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Proyecto que defiende vida de tiburones en peligro de extinción podría quedar enterrado luego de ser devuelto a Comisión

Estaba listo a ser votado en primer debate ayer, pero una movida sorpresiva de varias diputaciones lo hizo retroceder en su trámite y se ve amenazado por inminente vencimiento de su plazo de cuatro años.

El hecho de que de manera sorpresiva se planteara y aprobara una moción en el plenario legislativo para devolver a comisión un proyecto de reforma a la Ley de Vida Silvestre, causó un notable enfado entre las diputaciones defensoras de la iniciativa.

El plan que se tramita con el número de expediente 21.754 y esencialmente incluye una disposición para que se prohíba la pesca de las especies que sean consideradas bajo amenaza o en peligro de extinción por la Unión Internacional para la Conservación del Ambiente (UICN) o que se incluyan en los apéndices de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora Y Fauna (Cites).

La iniciativa con esa reforma apunta especialmente al tema de la pesca de las diversas especies de tiburón. Por ejemplo en la lista de la UICN el tiburón martillo aparece como en “amenaza crítica” y que su población presenta una tendencia decreciente.

Ya la Comisión de Ambiente había dictaminado el proyecto y cuando se mencionó el tema en la última reunión de jefaturas de fracción nadie hizo ver ni adelantó intención alguna de torpedearlo. Sin embargo, eso fue exactamente lo que sucedió la tarde del martes, cuando varias diputaciones presentaron una moción para devolverlo a comisión.

Ariel Robles del Frente Amplio, fracción impulsora del proyecto, intervino para recordar que existe un mandato de la Sala Constitucional para dar mayor protección a los tiburones y explicó que el plazo cuatrienal del proyecto vence en diciembre, “enviar ese proyecto de ley a comisión de vuelta es acabarlo, es liquidarlo y es lo que se pretende hacer en este plenario”.

Posteriormente el socialcristiano Carlos Andrés Robles, firmante de la moción, afirmó que “el tema de los tiburones ya está regulado por ley, específicamente el tiburón martillo, el Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca) hizo este llamado en el Cites e invitó a las organizaciones internacionales a firmar un acuerdo en el cual dejaba en la lista de la especies, en especial la del tiburón martillo, la protección del mismo”.

“Puntarenas está hundido en narcotráfico, en drogadicción, y vamos a cerrar una pesquería como palangre. Votar esto es enterrar una actividad pesquera cultural que hemos desarrollado con responsabilidad y con regulación”, dijo.

Similar posición plantearon diputados del en apariencia aún oficialista Progreso Social Democrático (PPSD) y de  Nueva República.

El liberacionista Francisco Nicolás también firmó la moción y manifestó su compromiso a eventualmente firmar una moción para que no se venza el plazo cuatrienal del proyecto.

La liberal Katya Cambronero tuvo oportunidad de intervenir para defender el proyecto y tras reclamar que “esta moción ni siquiera había sido consensuada por jefes de fracción”, increpó además a los firmantes: “no puede ser que se tenga temor, y hablo del sector palangrero, ¿cuál es el problema de hacer esta regulación, si ellos están diciendo que están cumpliendo con la normativa? ¿Cuál es el problema de incluir a estas especies de tiburón? O es que tienen miedo porque efectivamente siguen haciendo lances y siguen haciendo capturas ilegales”.

Cambronero atacó directamente los argumentos esgrimidos por Robles y compañía: “a mí no me vengan a decir que Incopesca está regulando nada, si hace unos meses quería pasar la lista de especies de interés comercial de 34 a 234, sin ningún sustento científico”.

“Esto no se trata de quitarle el alimento a los pobladores costeros, se trata de que si no protegemos la biomasa de nuestras costas, se van a quedar sin ninguna posibilidad de captura”, reflexionó.

Esa diputada además expresó que si se tiene algún problema con el proyecto, todas las diputaciones tienen la opción de plantear modificaciones según lo permite el artículo 137 del Reglamento legislativo, “pero esto que están tratando de hacer es enterrar el proyecto y de verdad que esto es regresivo en materia ambiental”.

“Me sorprende una Asamblea Legislativa y un plenario legislativo que funcione de esta forma, sin importarle la protección del ambiente. Si no protegemos el ambiente, no vamos a tener qué comer y eso parece que todavía hay gente que no lo tiene claro”, concluyó.

Cabe destacar que a Cambronero su fracción la dejó sola en el esfuerzo, pues el resto de la fracción votó a favor de la moción, con excepción de Jorge Dengo que estuvo ausente.

La jefa frenteamplista Sofía Guillén también criticó que en la reunión de jefaturas de fracción cuando se habló de votar el proyecto no se planteó su devolución a la Comisión.

Destacó que la moción no surgió de un acuerdo de la Comisión de Puntarenas, sino que se trató de “un conjunto de diputaciones que decidieron enterrar un proyecto, porque están de acuerdo con depredar la vida silvestre y los tiburones y no es para los pescadores locales ni para los vecinos, es para que las grandes pesqueras se lo lleven y depreden: llévenselo, vacíen el mar en pleno siglo XXI, aunque dejen sin nada las costas, en pleno caos ambiental planetario este plenario es un irresponsable”.

Con evidente molestia afirmó que “en la era de las cavernas ambientales vive este plenario. Es una vergüenza absoluta” y dejó ver que la dinámica en las reuniones de jefaturas de fracción va a cambiar.

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