País Amenaza de fundamentalismo religioso motiva a sector progresista del partido, pese a resentimientos

Pesos pesados del PLN llaman a votar por Carlos Alvarado

Fernando Ferraro, María Luisa Ávila y Leonardo Garnier dieron adhesión al candidato del PAC.

No era su primera opción y quizás tampoco la segunda, sin embargo, para esta segunda ronda ya son tres las figuras del Partido Liberación Nacional (PLN) que anunciaron públicamente su adhesión al candidato del Partido Acción Ciudadana (PAC), Carlos Alvarado.

Sin coincidir en la mayoría de sus propuestas, pero con una coincidencia en los temas de derechos humanos, los tres exministros hicieron públicas sus intenciones de voto y persuasión por medio de sus cuentas en Facebook.

Primero lo hizo el exministro de Justicia del gobierno de Laura Chinchilla, Fernando Ferraro, el pasado 6 de febrero, quien afirmó que no sería necesario esperar dos meses para decidirse.

“No votar o votar nulo es ‘enojarse y llevarse la bola’. Así que hay que votar, y bien haría el PAC en facilitarle esa decisión a muchos costarricenses. Yo tengo claro que votaré por Carlos Alvarado”, afirmó Ferraro. A su vez, se mostró resentido con el Gobierno de Luis Guillermo Solís, por “desatar una verdadera persecución que desembocó en un acto circense en el Melico Salazar”.

Aquella noche del 28 de agosto de 2014, durante la presentación del informe de los 100 días, el presidente Luis Guillermo Solís señaló al PLN como el principal culpable de la corrupción en las instituciones del Estado y los ministerios, un antecedente que genera resentimiento entre los verdiblancos.

En la misma línea, Leonardo Garnier, exministro de Educación y funcionario de tres gobiernos de Liberación Nacional (Figueres, Arias y Chinchilla), externó su apoyo a favor de Carlos Alvarado, con el fin de que otros liberacionistas se sumen.

“El domingo 1º de abril votaré por Carlos Alvarado, la persona que, en este momento, mejor representa la posibilidad de seguir construyendo nuestro país con una visión inclusiva y respetuosa de los derechos de todas las personas”, comentó Garnier. Él también afirmó que no fue una decisión fácil y alegó que espera que el candidato del PAC “haya aprendido de los errores de su partido”.

El economista es una de las figuras con mayor resonancia entre los sectores progresistas dentro y fuera del partido. Encabezó el Ministerio de Educación en los gobiernos de Chinchilla y Arias, introdujo las guías sexuales al MEP y ahora es férreo defensor de la postura de la ministra Sonia Marta Mora, a favor de los nuevos programas.

La educación sexual en los colegios marca una de las mayores diferencias entre Carlos y Fabricio Alvarado. La propuesta del candidato de Restauración Nacional (PRN) preocupa a Garnier y a María Luisa Ávila, exministra de Salud, quien anunció su apoyo el lunes pasado.

“En mi caso, lo hice por Carlos, que tiene experiencia y una postura moderna en derechos humanos. Creo que es un muchacho que tiene la oportunidad de demostrar que aprendió de errores de su propio partido. El primer error es el creer que todos son corruptos menos ellos, como si la corrupción no fuera un problema de personas más que de organizaciones. Además, esto no es una adhesión al PAC, es solo apoyo para esta segunda ronda”, dijo Ávila, en entrevista con UNIVERSIDAD.

El futuro del PLN

La inmersión de la agenda religiosa en las políticas públicas y el obstáculo que podría significar para los planes de educación sexual que han impulsado el PAC y el PLN preocupan a los liberacionistas.

La figura de Antonio Álvarez Desanti ocasionó fragmentaciones visibles dentro del partido; en el caso de los ahora votantes por el PAC, las posturas conservadoras del discípulo de Óscar Arias no motivaron a darle un apoyo enérgico y convencido en primera ronda.

“El origen de Liberación era ser un partido progresista, un partido de izquierda democrática, reformista, y si de pronto vas perdiendo el apoyo de las clases medias y lo que hacés para recuperar apoyo es moverte hacia una posición que es de derecha en lo económico y social y conservadora en los temas culturales y de derechos humanos, yo pienso que eso iba a enterrar a Liberación”, expresó Garnier.

Además, Francisco Antonio Pacheco, expresidente, exministro y exdiputado del PLN, afirmó que todas las autoridades del Comité Ejecutivo y de los demás órganos del partido deberían renunciar.

En declaraciones a La Nación, Pacheco afirmó que “hay que hacer una revisión que vaya más allá de lo que ocurrió en esta elección, que repiense el partido, que examine cuál es su realidad y que, para bien de Costa Rica, se relance de nuevo el partido”.

En los últimos años, los partidos evangélicos han sido aliados del PLN para la elección del directorio legislativo, así como en la conformación de comisiones del Congreso. Esa mancuerna con los grupos ultraconservadores generó anticuerpos entre varios de sus líderes, activistas a favor de los derechos igualitarios.

“Cuando se validan discursos políticos equivocados, los grupos fundamentalistas se sienten legitimados y hacen cosas que se salen de las manos, como pudimos ver con los supremacistas blancos seguidores de Trump o con estos papás que cerraron escuelas esta semana en San Carlos para rechazar los programas de educación sexual”, agregó María Luisa Ávila.

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