País

Presidente Chaves encaja golpe y acepta reunirse con Marta Acosta en la Contraloría: propone que reunión se transmita en vivo

Mandatario acepta que encuentro sea grabado y en la Contraloría; propone el 1 de febrero para transmisión en directo

El presidente Rodrigo Chaves encajó el golpe que representó la respuesta de la contralora Marta Acosta a su petición de una cita entre ambos jerarcas: aceptó que el encuentro se realice en la Contraloría y no en Casa Presidencial, y que sea grabado. No obstante, quiso tener la última palabra sobre el tema, y propuso que la reunión se transmita en vivo.

En su carta de este martes 23 de enero, el presidente Chaves se mantiene fiel a su estilo de buscar el choque en sus manifestaciones, al indicar que recibió la respuesta de la contralora realizada el pasado viernes 19 de enero, pero en vista de que contiene “varias inexactitudes”, se permite realizar varias aclaraciones.

Citó los casos de los escáneres y del proyecto Ciudad Gobierno, como ejemplo de “interpretaciones muy cuestionables de la Contraloría que usted dirige” y que propuso “de una manera respetuosa un diálogo constructivo” (luego de que había calificado de “activismo” el papel de la Contraloría en varios casos, y desde su despacho se solicitó a los jerarcas de instituciones públicas levantar un listado de proyectos que fueron obstaculizados por el ente fiscalizador).

“El país merece criterios técnicos claros, imparciales y apolíticos de parte de la CGR”, dice, y aseguró no tiene interés en una lucha de egos, por lo que acepta la propuesta de acudir a la oficina de Acosta. También asimiló la solicitud de que la reunión fuera grabada, y propone que sea transmitida en vivo por las redes de Presidencia y la Contraloría. La fecha que postula, a su vez, es el 1 de febrero, a las 2 p.m.

Pulso epistolar

El intercambio de cartas fue iniciado por Chaves el martes 16 de enero, cuando divulgó una misiva en la que solicitó una reunión a Acosta, luego de que varios proyectos del Gobierno tropezaron por aspectos de legalidad. No solo se trató de los citados expedientes de escáneres y de Ciudad Gobierno, sino de llamados de atención por la ausencia de rutas definidas en temas como la educación y la planificación del transporte público, sino también la indicación de que Marta Esquivel, presidenta ejecutiva de la CCSS, había recibido salarios de más que debía devolver. Asimismo, la Contraloría denunció a Esquivel ante la Fiscalía por posibles irregularidades con el manejo de informes actuariales.

La invitación ocurrió en medio de una ofensiva de Chaves por cuestionar la Contraloría, alegando que el ente fiscalizador era más estricto que nunca, e inclusive llegó a calificarla de “activista”. Adicionalmente, se filtró el documento en el que el despacho presidencial solicitaba en tres días (previo a su reunión con Acosta) del listado de proyectos que se pudieran considerar como obstaculizados.

Ante ello, Acosta replicó con una carta el 19 de enero en la que estableció condiciones: empezó eliminando todo viso de intimidación, al indicarle que rechazaba de forma contundente las múltiples insinuaciones negativas y constantes señalamientos irrespetuosos de su parte y su equipo a la Contraloría, y lo calificó como “irrespeto a la institucionalidad pública y a la función pública de la Contraloría”.

Posteriormente de cambiar la sede de Zapote a la Sabana, también marcó la cancha al indicarle que la reunión debería ser grabada “Esto se fundamenta en el antecedente que tuvimos en torno a la sesión realizada en la Casa Presidencial sobre Ciudad de Gobierno, en marzo del 2023, de donde derivaron afirmaciones absolutamente falsas que fueron atribuidas a mi persona”, indicó.

Ello le quitó al Mandatario la posibilidad de decorar lo que se pueda decir o presentar en la reunión, y además evidencia que en el pasado la experiencia con Zapote resultó, en el mejor de los casos, bastante polémica y de interpretación discutible. La grabación limitará esa posibilidad.

Al aceptar las condiciones de Acosta, Chaves encaja este golpe: la reunión no estará bajo su control, ni en su cancha. Esto llevará el encuentro más por los senderos de lo técnico, que de lo político, lo que evidentemente era el interés inicial del Presidente.

Empero, intenta recuperar algo de la iniciativa perdida, al plantear la retórica de “que la Contraloría explique de manera clara sus interpretaciones de las leyes”, así como la mención de “inexactitudes”, que en su carta no precisa ni corrige.

La mención de la transmisión en vivo también pareciera evocar más el espectáculo que es el terreno que tanto gusta a Zapote, antes que el técnico que es el que alega la Contraloría. Acaso la última carta que se jugará en este encuentro.

Suscríbase al boletín

Ir al contenido