País

Presencia incierta del chavismo en elecciones municipales causó resultado exiguo, electores confundidos y ventaja a rivales, incluido PLN

Sin opciones de ir por alcaldías por incumplir requisitos, los partidos de bandera “rodriguista” sí competían para regidores, pero ACRM solo obtuvo siete escaños y PPS ni uno. San Carlos, una de las bases de apoyo al actual mandatario, volvió a quedar en manos del PLN.

La expectativa para las elecciones municipales sobre la presencia del movimiento favorable al presidente Rodrigo Chaves quedó convertida en un nubarrón que confundió a miles de electores y confirmó las dificultades de organización de los partidos afines, que aprovecharon otras agrupaciones e hicieron brotar la pregunta de si tuvo algo que ver con los buenos resultados de Unidos Podemos, el partido fundado en 2018 por la actual ministra de Presidencia, Natalia Díaz.

Los partidos Aquí Costa Rica Manda (ACRM) y Pueblo Soberano (PPS), las dos plataformas que ondearon la bandera chavista, lograron, entre ambas, menos del 4,5% de los votos válidos para regidurías; además de 0% en cargos de alcaldías porque ni siquiera pudieron cumplir requisitos para competir por esos puestos. ACRM, presidido por el publicista Federico Cruz, cercano a Chaves, obtuvo el apoyo de menos de 40.000 personas en los 44 cantones donde compitió por regidurías, lo que les deparó solo 7, según datos preliminares, y solo una de estas dentro del Gran Área Metropolitana (GAM).

Pueblo Soberano, liderado por la funcionaria presidencial Mayuli Ortega, ni siquiera tendrá una silla en los concejos municipales de todo el país, pues en todo el país apenas superó los 8.000 votos.

Pese al declive del tradicional Partido Liberación Nacional (PLN), el principal rival de Rodrigo Chaves después de vencerlo en las elecciones presidenciales de 2022, y de la aprobación de 53% al mandatario, el movimiento chavista no logró tomar ventaja de los espacios y, más bien, fueron otras agrupaciones las que aprovecharon, tanto las tradicionales PLN y PUSC como las emergentes, además de las de origen cantonal, que se dejaron 10 de las 84 alcaldías y más de 50 escaños en los concejos.

Un caso aparte es el de Unidos Podemos. Esta es una agrupación de escala nacional creada en 2018 por Natalia Díaz y su familia; en 2020 debutó con una alcaldía, la de Oreamuno, y en 2022 participó en las presidenciales con ella como candidata y, en esta ocasión, saltó a nueve alcaldías (aunque algunas con candidatos que ya venían de ejercer el poder con otras banderas). Este domingo ocupó el tercer lugar en captación de votos en todo el país con 8,1%, solo superada por el PLN (24,3%) y el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC, 19,4%).

¿Es chavista Unidos Podemos? “Sería irresponsable arrogarse eso (representación de Chaves). Hay partidos que se autodenominan rodriguistas y no sé, pero somos respetuosos de las investiduras. No me corresponde a mí decir eso, aunque evidentemente fue fundado por la actual ministra de Presidencia”, dijo su presidente, Alejandro Fonseca, a este semanario, después de los resultados del domingo.

Tras la participación en las nacionales del 2022 y obtener el 0,8% de votos presidenciales y ningún escaño legislativo, Díaz fue una de las primeras figuras que dio la adhesión a Rodrigo Chaves antes de la segunda ronda, y este, de inmediato, la designó como ministra de la Presidencia.

Ese nombramiento implicó que, por ley, debía renunciar al partido, aunque su madre, Damaris Quintana, es una dirigente activa y la sede nacional del partido se mantiene registrada en la casa familiar de Díaz, en barrio La Guaria de Moravia.

Aunque hay certezas sobre la función de Unidos Podemos como un vehículo que captara el voto chavista, un recorrido hecho por este semanario en cantones josefinos logró identificar casos aislados de electores que apoyaban a esta agrupación por una supuesta relación con el Gobierno.

Además, el candidato a la alcaldía en Montes Oca por UP, Rodolfo Villalobos, recibió el apoyo público de parte de Federico Cruz, a pesar de ser este presidente de la agrupación ACRM.

