Las personas pacientes de trasplantes hepáticos, aglutinadas en la “Fundación Vida Nueva, donación y trasplante” aseguran sentirse irrespetadas, confundidas y decepcionadas por la decisión de cerrar el programa en el Hospital México.
El pasado 12 de mayo el Ministerio de Salud emitió una orden sanitaria para suspender el programa de trasplante hepático del mencionado hospital y se informó a la ciudadanía el mismo viernes.
El cierre, explicó entonces el ministerio, se dio pues el programa “no cumple con los estándares necesarios para operar”.
Las y los pacientes, que se enteraron justamente a través de la prensa, dijeron a UNIVERSIDAD sentirse “irrespetados y tratados como objetos que se mueven de un sitio a otro”.
“Un cambio de esta naturaleza requiere un proceso de sensibilización e información que permita comprender las razones de la medida”, dijo Rosibel Arrieta , presidenta y fundadora de la mencionada fundación.
Arrieta dijo que esta noticia genera mucha incertidumbre y dijo que, siendo la población afectada “pacientes muy frágiles por su condición dado que han esperado años por un trasplante” esto tiene un fuerte impacto emocional “que se agrega a sus múltiples síntomas y patologías”.
Los pacientes, agregó, “no entienden cómo si firmaron un consentimiento informado para ser tratados por un centro específico, personas ajenas a ese centro ahora les contactarán para su traslado a otro centro, violentando el principio de confidencialidad de su información personal”.
Además, dijo, no entienden “cómo un centro con 24 años de existencia y con especialistas de renombre internacional, se cierre sin que se conozca un estudio técnico con la participación de todos los equipos de trasplante que permita analizar y comprender verdaderamente la realidad”.
Por todo eso, indicó, se siente decepcionados con el sistema que ha demostrado múltiples falencias y están confundidos pues los datos que ahora presenta el Ministerio de Salud se contradicen con otros informes que la CCSS ha presentado.
Estas personas, según Arrieta, están consternadas por la “ligereza” con que las autoridades han omitido datos importantes “como el hecho de que el hospital México trasplanta a los pacientes más graves, lo cual obviamente impacta en los resultados de sobrevida”.
Finalmente, dijo que existe un sentimiento en la población de que al ser revalorados sus casos puedan ser considerados “ya muy enfermos para seguir en la lista de espera”; de modo que aunque el criterio sea de médicos que no son sus tratantes podrían ser excluidos de la posibilidad de un trasplante.
“La orden sanitaria carece de sustento lógico, metodológico y científico lo que la convierte en un acto impulsivo con consecuencias negativas para los pacientes”, dijo Arrieta y agregó que “el mal manejo que se ha hecho del tema” le hace pensar que todo esto tendrá impactos sumamente negativos en la vida de todos los pacientes, ya sea trasplantados o quienes aun están en lista de espera.
