En su discurso en Alajuela, en el aniversario de la Batalla de Rivas dada durante la Campaña de 1856 contra los filibusteros de William Walker, el presidente de la República, Rodrigo Chaves llamó a dinamitar puentes con “filibusteros” y luego ante consultas de la prensa declinó identificar a quienes se refería.
Chaves dijo que tras la gesta heroica que se conmemora el 11 de abril, “todavía quedan filibusteros y se nos metieron en el Estado en muchas partes”.
“La reconstrucción del país que ustedes se merecen no es negociable. Hay gente que dice que no tendemos puentes, yo no quiero tender puentes al infierno ni con filibusteros, prefiero volarlos, prefiero dinamitarlos. Con los filibusteros murallas y con el pueblo puentes y abrazos” agregó.
En el evento, en el que participaba el alcalde del cantón, diputados y jerarcas del Ejecutivo, Chaves llamó a alzar “fuego en alto” hacia “los mesones donde todavía haya filibusteros” como los “monopolios privados, la pobreza, los mandos medios corruptos y los narcotraficantes”.
Sin embargo, cuando en conferencia de prensa se le solicitó decir quiénes eran los filibusteros el mandatario se negó porque “no hace falta, la gente sabe y sí hay muchos filibusteros”
“No voy a tender puentes con partidos políticos que ustedes conocen, no me voy a poner a pelear con nadie en público aquí, pero el pueblo los conoce que lo único que hacen es hacer shows, fregar y obstruir. Yo no voy a mencionarlos, pero el pueblo los conoce” dijo Chaves.
La visita del presidente al cantón de Alajuela es una de las paradas que él y su gabinete harán con motivo de la conmemoración de los 167 años de la Batalla de Rivas. Este martes 11 y miércoles 12 también visitarán los cantones de Palmares, San Ramón y Sarchí.
Las palabras del mandatario se producen dos semanas después de la protesta de los agricultores contra la firma de la Alianza del Pacífico, a la cual se oponen los partidos políticos en la Asamblea Legislativa, Liberación Nacional y Frente Amplio, que también participaron en la movilización, la cual contó con el apoyo de sindicatos de educadores y enfermeras y otras organizaciones laborales como la Anep, Busco así como grupos indígenas.