Eugenia Aguirre, politóloga del Observatorio de la Política Nacional (OPNA) en la Universidad de Costa Rica (UCR), descartó que se pueda afirmar con certeza algún nexo entre UP y el Gobierno de Chaves por la variedad de condiciones de cada candidato, pues en algunos casos el partido colocó gente nueva y, en otros, sirvió de “taxi” para dirigentes curtidos.

Sin embargo, Aguirre reconoció que en el ambiente quedarán muchas preguntas sin contestar por falta de evidencias y datos focalizados. “Quizás nunca podremos terminar de leer estas elecciones, pero lo que es cierto es que faltó un gran actor”, dijo en alusión a una clara fuerza chavista.

Otra de las dudas es si parte del apoyo de Partido Progreso Social Democrático (PPSD) venía de personas que creían que Chaves aún seguía ligado a esa agrupación, después de alojar en ella su candidatura exitosa del 2022. PPSD obtuvo solo el 6,5% del total de votos para alcaldías en el país, con dos alcaldes electos, incluso uno de ellos en Atenas, uno de los cantones más favorables para Chaves en los comicios nacionales.

“La bandera de PPSD sí representa al presidente, porque nosotros fuimos los que lo llevamos a donde está. Sería ilógico decir que es otra bandera la de él”, dijo el domingo a UNIVERSIDAD Melissa Loaiza, candidata a vicealcaldesa en Desamparados, donde esta agrupación quedó en tercera posición detrás de PLN y PUSC.

En San Ramón, que también mostró un gran respaldo a Chaves en 2022, en esta ocasión alojó un duelo entre las dos fuerzas tradicionales, PLN y PUSC, mientras que ACRM tampoco tuvo candidaturas para regidores y Pueblo Soberano recibió el apoyo de menos de 500 ramonenses.

En Atenas, ACRM quedó en el sexto lugar por regidurías, con poco más de 700 votos, lo cual no le alcanza para obtener ninguna curul en el concejo.

El caso de San Carlos

La evidencia, sin embargo, indica que las fuerzas políticas afines a Chaves parecen haber dejado espacios libres, incluso en cantones donde en la campaña electoral de Chaves tuvo un mayor peso, como los cantones San Carlos, Atenas y San Ramón, los tres en la provincia de Alajuela.

Esto fue lo que pasó en San Carlos. Después de 22 años de poder del PLN en la alcaldía con Alfredo Córdoba, un “cacique” político de la zona, irregularidades hicieron que él dejara el puesto y quedara su vicealcaldesa, Karol Salas, con quien  se había aliado en la campaña de 2020 para captar el caudal de partidos neopentecostales.

Salas, en las presidenciales del 2022, dio apoyo a Chaves y, al fundarse Aquí Costa Rica Manda (ACRM), ella se enlistó como candidata a la alcaldía para continuar en el puesto, aunque ahora como titular. Sin embargo, los incumplimientos del partido hicieron que se anularan todas las candidaturas para alcaldía y ella se quedó sin planes propios, aunque ACRM sí seguía compitiendo por puestos de regidores y síndicos.

Esto dejó una oportunidad para el PLN con su candidato Juan Diego González, quien ha sido cercano a Córdoba y su estructura. Esto se consolidó con los resultados del domingo, al alcanzar 13.000 votos (33%), suficientes para obtener el cargo de gobernante cantonal, a pesar de los fuertes cuestionamientos contra el partido. Incluso había circulado un video de la diputada oficialista Pilar Cisneros en el que llamaba a los sancarleños a no votar por el PLN, pero de poco sirvió.

ACRM obtuvo 8.000 votos para las regidurías, lo que le deparó dos de los nueve escaños del ayuntamiento, pero en este rubro también fue superado por PLN, que sacó un 50% y, por tanto, tendrá tres escaños.

“Respetamos la decisión de continuidad al mismo modelo de Gobierno local de más de 20 años en nuestro cantón”, dijo en su perfil de Facebook Nelson Ugalde, un conocido dirigente político que en esta elección fue candidato a alcalde por el Partido Liberal Progresista (PLP).

Suscríbase al boletín

Ir al contenido