País

Por falta de nombramiento en Vivienda, 554 familias llevan meses esperando aprobación de bono

Un total de ¢15.500 millones es el monto que se adjudicaría en bonos de necesidad extrema

Virgilio Antonio Lobo Miranda ha luchado -junto con otras 51 familias- durante 25 años para ver realizado su sueño de tener vivienda propia y a principios de 2023 por fin les avisaron que estaba todo listo para aprobar los bonos de interés social que permitirían desarrollar el proyecto EcoPotrerillos en San Rafael de Heredia, es decir, por fin tendrían su casa.

“Ha sido una lucha que empezó en el año 1996 y el tiempo ha pasado, cuál fue nuestra felicidad al saber que ya estaba todo listo para darnos a 52 familias humildes de bajos recursos nuestros bonos, pero renunció la ministra y el viceministro de Vivienda y el gobierno no termina de nombrar a alguien para que den el visto bueno, es una barbaridad”, contó Virgilio Lobo.

Esta es solo una de las 554 historias de familias en extrema vulnerabilidad que han visto truncada la esperanza de materializar su casa propia, ya que, desde julio pasado, la exministra Jéssica Martínez y el exviceministro Roy Jiménez presentaron su renuncia al presidente Rodrigo Chaves, dejando sin cabeza, no sólo al ministerio de Vivienda, sino también a los entes que trabajan en el sector como el Banco Hipotecario de la Vivienda (Banhvi).

Al no contar con un jerarca de Vivienda, la junta directiva del Banhvi no puede sesionar y eso ha generado un retraso en la aprobación de los 554 bonos de vivienda, a los cuales se les adjudicarían un total de ¢15.500 millones, según información a la que tuvo acceso este Semanario y que fue confirmada por Walter Muñoz, subgerente de Operaciones a través de la Oficina de Prensa.

Entre los bonos que están esperando aprobación hay 99 bonos que se entregarían de forma individual; 71 en el territorio indígena Alto Chirripó; 15 en las islas Chira y Venado; otros 20 en el proyecto Ámbar II, ubicado en Parrita, Puntarenas; los 52 del proyecto EcoPotrerillos en San Rafael de Heredia; 168 en el Condominio Cristal en Cartago; 57 en el territorio indígena Ujarrás en Buenos Aires de Puntarenas y 72 bonos del proyecto Creciendo Juntos en Pocosol de San Carlos.

Mientras que todas estas familias esperan con desesperación que llegue su solución de vivienda, con enormes recortes para el Banhvi, haciéndolo pasar por uno de los más difíciles momentos de su historia desde su creación hace 36 años, el gobierno de Chaves parece no tener ningún interés en nombrar un jerarca en la cartera de Vivienda.

Estos bonos de vivienda corresponden a la categoría de Necesidad Extrema para familias que no cuentan con lote propio, con ingresos familiares bajos y cuyo estudio socioeconómico establece que viven en situación de extrema necesidad, entre ellos, adultos mayores, personas con discapacidad y territorios indígenas.

 

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