Los pueblos indígenas de Costa Rica despidieron esta semana al incansable y valiente líder boruca de Rey Curré, Cristino Lázaro, a sus 87 años. Sus incansables luchas por el medio ambiente y los derechos de las comunidades indígenas fueron recordadas por su familia y por otros dirigentes indígenas.
Lázaro fue el primer regidor municipal indígena en el país, con la coalición Pueblo Unido con su partido Partido Vanguardia Popular o Partido Comunista. Fue miembro fundador del Frente Nacional de Pueblos Indígenas (Frenapi), guarda rural, guarda bosques, activista social, juez de paz, reservista de la Fuerza Pública y uno de los últimos mayores de Rey Curré.
El líder boruca fue un ferviente opositor de la Represa Boruca y del Proyecto Hidroeléctrico Diquís (PH Diquís) por su impacto en el medio ambiente y cultura indígena, ya que el Instituto Costarricense de Electricidad pretendía construirlo sobre la cuenca del Río Térraba.
También fue defensor de la cultura indígena y uno de los mayores de su comunidad que impulsó la recuperación de la fiesta o baile de los diablitos, tradición que ahora se celebra anualmente y que fue declarada Patrimonio Inmaterial de Costa Rica en el 2017.
“Un generador de alternativas de vida y políticas, que favorezca las condiciones de vida, de trabajo, de las tierras de los pueblos indígenas, diferentes a las imposiciones coloniales, neocoloniales, agresivas y violentas del sistema Estado. Costa Rica y los pueblos, pierden un referente emprendedor de luchas por una tierra de los pueblos liberada de usurpaciones” dijo el Frenapi tras su fallecimiento.
Su hijo Eusebio resaltó que su padre Cristino Lázaro luchó durante décadas antes y después de que estableciera el Territorio Indígena Rey Curré/Yimba y recordó que tras obtener el territorio, impulsó campañas de vacunación, así como la construcción de acueductos, calles y escuela.
“Mi papa fue un luchador incansable de las causas indígenas, es un orgullo, fue uno de los primeros en iniciar la organización protocolar ante el Estado, insistió en realizar las consultas para establecer una asociación de desarrollo en Rey Curre, lo logró por los años 80 cuando se le dio un territorio y se independizó”, comentó Eusebio Lázaro a UNIVERSIDAD.
Su nieto Adonay Lázaro recordó su amor por la naturaleza: “Aunque ya no podamos caminar juntos físicamente, siento tu presencia en cada rincón de esos paisajes que tanto amaba. Las montañas, los árboles y el aire fresco me traen tu recuerdo y la sensación reconfortante de tu compañía”.
Mientras que Uriel Rojas, miembro de la comunidad boruca de Rey Curré, por sus conocimientos de la cultura ancestral: “Don Cristino fue uno de los últimos boteros en guardar su canalete y sus saberes ancestrales fueron de suma importancia para poder entender este mágico mundo del pasado cuando Yímba solo miraba hacia el Río Grande”.
Otras despedidas se la dedicaron Elides Rivera, desde el territorio Térraba, Wilfrido Moctezuma, dirigente ngäbe, y Oscar Almelgor desde la comunidad indígena bribri de Talamanca.
