Los seis partidos “ganadores” de curules o representación en la Asamblea Legislativa concentran cerca del 75% de los fondos de campaña reportados hasta la fecha en el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE): cerca de ₡11.800 millones.
El analista político, Francisco Barahona, cuestionó el sistema de financiamiento de la democracia costarricense porque “sin plata” o sin un “padrino” los partidos no logran representación en el Congreso.
“Los demás partidos son burros amarrados que creen que tienen algún chance, pero estos números dicen que es imposible. Costa Rica está lejos de una campaña justa y democrática con exposición equitativa”, comentó.
“Costa Rica está lejos de una campaña justa y democrática con exposición equitativa” Francisco Barahona, analista político.
En total, entre los 25 partidos nacionales y provinciales que participaron en la primera ronda, se movieron fondos de campaña por más de ₡15.700 millones de colones entre préstamos, donaciones, venta de certificados de cesión, recursos propios reservados y otros ingresos.
Del total de partidos, 11 no han reportado sus estados financieros al Tribunal con corte a enero y 3 han entregado información parcial, entre ellos Progreso Social Democrático, del aún candidato presidencial Rodrigo Chaves, el único entre los partidos con curules en la próxima alineación del plenario que no ha dado toda la información al Tribunal.
Lo reportado por los partidos entre julio del 2021 y enero del 2022 refleja lo que ya el último Estado de la Nación alertó: un alto endeudamiento. Solo durante la campaña los partidos se endeudaron en más de ₡8.500 millones, lo que lo convierte en el monto más alto entre los fondos de campaña, seguido por los ingresos por casi la mitad ₡4.500 millones y las donaciones por un monto de alrededor de ₡745 millones.
Préstamos dominan
El partido que más se endeudó, más gastó y más acumuló fondos de la campaña para el futuro es Nueva República. Los préstamos del partido de este partido de derecha conservadora superan los ₡2.800 millones de colones (financiados por Promérica), el gasto, los ₡2.480 millones y el acumulado, que no utilizó durante campaña, los ₡1.874 millones.
Barahona considera que las altas sumas de dinero apuntan a que el partido aspiraba a ganar, o como mínimo llegar a la segunda ronda, y que se endeudaron sin temor a pesar de ser un partido nuevo que no contaba con deuda política, a sabiendas de que el capital de Restauración Nacional se lo llevó Fabricio Alvarado con su salida.
Al otro extremo está el partido Frente Amplio, con la menor cantidad de donaciones, ingresos, activos y gastos entre los partidos que ganaron curules. Este partido de centro izquierda se apoyó principalmente en un préstamo financiero con el BCT por ₡500 millones, aunque solo reporta gastos por ₡308 millones.
Los más de ₡2.100 millones de diferencia de gasto entre estas agrupaciones no se reflejó en las curules alcanzadas, pues el primero consiguió siete curules (₡355 millones por persona diputada) y el segundo, seis (₡51 millones por curul). Finalmente, el costo de una persona diputada de Nueva República es casi siete veces el de una del Frente Amplio
Los partidos tradicionales, y con mayor experiencia en el manejo de fondos, reportan sumas cercanas en deudas contraídas (o incremento de pasivos) y gastos. El Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) contrajo deudas por ₡2 mil millones y gastó ₡1.417 millones, mientras que el Partido Liberación Nacional (PLN) reportó ₡1.424 en deudas de campaña y ₡1781 en gastos.
El “padrino” del PLP
Los diputados del Liberal Progresista son los segundos más caros, después de los de Nueva República. Tras los comicios de febrero el partido logró seis curules con fondos disponibles por más de ₡1.176 millones y un gasto de más de ₡946 millones. Esto resultó en un costo por curul de más de ₡157 millones.
Este partido contó con el importante “padrinazgo” de Francisco Quirós Ramos de Anaya, vicepresidente de la Junta Directiva de Purdy Motor, quien a noviembre del 2021 le había donado cerca de ₡192 millones y compró bonos de deuda política por un valor de ₡147 millones a diciembre del mismo año.
