Las reacciones generadas por un audiovisual polémico respecto al tema del suicidio, con un mensaje contrario a Rodrigo Chaves, “mostraron comportamiento activo y no reactivo de las redes sociales, en el que el mismo contenido ahí generado luego repercute en la agenda de medios de comunicación tradicionales y generadores de opinión”.
Esa es una de las principales conclusiones a las que llegó el más reciente Análisis de Tendencias Políticas en Redes Sociales, realizado por el Observatorio de la Política Nacional (OPNA) de la Escuela de Ciencias Políticas de la UCR, que estudió el comportamiento en esos espacios virtuales entre el 19 y 25 de marzo.
El estudio recordó que “de la mano de los cuestionamientos por temas de financiamiento, estructura paralela y problemas de legalidad en la captación de recursos” para la campaña de Chaves, esa semana inició en redes sociales con el rumor de un supuesto allanamiento por parte del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) a la casa del candidato.
Ese rumor generó movimiento en Twitter por parte de “figuras políticas y formadores de opinión”, y se generaron comentarios sobre el involucramiento del Poder Judicial en el proceso electoral y el impacto de esto en la integridad del mismo.
El análisis también menciona la realización de los debates organizados por Diario Extra -el 23 de abril- y por Columbia un día después. En ambos casos, se señala que las audiencias destacaron la falta de propuestas.
Sin embargo, tras el debate de Diario Extra las tendencias digitales reflejaron las críticas de Rodrigo Chaves a varios gobiernos de Liberación Nacional (PLN), como también sucedió con la estrategia de José María Figueres de acusar a su rival de ser aliado del oficialista Acción Ciudadana (PAC) y que como Ministro de Hacienda no cumplió con los objetivos que requería el país.
Por otra parte, en el careo de Radio Columbia resaltó el comentario hecho por Chaves sobre la UCR, “comparándola negativamente con la universidad en la que cursó su doctorado” (Ohio, en Estados Unidos), según recuerda el análisis del OPNA.
“Esto comenzó una serie de manifestaciones digitales en defensa de las universidades públicas, fenómeno que aprovechó la campaña liberacionista para alimentar sus tácticas de comunicación”, concluye el estudio.
