País

Primera ronda dejó victorias cantonales más estrechas que en el 2014

Los 20 cantones con las ventajas más amplias fueron ganados por Restauración Nacional.

La contienda electoral de 2018 dejó en su primera ronda victorias cantonales más estrechas que las que se presentaron hace cuatro años, a pesar de que la diferencia entre el primer y segundo lugar en la votación nacional fue mayor.

En 2014, Luis Guillermo Solís, del Partido Acción Ciudadana (PAC), aventajó por apenas 0,9 puntos porcentuales (19.232 votos) a Johnny Araya, del Partido Liberación Nacional (PLN). En las últimas elecciones, la brecha se amplió a 3,25% (65.826 votos, con 94% de juntas procesadas) entre Fabricio Alvarado, del Partido Restauración Nacional (PRN) y Carlos Alvarado del PAC. Sin embargo, en esta ocasión la contienda a nivel cantonal fue más disputada.

El promedio nacional de margen de victoria disminuyó de 12 a nueve puntos, y en 49 de los 81 cantones las distancias entre el primer y segundo lugar se redujeron. En 25 municipios las diferencias bajaron en diez o más puntos porcentuales.

De los 36 cantones que ganó el PAC en el 2014, las diferencias se acortaron en 27. El partido oficialista logró mantener el triunfo en 20 municipios, pero perdió cinco ante el PRN y dos ante Rodolfo Piza, del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC).

Restauración le ganó otros cuatro cantones al PAC, por ventajas mucho mayores que las que había logrado el oficialismo: San Carlos, Alajuelita, Valverde Vega y Poás.

El PAC dejó ir las mayores ventajas en Goicoechea, donde se acortó en 17,3 puntos, Coronado (17,1), Curridabat (13,9), Moravia (13,7) y La Unión (12,6). No obstante, solo en Goicoechea cedió el primer lugar ante el PRN, por 0,19 puntos (108 votos).

En Coronado y La Unión el segundo lugar lo obtuvo el PRN, y en Curridabat y Moravia, el PUSC. Por su parte, de los 43 los cantones donde el PLN triunfó hace cuatro años, las ventajas cayeron en 22, solo mantuvo el primer lugar en 11 y los otros 11 los perdió ante el PRN (8) y el PAC (3).

En 21 cantones los márgenes aumentaron, pero fueron ganados por el PRN (18) y el PAC (3).  GRÁFICO: https://www.datawrapper. de/ _ /No5fP/

El cantón donde se cerró más la brecha de victoria fue Carrillo, pues el margen se redujo en 27,3 puntos, seguido por Orotina (22,4), Hojancha (21), Nandayure (20,4) y Nicoya (18,9). En todas estas localidades, el PLN obtuvo ventajas de más de 20 puntos en el 2014. En Carrillo y Nandayure, Fabricio Alvarado fue el candidato ganador –por un punto sobre Antonio Álvarez Desanti, del PLN–, y en Orotina y Nicoya alcanzó el segundo lugar.

Argentina Artavia, politóloga de la Escuela de Ciencias Políticas de la Universidad de Costa Rica, explicó que la debacle del PLN se debe en buena parte a una desvinculación de las ideas del partido con los votantes. “Esta derrota, en cantones tradicionalmente liberacionistas, es multicausal, no podemos solamente achacarla al candidato, al mensaje o a la falta de estructura. Aquí hay algo que Liberación Nacional no ha hecho desde hace mucho rato y es una autoevaluación de si el contenido que le envían a la ciudadanía está siendo recibido de la misma manera que antes”, apuntó Artavia.

EL FENÓMENO DE RESTAURACIÓN

La inesperada aparición de Fabricio Alvarado en el radar electoral tras la respuesta de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) sobre matrimonio igualitario llegó acompañada de los ganes cantonales más apabullantes.

El candidato de Restauración Nacional ganó en los 17 cantones donde la brecha de victoria aumentó con respecto a los comicios anteriores. De estos cantones, siete son de Puntarenas, seis de Limón, dos de Alajuela, uno de Heredia y uno de San José.

De la misma forma, las 20 mayores diferencias del pasado 4 de febrero las consiguió Fabricio Alvarado, y en 24 cantones aventajó por más de diez puntos. Los principales fueron: Matina (29,9), Limón (27,9), Sarapiquí (27,4), Guácimo (25,9) y Siquirres (25,1).

En contraste, el PAC aventajó por más de diez puntos en Montes de Oca (13,7), Dota (11,8), San Ramón (10,8), Tarrazú (10) y Heredia (9,6). El PLN ganó por más de diez puntos en tres cantones: Turrubares (14), San Mateo (10,3) y Hojancha (10,1). De cara a la segunda ronda del 1º de abril, la estrategia de los partidos debe ser consolidarse donde tuvieron mejores resultados, según Argentina Artavia. “Queda poco tiempo y no es momento para estar aventurándose.

El PAC es un partido históricamente metropolitano. Restauración ganó en las costas y las primeras acciones de Fabricio fueron visitar Limón y Puntarenas. Pareciera que lo que están haciendo es concentrándose en los lugares donde son fuertes. Necesitan fortalecer la diferencia que sacaron en esos lugares”, manifestó Artavia.

GANAR CON MENOS VOTOS

Así como disminuyeron los márgenes de victoria, también disminuyó el porcentaje de votos por el que los partidos ganaron en cada cantón. En la última elección los partidos ocuparon un promedio de 29,3% para ganar a nivel cantonal, 8,2 puntos menos que en el 2014, cuando ganaron con un promedio de 37,6%. Junto a los partidos tradicionales (PLN y PUSC) y el PAC, surgieron las figuras de Fabricio Alvarado (PRN), Juan Diego Castro (Partido Integración Nacional, PIN) y Rodolfo Hernández (Partido Republicano Social Cristiano, PRSC).

Estos candidatos motivaron un fraccionamiento del padrón que permitió que los partidos ganaran con menores porcentajes. Por primera vez el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) registró seis candidatos con más de 100 mil votos y cuatro con más del 15%. Los cantones donde los ganadores obtuvieron menores porcentajes fueron Aserrí (23,5%, PAC), Santa Cruz (23,5%, PLN), Abangares (24,2%, PLN), San José (24,3%, PRN) y La Unión (24,3%, PAC).

Los 15 porcentajes más altos fueron obtenidos por el PRN. En este rubro destacan Matina (49,5%), Guácimo (45,6%), Siquirres (45,4%), Corredores (43,6%) y Limón (43,2%). “Es un electorado en busca de respuestas.

En esta amplia gama de opciones el electorado se diluye, ya no ante dos opciones como en la época del bipartidismo, cuando era más fácil ubicarse en un lado o en otro, ya fuera por tradición familiar o porque había algo de esos dos partidos que en su mensaje era más coherente.

La coherencia sigue siendo uno de los elementos principales de los partidos políticos, no podés decir una cosa y hacer otra”, comentó Artavia.

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