La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) anunció este miércoles que a partir del próximo 31 de mayo, cualquier asegurado con síntomas similares al resfriado o molestias estomacales podrá acudir a 55 centros de salud de la institución y someterse a una prueba de antígeno.
La decisión de la institución, según el presidente ejecutivo de la institución, Román Macaya, se tomó con el objetivo de conocer la cantidad real de casos COVID-19 que existen en las comunidades.
Macaya agregó que si el país logra bajar la velocidad del contagio y un diagnóstico temprano, las personas positivas por COVID-19 podrán aislarse, cuidar a las familias y así también se podrá aplanar la curva.
De acuerdo con el gerente médico de la CCSS, Mario Ruiz, actualmente la institución realiza tres mil pruebas por día y esa cifra podría duplicarse o incluso triplicarse si la población reacciona con actitud responsable asistiendo a solicitar la prueba ante la presencia temprana de cualquier síntoma relacionado e iniciar las acciones para cortar el contagio.
A estas pruebas se podrán someter las personas con al menos uno de los siguientes síntomas más conocidos del COVID-19 como la tos, falta de aire, dificultad respiratoria, falta del sentido del olfato o del gusto. A estos se suman la confusión mental, congestión nasal, debilidad, diarrea, dolor abdominal, dolor de garganta, dolor de músculos, escalofríos, fatiga, fiebre, náuseas y vómitos.
La Caja indicó que esta prueba se podrá realizar en 55 laboratorios de la institución ubicados en hospitales y áreas de salud en todo el país; la información de sus reportes también se integró al EDUS. La idea de la CCSS es ampliar a 75 el número de laboratorios dentro de las redes en las próximas semanas.
El gerente médico agregó que cada usuario dará un correo electrónico al cual le enviarán la información. El tiempo para dar los resultados dependerá de la demanda.
En caso de que los resultados sean positivos, se le comunicará al paciente vía telefónica y se le realizará también una prueba de PCR.
Ruiz indicó que en caso de que al paciente le nieguen la realización de la prueba, puede ir a la Contraloría de Servicios, ubicada dentro del centro de salud, y en ese lugar se le podrá resolver la situación.
La CCSS ha invertido, desde que inició la pandemia cerca de $20 millones de dólares en la compra de distintas pruebas para el diagnóstico del virus.
Las pruebas de antígenos detectan las proteínas que están en la superficie del virus, la muestra se toma por medio de un hisopado nasofaríngeo.
Pruebas de saliva
Consultado sobre la realización de pruebas de saliva en la CCSS, la microbióloga de la institución, Angie Cervantes, indicó que estos exámenes no son tan confiables.
“Nosotros utilizamos las pruebas nasofaríngeas porque son las que nos dan la mayor certeza, confianza y seguridad. El virus reside en las células de la nasofaringe, nosotros vamos directamente al lugar donde está el virus a tomarlo. Hay estudios en otras partes del mundo en los que se ha utilizado muestras de saliva y los resultados no son contundentes. ”, señaló Cervantes.
“Nosotros sí estamos haciendo una prueba para la utilización de saliva; no obstante, no hemos depositado en la muestra de saliva nuestra confianza. Hemos siempre utilizado lo más confiable y lo que nos va a dar los mejores resultados”, añadió.
Semanas atrás, la CCSS indicó que no estaba interesada en participar en la validación de las pruebas de saliva que desarrollan actualmente investigadores de la Universidad de Costa Rica ( UCR).
En ese momento, la presidencia ejecutiva de la CCSS, indicó a los investigadores que “…no se logra determinar algún valor agregado o beneficio extraordinario para la Institución o sus asegurados en la participación del protocolo de marras”.
Distintos investigadores y científicos han indicado en varias ocasiones las ventajas que tiene estas pruebas frente a las PCR, además permitirían multiplicar la cantidad de diagnósticos de COVID-19 en el país.
