El psicólogo Carlos Garita Arce, quien por muchos años trabajó en la Caja Costarricense del Seguro Social y como docente en la Universidad de Costa Rica, enfrenta un juicio por presuntamente haber cometido nueve delitos de violación y dos de abusos sexual contra tres mujeres durante su estancia en el hospital psiquiátrico Roberto Chacón Paut.
Garita, quien ejerció como psicólogo clínico, podría ir a la cárcel si se le encuentra culpable de los delitos por los que se le señala en el juicio, cuya fase de debate oral dio inicio esta semana.
Según la acusación penal, durante el 2013 en varias ocasiones, Garita Arce habría utilizado su posición de autoridad como psicólogo de las mujeres, cuando estas estuvieron internadas en la Unidad de Intervención en Crisis del hospital Roberto Chacón Paut, para violentarlas sexualmente.
La abogada de dos de las querellantes, Amanda Segura, indicó que estos episodios de violencia sexual se habrían dado pues Garita se aprovechó de la vulnerabilidad e incapacidad de resistir de las mujeres, pues todas tienen diagnósticos psiquiátricos y se encontraban internadas.
Además, dijo, la relación entre psicólogo y paciente es particular en lo manipulable que es la persona cuando está siendo atendida, especialmente si se trata de una crisis.
Eso sí, destacó, tal y como consta en peritajes oficiales en el expediente, esas condiciones de salud mental no afectaron el “pensamiento real y coherente” de las mujeres quienes, se determinó, no presentan “ideas delirantes o alucinaciones”.
El que una mujer tenga un diagnóstico psiquiátrico no significa que no sea creíble si dice que le pasó un evento de violencia sexual”.
– Amanda Segura, abogada
Para ellas es particularmente importante dejar claro, dice Segura, que el que “una mujer tenga un diagnóstico psiquiátrico no significa que no sea creible si dice que le pasó un evento de violencia sexual”.
Cabe destacar que las acusaciones contra Garita ya habían sido analizadas por el Tribunal de Honor del Colegio de Psicólogos de Costa Rica, quien en 2021 consideró que eran verdaderas y se pronunció a favor de la suspensión del profesional. Luego de eso, Garita dejó de trabajar en ambas instituciones en las que laboraba.
En total, las denunciantes acusan a Garita de haber cometido cuatro violaciones y dos abusos sexuales contra dos de ellas y una violación contra la tercera.
El juicio, dijo Segura, va lento y hasta el momento sólo ha declarado una de las mujeres pero continuará en días siguientes con la presentación del testimonio de las otras víctimas y los peritos.
Además, explicó que la Oficina de Defensa Civil de las Víctimas de delito lleva adelante una acción civil resarcitoria por montos de compensación por los delitos señalados.