Barahona atribuye el crecimiento de este partido a su acceso al financiamiento, que a noviembre del 2021 no superaba el margen de error. Otros partidos de derecha como Unión Liberal (con ₡20 millones en fondos de campaña), Unidos Podemos (con ₡87 millones) e incluso el Movimiento Libertario (con ₡618 millones) no lograron subir en las encuestas.
“David y Goliat” a segunda ronda
El Partido Progreso Social Democrático (PSD) y el Partido Liberación Nacional (PLN) iniciaron la segunda ronda en una “relación de David y Goliat” en cuanto a reserva de fondos, explicó Francisco Barahona, analista político y coordinador de la Maestría en Derechos Humanos de la UNED.
Entre los fondos disponibles reportados al Tribunal el PLN acumuló ₡523 millones, aunque, según Barahona, por su trayectoria es posible que tenga más patrimonio. Por otro lado, el PSD reporta ₡104 millones.
Tanto los fondos del PSD y del PLP están principalmente en el rubro de “ingresos” y responden a sus ventas de certificados de cesión o bonos de deuda política. También son las dos agrupaciones que no concretaron préstamos con el llamado “oligopolio” de la compra de bonos por fideicomiso: BCT y Promérica.
Sin embargo, mientras que el segundo se alimenta del capital del magnate de Purdy Motor, el primero oculta a sus financistas. El PSD aún tiene pendiente reportar información por lo que argumentan fue “falta de personal” y el Tribunal está investigando la captura de fondos por medio de un fideicomiso privado creado por este partido.
Barahona considera que el PSD es una prueba fundamental de la creciente dificultad entre las casas encuestadoras de reflejar la realidad, ante un creciente abstencionismo: “Las encuestas ahora no les sirven tanto a los partidos políticos, sino para darle un poco de garantía a quienes dan los préstamos, y aún así algunos salieron perdiendo”.
El analista considera que los prestamistas de Nueva República y Restauración Nacional, por ejemplo, no obtuvieron los resultados esperados tomando en cuenta los montos prestados y los resultados obtenidos. Sin embargo, los bancos privados garantizan su ganancia en el contrato, pidiendo a los partidos que, de no recibir suficiente deuda política, deben cubrir los intereses por sus propios medios.
La relación de las encuestas con el financiamiento de bancos también es criticado por el Estado de la Nación y el Observatorio de la Política Nacional (OPNA) de la Universidad de Costa Rica (UCR) y hasta es calificado como “perverso” por el TSE porque resulta en desigualdad entre las agrupaciones políticas y también porque la venta de certificados de cesión facilita las donaciones encubiertas.
Propuestas de reforma
Según Barahona, las franjas electorales son una de varias reformas necesarias para equilibrar la exposición de las ideas de los partidos políticos en las elecciones: “Las elecciones son un negocio de inversión, de gasto y de recuperación de ganancia que se manejan bajo la dictadura de la economía”.
Las franjas electorales son un mecanismo que establece espacios gratuitos a los partidos políticos en los medios de comunicación o espacios pagados por la autoridad electoral, en este caso el TSE, para asegurar una exposición equitativa a las propuestas que se discuten en una contienda electoral.
La publicidad es una de las partidas de gastos más importantes en los reportes de los partidos políticos: en las actuales elecciones, y hasta el 28 de enero, los partidos gastaron alrededor de ₡1.574 millones en publicidad en televisión abierta, radio, cable, periódicos y publicidad regional, según datos provistos por Kantar Ibope Media.
En América Latina, solamente en Costa Rica y Honduras no existen espacios gratuitos en los medios para que los partidos puedan anunciarse de forma igualitaria y el TSE lo atribuye a la falta de voluntad política de los partidos con representación y a la oposición de los medios de comunicación.
La Organización de Estados Americanos (OEA), en su informe preliminar sobre las elecciones en primera ronda, señaló la necesidad de romper con la relación insana de dependencia entre los partidos políticos de la mano de las franjas electorales.
El TSE introdujo las franjas electorales y otras reformas al Código Electoral, como el aumento del financiamiento anticipado, en corriente legislativa desde el 2013, pero a la fecha la propuesta no avanza ni el plenario ha mostrado interés en discutirlas.
