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Preocupan posturas de nuevo presidente electo frente a derechos de mujeres y diversidad sexual

Una activista y la directora ejecutiva de Acceder señalaron que los próximos cuatro años serán de “resistencia” para grupos defensores de derechos humanos de las mujeres y de poblaciones LGBTIQA+

Los resultados de las elecciones presidenciales del domingo 3 de abril, en las que triunfó Rodrigo Chaves del Partido Progreso Social Demócrata (PSD), dejaron un malestar a diversas organizaciones, activistas y especialistas en temas de género, quienes no auguran avances en materia de derechos humanos en los siguientes cuatro años e incluso los visualizan como un tiempo de “resistencia”.

El sinsabor de estos grupos se da por la postura que ha tenido Chaves en materia de derechos humanos. El ahora presidente electo fue sancionado por el Banco Mundial (BM) por conductas sexuales inapropiadas y en la última campaña electoral incluso se comprometió —a finales del mes de marzo— con pastores evangélicos a no apoyar la mal llamada “ideología de género” en el Estado costarricense ni ninguna iniciativa que favorezca el aborto y la eutanasia, así como revisar los decretos sobre la fecundación in vitro (FIV) y la norma técnica.

“Yo creo que no podemos esperar nada positivo ni ningún avance en términos de derechos sexuales y reproductivos por parte de Rodrigo Chaves, no solo porque hizo una alianza con algunos sectores evangélicos, donde incluso prometió revisar cosas que tienen que ver con mandatos ya establecidos en el país por la Corte Interamericana de Derechos Humanos como la FIV o la norma técnica del aborto terapéutico”, externó la directora del Centro de Investigación en Estudios de la Mujer (CIEM) de la Universidad de Costa Rica (UCR), Montserrat Sagot.

“El prometió cosas que tienen que ver con imposiciones hechas al país por el sistema interamericano de derechos humanos. Una persona que incluso tiene la voluntad de revisar elementos que tienen que ver con un derecho internacional para complacer a algún sector con el que hizo un acuerdo, nos permite ver no solo que no va a haber avance, sino que también estamos en riesgo de retrocesos”, agregó.

Auguran retrocesos

 Tras la llegada del economista a la silla presidencial, la especialista en temas de género externó que le preocupan los retrocesos o que incluso el Gobierno trate de modificar el Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU), entidad encargada de proteger los derechos de esta población.

“La preocupación mía es que haya retrocesos, incluso, por ejemplo, que vaya a tratar de cambiar o modificar instituciones que han sido importantes, como el INAMU. No ha dicho mucho del INAMU, pero se negó a firmar el acuerdo en relación con la violencia contra las mujeres, que habían construido organizaciones de mujeres. Ya con solo negarse a eso, ya me dice que probablemente no vamos a tener una buena perspectiva en relación con el INAMU”, indicó Sagot, quien también enfatizó que el presidente electo no firmó el acuerdo argumentando información falsa que ni tan siquiera estaba en el documento.

“Yo creo que no podemos esperar nada positivo ni ningún avance en términos de derechos sexuales y reproductivos por parte de Rodrigo Chaves”, Montserrat Sagot, directora del CIEM

En esta misma línea, la activista LGBTIQA+, Margarita Salas, indicó también que sacar la “ideología de género” del sistema educativo —tal y como se comprometió Chaves con algunos pastores evangélicos— es una amenaza para los derechos de esta población, pues significa un retroceso para el país.

“Nosotros anticipamos que es claro que el avance de los derechos de las personas LGBTIQA+  no será una prioridad en su administración, porque estamos hablando de una persona que planteó que los objetivos de desarrollo sostenible no eran algo importante o prioritario. Aunado a esto, se coloca a Natalia Diaz frente al equipo de transición que tampoco es alguien que haya planteado una agenda clara y comprometida en el avance de estos temas”, acotó.

 Se minimiza la violencia hacia las mujeres

Rodrigo Chaves se convirtió en el presidente electo del país al obtener un 52% de los votos emitidos, mientras que José María Figueres alcanzó un 48%. Este resultado en sí es considerado para Salas como un “acto de violencia simbólica”.

“Pienso que la elección de Rodrigo Chaves como presidente de Costa Rica es en sí mismo un acto de violencia simbólica porque es validar a una persona que ha sido culpable de acoso sexual. Es minimizar el tema, plantear que esto es secundario frente a otras características, que esto no es un argumento de peso para definir quién va a ser el próximo presidente de la República”, mencionó.

Esto es apoyado por la directora ejecutiva de la Asociación Ciudadana Acceder, Laura Valenciano, quien destacó que la anterior campaña política, así como los resultados dejan ver que los derechos de las mujeres no solo no son prioridad, sino que hay una aceptación cultural inicial hacia su vulneración.

“Un poco la preocupación con la elección del presidente electo es el envalentonamiento, como lo hemos visto en Brasil y Estados Unidos cuando ascendieron líderes con posturas similares a discriminar, a violentar, pues ven el ejemplo en un líder que lo hace, que lo practica y, además, es electo. No hay un reproche social que indique que la conducta está mal vista, por el contrario, se está casi premiando”, externó Valenciano.

Agregó también que el mensaje que se le envía a las mujeres es claro: “Sus problemas son suyos, y no son graves”.

Por su parte, Sagot añadió que hay un porcentaje importante de la población del país para la cual “las mujeres, sus necesidades, derechos, y la violencia que puedan recibir ni siquiera son consideraciones a la hora de tomar decisiones”.

Esto se ve reflejado incluso en una de las encuestas de intención de voto publicada por el Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la UCR, en marzo anterior, en la cual casi un 45% de la población considera que “nada” influyen para efectos electorales las denuncias que enfrentó en el Banco Mundial por acoso sexual, Rodrigo Chaves.

Próximos cuatro años serán de resistencia

Con la fórmula presidencial del Partido Social Demócrata (PSD) en el Gobierno, tanto Salas como Valenciano prevén que los próximos cuatro años sean de “resistencia” para estas poblaciones, las cuales podrían considerarse como unas de “las grandes perdedoras” de la contienda electoral.

“Se vienen cuatro años de resistencia para evitar retrocesos y para fortalecer la lucha por los avances.(…) Este es un momento de resistencia, no es la primera vez que nos enfrentamos a un gobierno que es contrario a la agenda de derechos humanos. Sabemos resistir y perseveremos”, indicó Salas.

Semanas atrás, por ejemplo, 28 agrupaciones de activistas LGBTIQA+ aglutinadas bajo el Movimiento Matrimonio Civil Igualitario, hicieron llegar a los entonces candidatos presidenciales, Chaves y Figueres, un documento en el cual incluyeron 10 demandas urgentes para estas poblaciones en la próxima administración.

De acuerdo con Salas, tras la misiva, Figueres externó que se comprometía a mantener a la persona comisionada LGBTIQA+ en un eventual Gobierno y a analizar los otros temas, mientras que Chaves ni tan siquiera respondió.

Finalmente, Valenciano agregó que este es un momento “crucial” para los movimientos feministas o grupos de defensa de derechos humanos para unirse y así resistir la siguiente administración.

“Yo estoy convencida de que los siguientes años serán de resistencia y articulación. Creo que eso va a marcar una diferencia bastante grande. Yo creo que ninguno de los dos candidatos en segunda ronda hubiesen tenido fácil el diálogo con la sociedad civil porque están desconectados con los temas que nos mueven. Había un total desconecte por parte de las candidaturas y las campañas”, añadió la directora ejecutiva de Acceder.

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