del mercado

Ramos considera que, de los tres anunciados, el BCR y el INS son altamente rentables y estratégicos socialmente. La rentabilidad de ambos rompe récords en estos últimos años y son los agentes que imprimen competencia a mercados sumamente concentrados y colisionados.

“Es tan poco lo que puede servir para amortizar deuda, que esta seguirá prácticamente en el mismo nivel, pero estaríamos dilapidando un instrumento para que funcione un poco mejor la economía costarricense”, detalló el economista.

¿Cómo controlar prácticas monopólicas?

Esta es una de las incógnitas que deja al paso la propuesta del Gobierno, según el economista Fernando Rodríguez, quien cuestionó cómo se hará para evitar que el BCR sea adquirido por algún agente privado que ya opere en el mercado financiero y que incurra en prácticas de control de mercados.

También, señaló que no hay ninguna claridad de cómo se garantizará la gobernanza del INS, pues el planteamiento es que ese 49% sea vendido a las operadoras de pensiones, pero “¿seríamos todos los cotizantes dueños y accionistas del INS?, ¿y si un día las operadoras quieren vender sus acciones y una sola persona o empresa las compra? Son muchas preguntas”.

Sumado a esto, hay que tomar en cuenta que el mundo vive momentos de una posible recesión económica, no son buenos tiempos para privatizar instituciones del Estado, con tasas de interés al alza y, probablemente, el valor que pueda tener el banco sea mínimo.

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