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OCDE: Más del 90% de las mujeres pobres en Costa Rica no trabajan por dedicarse al cuido

Las mujeres dedican más del doble de horas a la semana al trabajo doméstico no pago, incluyendo el cuido de niños y niñas, al tiempo que el Gobierno desoye la recomendación de la OCDE y recorta cupos en Red de Cuido.

Más del 90% de las mujeres en hogares con condición de pobreza están fuera de la fuerza laboral y su principal obstáculo es la atención de tareas de cuido, según señaló la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en su informe para Costa Rica publicado este año.

“Las mujeres que asumen responsabilidades de cuidado familiar enfrentan dificultades para completar la educación o continuar en la fuerza laboral. Esto afecta a las mujeres de todos los niveles de ingresos, pero en particular a las de hogares de bajos ingresos”, dice la OCDE.

Las mujeres dedican más del doble de tiempo al trabajo doméstico no remunerado —incluyendo las tareas de cuido—, en total 32 horas frente a 15 horas que dedican los hombres, determinó la Encuesta de uso del tiempo del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), publicado el pasado 27 de junio.

La actividad a la que dedican más tiempo es al cuido de personas mayores de 12 años, totalmente dependientes, con más de 13 horas; frente a 6 horas que dedican los hombres. La brecha se mantiene en el caso del cuido de niños y niñas menores de 12 años, a la que las mujeres destinan 12 horas, frente a 7 horas que dedican las personas del sexo opuesto.

Aunque las mujeres trabajan más horas que los hombres, cuando se contemplan las tareas no remuneradas, sufren más el desempleo, trabajan más horas en subempleo y en el empleo informal. Más de un millón de mujeres está fuera de la fuerza laboral, cerca del doble que los hombres.

Ante la falta de nuevas políticas públicas que busquen su incorporación, la pobreza entre los hogares jefeados por mujeres continúa aumentando, señaló la Unicef en su último informe para Costa Rica. Esto aumenta la exposición de personas menores de edad a pobreza monetaria, la cual experimenta cuatro de cada diez niños, niñas y adolescentes en el país, principalmente, en las periferias.

Los niños y niñas de estos hogares vulnerables tienen menos acceso a la educación temprana y, por lo tanto, menos posibilidades de desarrollar todo su potencial, por lo que la OCDE recomienda ampliar la cobertura de la educación temprana para hogares de bajos recursos.

“Ampliar el acceso a una educación y cuidados de la primera infancia asequibles y de buena calidad debería ser una prioridad, ya que facilita la participación de las mujeres en el mercado laboral y aumenta los resultados y la equidad en la educación”, dice OCDE en su informe.

Sin embargo, el Gobierno desoyó la recomendación y apostó este año a recortar 7 mil cupos a la Red de Cuido, el programa de cuido para niños y niñas con alto impacto positivo en la incorporación de las mujeres en el mercado laboral.

La reducción de cupos ha sido objeto de debate por parte de organizaciones de mujeres y en el plenario, ya que sucede al tiempo que el Ejecutivo impulsa la aprobación de jornadas comprimidas de 12 horas, trabajo que se estima pondrá mayor presión a los programas de cuido y en particular a sus escasos cupos en horario nocturno.

Techo de cristal

La economista Ana Rosa Ruiz, profesora del Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC), señaló que el trabajo de cuido y domésticas no remuneradas son el “techo de cristal” de las mujeres, ya que se les impide el crecimiento, mejores oportunidades de salario, trabajo o hasta la posibilidad de trabajar al ser tareas con las que se les asocia y recarga.

“Las mujeres que logran ser exitosas no tienen hijos o sus ingresos son altos y pueden suplir esa función. Las mujeres continuarán saliendo del mercado laboral y se mantendrá el subempleo hasta que las políticas públicas entiendan que el cuido como una función social y no solo una de nosotras las mujeres”, comentó Ruiz.

La economista indicó que las condiciones de las mujeres para acceder a un trabajo no se han recuperado de la pandemia, los aumentos en ocupación no las favorecen y que, por el contrario, en la tendencia reciente más bien se reporta salida de más mujeres del mercado laboral.

En el último año, 114 mil mujeres salieron de la fuerza laboral, de un total de 196 personas que el INEC reporta desistieron de buscar empleo. La economista María Leonela Artavia señaló que la división de trabajo también se refleja en la participación de la mujer en la fuerza laboral, ya que se concentran en ramas relacionadas con limpieza, cuido y educación.

Estas son áreas que aún no se recuperan de la pandemia, que suelen ser preconizadas y menor remuneradas a otras a las que las mujeres tienen menos acceso, precisamente, por no ser permisivas con las responsabilidades de cuido que deben asumir las mujeres.

Ruiz y Artavia coinciden en que sin una Red de Cuido robusta y de amplia cobertura no se podrán incorporar más mujeres al mercado laboral, en mejores puestos a la vez que se mejoran las condiciones de vida de sus familias.

Artavia asegura que el fortalecimiento educativo de las mujeres también es fundamental, ya que también hay una brecha en puestos de alto perfil con mejores condiciones y salario; Ruiz coincide, pero antepone el fortalecimiento del sistema de cuido a cualquier otra medida.

“Indiferentemente de la escolaridad, todas las mujeres con responsabilidad de cuido tienen ese techo de cristal que les impide optar por mejores puestos, puestos de acuerdo a sus capacidades y mejores condiciones de trabajo, porque no son compatibles con sus tareas en el hogar”, dijo Ruiz.

Múltiples organizaciones de mujeres y sindicales sostienen que las jornadas de 12 horas, la reforma laboral de prioridad para el Gobierno, empeorará las ya difíciles condiciones de empleo para las mujeres. A pesar de sus pronunciamientos, la reforma avanza en el plenario con una mayoría parlamentaria (PLP, PUSC, PPSD y NR).

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